07 agosto 2025

Gracias, distancia. Antonio Cabrera

La distancia hace que se puedan ver las cosas en perspectiva. En principio. Pero a veces no es tan sencillo, tan matemático. La distancia impone, también, alejamiento emocional, una barrera que no permite ver. Y llegamos al debate de lo racional frente a lo irracional, de lo percibido, vivido y real. Aunque, bien mirado, lo vivido es también real, sin embargo, siempre he pensado que aderezado de ficción, porque la ficción está presente en nuestras vidas. Vemos y creemos percibir una realidad que amoldamos al gusto, con nuestras censuras y boicoteos, la hacemos más amable para ser digerida. Sí, tal vez la distancia nos ayude a mejorar la percepción, pero, acaso ¿es posible alejarse en la razón, ver lo acontecido sin ser abordados por lo percibido, lo subjetivo? Quiero creer que es posible, pero sé que no lo es. Sé que lo acaecido no deja de ser una construcción imaginada de nuestros deseos y proyecciones, cierto efecto espejo que nos acompaña en nuestras vidas hasta que vivimos con ello. Igual no es así, claro, pero da lo mismo. Esto es un artículo sobre un libro y podría ser de muchas otras formas que las vividas por mí.

Un aforismo es una sentencia breve y concisa que capta una idea, una reflexión o una observación sobre la condición humana con agudeza y economía de palabras. Su fuerza radica en expresar verdades profundas de manera sugestiva, casi poética, invitando al lector a la meditación. Aunque parecen proverbios, los aforismos suelen tener autoría y un estilo personal inconfundible. Tenemos ejemplos maravillosos: Oráculo manual y arte de prudencia de Baltasar Gracián (1647) que reúne casi 300 máximas que, con tono moral y práctico, enseñan a desenvolverse con sabiduría en la vida social y personal; Máximas de François de La Rochefoucauld (1665), sus sentencias exploran la vanidad, el amor y el poder con un escepticismo elegante y despiadado; Humano, demasiado humano de Friedrich Nietzsche (1878). El libro, estructurado en forma de breves aforismos, facilita que el filósofo desmonte mitos morales y plantee una nueva visión crítica del ser humano; Tractatus Logico-Philosophicus de Ludwig Wittgenstein (1921), aunque es una obra de lógica y metafísica, sus proposiciones numeradas tienen la fuerza de aforismos que son en sí mismos desafíos al lenguaje y al pensamiento; La cifra y el rumor de Jorge Luis Borges (1981), estructurada como una colección de breves piezas en las que el autor juega con el infinito, la identidad y el laberinto de la palabra. El aforismo, más allá de su brevedad, puede convertirse en un poderoso canal de sabiduría y reflexión estética.

Mi compañero me regala el libro, me dice, gran persona el autor, profesor, será un mérito, poeta, amigo familiar. Gustos y deseos de la gramática. Así que me cuelo en los aforismos, los disfruto como género poético, en este caso, trabajados desde la sintaxis y la inteligencia, por supuesto, desde la sabiduría. Los disfruto en sus seis partes: Parecido al viento; desde César Simón; Poética; La letra celebrada; Luz y Sobre pintura. Agudo, visionando lo cotidiano, la anécdota y sublimándola en la palabra. Brillante, incómodo, pero lleno de la hermosa elegancia de la música.

Parecido al viento. La belleza del lenguaje, el pensamiento que se abre paso entre los aforismos que son pequeños discursos de sabiduría.

 

«Los buenos propósitos dejan en el espíritu marcas de escaso troquelado. Las borra la inclemencia del carácter. O un soplido de las obsesiones.»

«Entrar en la cocina, sentarse en el sofá, abrir un armario, encender una lámpara. Cuando se está solo en casa la vida se hace insignificante, extrañamente propia.»

«En la memoria tienen su encuentro la realidad, la confusión y la razón que imagina.»

«Una de las limitaciones más insidiosas de la vida humana — y la acción más sorda— reside en el hecho de que lo necesario no es nunca suficiente.»

«No es que la filosofía deje las cosas como están, es más bien que las deja pendientes, en la permanente posibilidad de estar de otra manera. (Wittgenstein)»

«Quien acaricia da contorno. Quien nombra, dibuja. Quien celebra, descubre.»

 

Desde César Simón. Profesor, también lo fue mío. Año 1985, discusión sobre la poética de los juglares, los modernos, los Sabina o Cohen, él que no, yo que sí. Su poética desde el púlpito, las figuras, la métrica, la acentuación. Teoría de la literatura, reflexión. César también fue compartido.

 

«En medio de la calle, junto a otros cuerpos, nuestro cuerpo se borra para nosotros. Sentado en el sillón, cae hacia sí mismo, palpita en su carne consciente. Los encuentros del cuerpo consigo mismo están regidos por algún alto y lento testigo: el silencio, la luz, el cielo…»

 

Poética. La reflexión sobre lo literario es fundamental para el filólogo, también para el escritor. Saber qué y cómo resuelve quimeras y plantea dudas y problemas con los que nos debemos enfrentar. Lo estético tiene sus códigos, aunque haya tendencia a olvidarlo.

 

«Si es poético no es definitivo, sino para siempre

 

La letra celebrada. Desde el lenguaje poético, el verbo adquiere dimensiones diferentes, subjetivas, enigmáticas.

 

«Que acabe siendo impresa no hace que la sabiduría sea desposeída de su lentitud. Todas las letras han de ser pronunciadas, y eso lleva tiempo».

 

Luz. Hay algo que daña al ojo, como las palabras sobre papel blanco, destellan.


«Cada segundo se yergue ante la luz y la entorpece. Sé que hay tiempo porque hay sombras».


Sobre pintura. La fascinación ante el trazo me ha hecho reflexionar muchas veces a lo largo de mi vida. Hablo mucho sobre pintura, intento explicar la vivencia del trazo, el arte como concepto, el diálogo cromático. La poesía camina, también, hacia el universo de las pinceladas.

 

«Tendemos a pensar que la pintura añade mundo al mundo. No es exactamente eso. Lo suyo es una añadidura con retracción, con resta. Los cuadros vienen al mundo a corregirlo y a hacerse a un lado».

 

En Cuadernos del vigía

 

Colección: Aforismos, n.º 15

ISBN: 978-84-95430-79-3

Año: 2018

Páginas: 100

Formato:  14,2 x 21 cm

Encuadernación: Rústica con solapas

Papel portada: Tintoretto Ceylon Sésamo de 250 g

Papel interior: Coral Book de 90 g

Precio con IVA: 15.00€

 

Un aforismo sólo surge cuando la mirada se detiene y reposa en su vuelo. La realidad no hará otra cosa que darnos la espalda si no estamos atentos. Ahí se sitúan las coordenadas de Antonio Cabrera, que suave pero intensamente nos convoca a pensar y a sentir en este su primer libro de aforismos donde despliega de principio a fin una clamorosa capacidad de reflexión y una delicada invitación al goce a través del contacto sensible con todas las cosas. Un libro para quienes quieran detenerse y parar frente al vértigo y la aceleración, frente a sí mismos. Un libro que crea tiempo.

30 julio 2025

Un animal salvaje, Joël Dicker

El verano es la época del año que nos ayuda a desconectar, bueno, ayuda a desconectar a los otros, porque yo trabajo. Pero si lo vemos en perspectiva, es una época para leer en la piscina o en la playa, también, con las temperaturas que hay, en el sofá de tu casa, bajo el aire. Lo cierto es que salir, socializar, no apetece nada. Por eso nos dejamos llevar por recomendaciones, artículos más o menos especializados, o lo que es peor, por los comentarios de las redes sociales. El otro día, en una comida de trabajo, una compañera se aventuró a recomendarme varios libros, todos superventas, claro. Me habló de la magnífica escritura, de las tramas tan bien desarrolladas, de la consistencia de los personajes. Nos dejamos influir por las series de televisión y confundimos una historia con literatura. La literatura cuenta historias, pero, necesariamente, las historias no tienen por qué ser literatura. Son los riesgos del calor.

16 julio 2025

El soldado desafinado, Le Soldat désaccordé, Gilles Marchand

Imaginamos que la guerra es un espacio épico, aunque sórdido, que se produce en escenarios que nos son ajenos: la televisión, geografías lejanas o evocaciones literarias. La guerra como recurso de la historia para su evolución, Margaret MacMillan; la guerra como elemento inherente a la condición civilizatoria, un pecado necesario de la política, Arendt; la guerra, al fin y al cabo, como elemento cotidiano de lo humano. Todo ello nos hace asustarnos cuando parece que se acerca y llevarnos a la indiferencia cuando la percibimos lejos de nosotros. Es condición y contradicción, realidad y ficción. Pero me temo que, para los más jóvenes, es un elemento más de la gamificación general que sufre lo social.

03 julio 2025

La conciencia de Montalbano, Andrea Camilleri

Cuando llega el final de algo, nos embarga una sombra de tristeza que nos ronda como un brazo invisible que atenaza nuestro ser. Los finales son necesarios, como los principios, determinan lo que significa estar vivo y estar junto a lo otro. Ese ser ajeno puede ser una cosa, una persona o un libro. Con los libros, las pérdidas son de los autores, que desaparecen, lo dejan o, más simple, nos llevan a perder el interés por ellos. Me aburro. Esa expresión, que vale para todo, se aplica a la cultura, a los personajes y a la vida. No siempre es posible mantener el interés por algo, por mucho que lo hayas adorado, querido o venerado. Sí, puede haber una pérdida o un final, el que sea, pero sería bueno para nosotros que llegáramos a comprender todo lo que nos ha dado.

27 junio 2025

La llamada, Leila Guerriero

El lenguaje periodístico tiene una virtud que a menudo se subestima: su capacidad de acercarse al lector con naturalidad, sin artificios. No se trata de restar valor a la literatura tradicional, sino de reconocer que cuando el periodismo se convierte en narrativa —en forma de crónica, reportaje o novela basada en hechos reales—, también puede alcanzar una dimensión artística profunda, aunque menos aparente. Narrar la realidad en un libro de 400 páginas no es una tarea menor; exige precisión, sensibilidad y oficio. Lo que a veces se confunde con simpleza, es en realidad una forma de honestidad narrativa. Claro que no todo lo que publican los periodistas o los personajes públicos bajo el rótulo de “literatura” merece ese nombre; muchas veces es apenas un producto de mercado. Pero conviene no olvidar que la industria editorial, como toda industria cultural, necesita sostenerse, y en esa tensión entre lo que se vende y lo que vale, también se cuelan obras que, sin prometer grandes cifras, aportan profundidad, memoria y verdad.

17 junio 2025

Menos que cero, Less than zero, Bret Easton Ellis

No sabemos cómo se mueven los jóvenes porque no somos jóvenes ni vivimos en su mundo. Intuimos, acaso, los movimientos que se producen a través de las redes sociales, artículos más o menos informados o la propia observación. Somos jóvenes, claro, pero no compartimos esa juventud física; ya ha pasado. La juventud como estado de la edad, de una en concreto, adolescencia prolongada, unos años específicos que se viven en los espacios que se habilitan ellos mismos. Oímos ecos, por eso se asiste, de manera extrañada, al baile de sus ritos, que nos dejan perplejos, nos sorprenden o nos producen rechazo. La juventud lo ha sido siempre, lo fue en la antigua Roma y lo es en nuestro espacio de la IA incipiente, por eso, cuando se nos muestra el fresco de sus vidas, quedamos perplejos porque sabemos que una época se nos ha ido. Aunque somos jóvenes.

13 junio 2025

La marrana negra de la literatura rosa, Carlos Velázquez

Es difícil acertar con la nueva literatura, me explico. Existe una subcultura, algo así como el underground, que gusta de la irreverencia y el canallismo. Se manifiesta en el cómic, en artículos del Penthouse o en folletos autopublicados. No siempre llega al gran público, paso también con la música. Hay grupos incapaces de entonar una canción, hacer bien un acorde o llevar el ritmo el baterista. Pero a veces son cultura. Hay ocasiones, las menos, en que son capaces de encontrar el camino del alma humana, de las pasiones, de los anhelos, de ese grito visceral mórbido que nace del propio hígado. Es una cultura que se ocupa de lo aburgués, de lo que está fuera de la plácida comodidad de la butaca o el sofá con series de Netflix. Es, al fin y al cabo, expresión popular del descontento, de la amorfa realidad que no podemos entender ni empeñándonos en ello.

03 junio 2025

Ojos de perro azul, Gabriel García Márquez

Queremos creer que los autores canónicos siempre están a la altura de lo que esperamos de ellos. En ocasiones, hemos empezado a leerlos a través de una gran obra que determina nuestro espíritu lector. La mayoría de los lectores acceden a alguna otra obra siempre y cuando tenga relevancia o éxito. Solo unos pocos se preocupan por analizar todo el corpus en profundidad para conocer, analizar y tener un conocimiento cierto del creador. Pero esto no siempre trae consigo un placer estético, un goce literario; los autores también pueden hacer obras inaugurales, tardar varios libros en encontrar el tono y la marcha en el flujo de su literatura. Cuando esto pasa, ocurren dos cosas. El lector medio se decepciona, no entiende que se hayan publicado ciertas obras. El especialista busca para encontrar cómo, a partir de ensayos de escritura, el autor se encuentra a sí mismo y en su literatura. Esto pasa con esta colección de García Márquez.

28 mayo 2025

Hollywood, Charles Bukowski

Una de las cosas más raras como lector es acabar de leer toda la obra de un autor porque este ya no escribe o porque ha muerto. Ya me ha pasado en varias ocasiones, últimamente, con Camilleri y con Mankell. La sensación es agridulce, el hecho de saber que o les relees o no vuelves a ellos, es algo que hay que saber administrar cuando la obra te interesa por la razón que sea: sentimental, literaria o visceral. Hoy me llega el turno con Bukowski. Sí, acabo con su narrativa. Es posible que haya alguien que rescate algún relato olvidado o se haga una recopilación con material inverosímil. Pero objetivamente, con Hollywood finalizo con su prosa. No sé si volveré a él. No me importa. Sigo teniendo la hermosa sensación de haber leído algo inaugural, diferente e interesante. Gracias Chinaski.

21 mayo 2025

La carretera, Cormac McCarthy

Hay libros que llegan a nosotros y, o bien por una actitud cultureta o bien por una alarma excesiva, no tomamos, los rechazamos o ignoramos. Pasa con libros que se han convertido en películas, como si el hecho cinematográfico fuera un hándicap insalvable que aleja de nosotros una literatura. Pasa con libros de ciencia ficción, bien sea distópica, ciencia con ficción o imaginario de mundos futuros. Pasa porque se puede caer en la tentación de despreciar el género, no darle la importancia que tiene, considerarlo menos. Sí, hay una ciencia ficción de folletín, tópica que se gusta en lo kitsch, pero también hay una ciencia ficción importante que reflexiona sobre el hecho humano: la soledad, la supervivencia, la alienación o la violencia. No debemos caer en prejuicios, debemos disfrutar de la literatura si es buena.

12 mayo 2025

Tres enigmas para la organización, Eduardo Mendoza

La sátira, en ocasiones, debe recurrir al absurdo para, desde lo cotidiano conocido, elaborar una trama que ponga en el punto de mira precisamente ese aspecto, lo normal. La literatura satírica se caracteriza por su agudo sentido del humor, el uso de la ironía y la exageración para denunciar vicios y defectos sociales, políticos o humanos. Se vale de la burla y la parodia para abrir un espacio de reflexión crítica sobre la realidad, invitando al lector a cuestionar las normas establecidas. Esta tradición satírica sigue vigente, siendo un recurso valioso para expresar críticas de forma inteligente y entretenida, y manteniendo su relevancia en el diálogo cultural contemporáneo.

06 mayo 2025

Hervaciana, Gonzalo Hidalgo Bayal

Los años escolares quedan en el recuerdo como si hubiéramos escalado el Everest: hay algo de leyenda y de mito. Además de mucho romanticismo que erotiza la etapa de la infancia y adolescencia. El colegio es, y será, el espacio en que somos conscientes de que existen otros semejantes y que puedes relacionarte con ellos; también el espacio místico de los descubrimientos, no solo de tu cuerpo, sino de que en la sociedad hay buenos y malos, acosadores y amigos. En mi caso el cole fue de niños, literalmente, de filas en el recreo y cuadrarse en gimnasia, se llamaba así. De saltar el plinto o de jugar doscientas personas simultáneamente en el patio, a un fútbol con sus propias reglas, el bocadillo en la mano y la sonrisa en la cara. Fue tiempo de todo, de la ignorancia más absoluta de la vida y las relaciones más variopintas que nos podamos imaginar: gente bien de las pedanías de Valencia y quinquis setenteros de barrios marginales, todos a una, todos bajo las batutas de los salesianos. Guardo amistades, guardo recuerdos y reconstruyo el relato como me da la gana.

28 abril 2025

El ancho mundo, Le grand monde, Pierre Lemaitre

En ocasiones, el día es lluvioso, querríamos estar en la cama y no levantarnos, al menos yo. Hay gente que gusta de la lluvia, del ambiente mojado con su olor mohoso a tierra. Lo entiendo. No me deprime, pero me he enterado de que soy metereosensible, que la tristeza de los días grises, afecta mi estado general: migraña, ansiedad y cansancio. Nada nuevo, estamos hechos de la materia que configura el universo y eso no puede ser baladí. Otros gustan, como he dicho, de sentirse húmedos, de notar sobre la piel el agua que sí que huele a universo, a vida. A mí me gusta la sensación de tierra mojada, no nos equivoquemos, pero eso no impide que deseara estar leyendo un best seller en la cama, solo, ausente del mundo, de la gente, del ruido que me agobia. Un buen libro, dicen, no. No quiero un buen libro, prefiero una trama, juegos florales y malabarismos sin más pretensión que entretener.

23 abril 2025

Llévame a casa, Jesús Carrasco

Escribir sobre las relaciones con los padres es extremadamente complicado. Somos hijos del destino, pero, además, de nuestros padres. Los padres parece que adquieren una responsabilidad social y jurídica con nosotros, los hijos, que se extiende, en ocasiones, a la renuncia del yo en favor del él. Pero la vida, que pasa, reclama la factura cuando el hijo se convierte en quien se ocupa del padre, como si la broma infinita de la adolescencia, apenas finiquitada, les devolviera a una realidad difícil. Su cuidado. La reflexión sobre nuestras obligaciones al respecto es de múltiple naturaleza. En nuestro mundo, las obligaciones no van más allá de nuestros deseos o de lo que establezca la ley. Sin embargo, parece que se orilla la responsabilidad, se deja pasar la oportunidad de devolver, si se recibió, o de ejercer, aunque no ejercieran. Es, entiendo, una opción individual, la vida sigue y evoluciona en cada uno, que crea su universo y recrea su mundo. Hay ocasiones en que no cabe el cuidado y no debería dar lugar al reproche. Yo, personalmente, elijo el cuidado, pero tú puedes y tienes derecho a no hacerlo.

15 abril 2025

Acción de gracias, The Lay of the Land, Richard Ford

Cuando empiezo a leer una novela, me siento obligado a terminarla. No siempre es un placer, a veces se convierte en un calvario interminable. Las razones son muchas. Puede que la escritura sea mediocre y su torpeza me irrite. Otras veces, la trama se deshilacha antes de tiempo, sin misterio, como si el autor me hubiese revelado el final desde las primeras páginas. Me aburro. También sucede que el texto me gusta, pero el autor se regodea en su propio talento, disfrutando de su escritura más de lo que lo hace el lector. Ser profesional de lo literario tiene estas servidumbres. Francisco Umbral, sin duda, era mi ídolo. Contaban que, cuando le llegaba una novela que no le gustaba, la lanzaba directamente a su piscina vacía. Un monstruo. Mi piscina está llena, mis estanterías también, pese a las limpiezas y expurgas a los que las someto de vez en cuando. Ahora me inclino por lo virtual, por el préstamo bibliotecario infinito. Tal vez sería más fácil deslizar el dedo sobre la pantalla y borrar para siempre el libro que no me atrapa, pero no puedo. Es el castigo de mi inteligencia. Como Sísifo, empujo una y otra vez la misma roca, subo la montaña con cada libro, juro que nunca más... y vuelvo al inicio para retomar la escalada. Es lo que tienen los vicios.

09 abril 2025

Amistad de juventud, Friend of My Youth, Alice Munro

Hoy pensaba sobre las relaciones humanas, sobre cómo afrontamos el decir a otro que algo es de una manera porque no podemos decirle que es de otra. No lo hacemos, no queremos, da lo mismo, el problema no radica en la información que concluye lo mismo, sino en la forma de trasmitirla. Una decepción puede ser diferente si conocemos las razones, si sabemos cuáles son las causas, compartidas o no, pero podemos hacernos una composición de lugar de lo que ocurre y lo que no. El ámbito laboral puede ser la selva, os lo digo yo, porque la información fluye con intereses, al menos en el nivel en el que me muevo, eso implica que lo que te llega, puede estar tamizado de tal modo que parece una cosa diferente de lo que es. Sé que hemos de estar preparados para lo contingente, pero eso no implica que, cuando sabemos por qué se produce un hecho, preferiríamos saber todas sus aristas, seguro que nuestras relaciones mejoraban y nuestras reacciones serían mucho más racionales.

03 abril 2025

Gallo loco, Crazy Cock (originally titled Lovely Lesbians) Henry Miller

A veces me da por las rarezas. Me explico, busco obras o relatos de un autor que me gusta e intento conseguirlos y leerlos. El gusto por Miller me viene de lejos (en el blog encontraréis entradas sobre El coloso de Marusi, El ojo cosmológico y La sonrisa al pie de la escalera), he ido leyendo sus obras principales: los Nexus, Plexus, Sexus, Trópicos a lo largo de los años y siempre me ha gustado cuando se adentra en el surrealismo aderezado de un egocentrismo adolescente e inmaduro que me identifica. Lo que quiero deciros es que la literatura juega con los autores y estos con nosotros, no toda la obra de nuestro autor favorito merece la pena, para nada, pero sí merece la pena descubrir todo lo que ha escrito.

En el relato Gallo loco de Henry Miller, nos encontramos con Tony Bring, un hombre que se encuentra solo, sumido en sus pensamientos sobre la vida y la justicia. La soledad de Tony es interrumpida por la llegada de Vanya, también conocida como Miriam, cuya presencia trae consigo una serie de reflexiones y cambios.

 

Llevó una vida singular al lado de la mujer krupanowa. Drogadas con el ritual de la misa, se tambaleaban hasta el matadero, y de ahí a las vidas de los Papas. Recorrían con sus dedos la piel de los cretinos y de los elefantes, fotografiaban joyas y flores artificiales, y culís desnudos hasta la cintura; exploraban los patológicos monstruos del mundo de los insectos y los aún más patológicos monstruos de Roma. Por las noches soñaban con los ídolos enterrados en la morena de Campeche y con toros embistiendo desde la estacada para venir a morir bajo los sombreros de paja.

 

El escenario del relato es un rincón remoto y desolado de América, con vastas llanuras y un paisaje inhóspito que refleja el estado interno de los personajes. Vanya, influenciada por una mujer Krupanowa, experimenta una transformación profunda, tanto personal como artística. Adopta una nueva identidad y una pasión renovada por su trabajo, lo que añade una capa de complejidad a su relación con Tony.

 

Ahí estaba sentado, el pequeño y repugnante farsante, con sus rizos dorados y sus puntiagudas uñas chinas. Estaba casi en el escaparate, de espaldas a la calle. Su parecido con Juan el Bautista era sorprendente. Cuando se levantó, mostrándose plenamente, se transformó de súbito en un mastín, esa raza inteligente que aprende a caminar sobre sus patas traseras después de arrebatar algunos trozos de carne cruda. Exhibía una expresión habitualmente plácida. O acababa de comer bien, o estaba a punto de hacerlo. Una pasividad oriental. Un lago de cristal que al ondularse se rompería.

 

La relación entre Tony y Vanya es un reflejo de la soledad y la incomprensión que ambos sienten. A través de sus interacciones, el relato explora temas como la identidad, la transformación personal y la búsqueda de un propósito en un mundo caótico. La narrativa de Miller nos lleva a cuestionar nuestra propia existencia y las decisiones que tomamos en la vida.

 

Las perras a cuyos oídos susurraba tartamudeando sus delicadas palabras lo miraban con infatuada incomprensión. Con relación al sexo opuesto, a él solo le preocupaba una cosa –que sus mujeres tuvieran los órganos necesarios para su gratificación. Fuera de eso, poco le importaba si eran morenas o blancas, bizcas o sordas, enfermas o imbéciles. En cuanto a ese pequeño farsante, Willie Hyslop y su pandilla, uno no podría decir nada a menos que le viera de la cintura para abajo, y aun así el problema era complicado.

 

La fuerza primitiva de la escritura de Miller, ese egocentrismo adolescente del que os he hablado, me cautiva. El surrealismo, el automatismo, los paisajes oníricos, la irrealidad de las acciones. Cuando se escribe hay que hacer un gran trabajo sistemático y duro, pero no siempre existe el talento y ese hecho diferencial es el que construye la literatura. Qué hermoso es esto.

 

Súbitamente, sin ningún obstáculo ni advertencia, un dinamo se desató en su interior. Cada partícula de su derretido ser se crispó violentamente con una estremecedora embriaguez... Abigarradas palabras la drogaban con venenosa concupiscencia... Supo que detrás de todas las cosas, sublimes o innobles, se escondía una turbulenta fuerza vital, un significado y una belleza de lo cual el arte, por glorioso que fuera, era tan solo un pálido reflejo. “¡Quiero vivir!”, murmuró salvajemente. “¡Quiero vivir!”

 

En resumen, Gallo loco es una obra que nos invita a reflexionar sobre la vida, la soledad y la constante búsqueda de sentido. La transformación de Vanya y la relación con Tony nos muestran que, a pesar de las dificultades, siempre hay espacio para el cambio y la redención.

 

Se puede encontrar en internet. Os pongo la sinopsis que he sacado de Grove/Atlantic (traducido con Google)

 

Escrita entre 1928 y 1930, pero nunca antes publicada, la novela autobiográfica de Miller que describe su ira por la amante lesbiana de su segunda esposa es una actuación incómoda. El aspirante a escritor Tony Bring, representado como un alma sensible en un mundo podrido, es un matón misógino. La hechicera morbosa Hildred, inspirada en la desequilibrada esposa de Miller, June Mansfield Smith, se presenta como una pseudobohemia. Su amante, la pintora y poeta Vanya (basada en Jean Kronski), con un pasado inventado como princesa bastarda de Romanoff, tiene una figura patética. El trío vive en un apartamento en el sótano con frescos en Brooklyn y retoza en Greenwich Village. Los viciosos comentarios y referencias antisemitas reflejan la obsesión que preocupó a Miller (Trópico de Capricornio) hasta después de la Segunda Guerra Mundial; su homofobia también es ofensiva. A pesar del poder verbal de muchos pasajes, esta novela sigue siendo sensiblera, su sobrecalentado surrealismo heredado, su prosa púrpura y su decadencia consciente prefiguran la egomanía adolescente de gran parte del trabajo posterior de Miller.

26 marzo 2025

La vegetariana, 채식주의자, Han Kang

Ser uno mismo, cuando uno sabe que es uno mismo, no es nada fácil. El vivir en sociedad tiene peajes que no siempre queremos pagar o que nos cuesta pagar, para el caso, el caos interno es parecido. Hay una constante en las personas inteligentes que es la lucha interminable entre su yin y su yang, entre la conducta receptiva y la conducta activa, entre ser aceptado y aceptarse. Una lucha sin cuartel que impide la felicidad porque es un enigma que cuesta desentrañar. Pero en ocasiones hay quien decide tomar el camino de la mismidad, del yo percibido y ahí se monta el espectáculo. El rechazo, el alejamiento o la extrañeza ante el ser amorfo (porque se desconfigura de los parámetros que delimitan su espacio-tiempo), la complejidad de la aceptación se convierte en un problema que no todos quieren aceptar, ni tienen por qué hacerlo, claro. Aun así, quienes van más allá de los límites de la moral, de los espacios creados en lo civilizatorio, quienes dejan que su pulsión los tome, abordan caminos inexplorados y difíciles.

19 marzo 2025

Cuentos escogidos, Joy Williams


El mundo de los relatos es tan complejo como fascinante. Tardé en llegar a él por los prejuicios culturetas que había en mi generación. Es posible que entendiéramos los cuentos como el género pobre de la novela o como un hermano menor a medio hacer, solapado por la fuerza de las grandes obras. No lo sé, pero llegué tarde. Sin embargo, pronto quedé fascinado por la capacidad de síntesis, el oficio que llevaba al escritor a conseguir condensar toda una trama en unas cuantas hojas. Tal vez en ese momento, me aficioné al realismo sucio, a la hermosa sencillez de los enunciados cortos, la ausencia de subordinación, de descripciones interminables; ello nunca ha implicado que no disfrute con lo meramente literario, el arte por el arte, vamos, pero sí que tengo cierta tendencia a ese tipo concreto de narrar. Nuestra autora, pues, cubre mis necesidades, me ha proporcionado un placer infinito; es lo bueno del placer diferido e intelectual. El libro lo leí durante muchos meses, lo simultaneaba con otros muchos, cada vez un relato, luego descanso, así hasta completar su lectura.

11 marzo 2025

Las muertas, Jorge Ibargüengoitia


El periodismo ha aportado mucho a la historia de la humanidad, lo digo en serio. No soy especialmente amigo de los periodistas, ese género de personas que sabe de todo, aconseja sin pudor al otro y juzga sin despeinarse igual una masacre en México, como un evento gastronómico en Dallas, todo ello con una soberbia moral, con una displicencia digna de reyes. Sin embargo, su labor nos acerca a lo que ocurre y quiero creer que se hace con lo que cada uno de ellos entiende como honradez intelectual. Por eso, cuando algunos periodistas abordan lo real desde lo literario, aportan a la literatura un matiz muy interesante que, desde la falsa objetividad, recrea la trama en lo literario. Son varios los ejemplos de primer nivel. Márquez, Joan Didion, Tom Wolfe o Hunter S. Thompson. Algunos, además, plasman en las obras el objeto de la noticia, como A sangre fría de Capote o La canción del verdugo de Mailer.

06 marzo 2025

Espera a la primavera, Bandini, Wait Until Spring,John Fante


La adolescencia es un estado de gracia, creemos que todo se va a revolucionar, incluido nuestro cuerpo; cosa que al final hace. Esta etapa crea un estado de entusiasmo que lleva al autodescubrimiento e incluso al autorrechazo, por lo tanto, hay una oposición tanto al entorno como al propio yo que se está configurando. Trabajar con adolescentes tantos años me ha ayudado a entender su particularidad revolucionaria, el ansia de destacar y de ser en la diferencia que grita desde el interior, porque hay una voz que grita, un murmullo que dice “eres diferente”, de ahí que se busque la ruptura con las expectativas, que se busque el espacio interior y se tienda a acotar el espacio físico, personalizando la habitación o la forma de vestir. Es una época maravillosa de confrontación con el mundo, del descubrimiento de los otros yoes. No es fácil, pero como todo, se acaba pasando. Aunque, en algunos casos, se perpetúa.

05 marzo 2025

Cara de pan, Sara Mesa

En un mundo convulso en el que la cancelación y censura de personajes públicos parece a la orden del día (nada diferente a lo que ha sido la historia de la humanidad, pero ahora en directo y retransmitido), atreverse con los espacios oscuros es difícil, casi temerario. Hay temas y circunstancias que aconsejan el silencio, el no transitar por ellos si no nos hemos preparado para las consecuencias indeseadas: sexo, relaciones con el género, pensamiento político predominante son campos de minas que no sabemos si vadear o no, si hacerlos explotar y regenerar el pensamiento de una vez. El estatismo (con todos sus peligros sobre la toma de decisiones concentrada en mandarines de medio pelo), o el individualismo (bicha temeraria de egoísmo indeterminado), una lucha que parece tan antigua como lo humano, pero tan actual como un post en la red de moda.

26 febrero 2025

Riccardino, Andrea Camilleri


Este blog suelo comenzarlo, al menos en los últimos tiempos, con una reflexión sobre aspectos que me sugiere la trama: la vida, las relaciones o la muerte. Son, de alguna manera, mis meditaciones sobre mi propia existencia, el fresco que configura mi pensamiento. De ese modo, la literatura ha ido contribuyendo a conocerme de una manera profunda, sincera. Pero hoy no reflexiono sobre la vida, lo hago sobre Andrea Camilleri, sobre qué ha significado para mí desde la perspectiva lectora. Cuando lo leí por primera vez, lo hice porque mi amiga Maite me pasó una bolsa con unos veinte libros, entre los que estaban los diez primeros de Montalbano. Fue un descubrimiento maravilloso. Me encantaba cogerlos uno a uno, y por las tardes, tumbado en mi cama, me los leía de tirón. Fue recobrar una costumbre de la adolescencia, reencontrarme con una experiencia cercana a la felicidad, me hacía sentir bien. Con el tiempo fui leyendo todos y cada uno de los libros, me reconforté en los personajes arquetípicos, en la experiencia de no necesitar pensar para entender la historia. Entendí que no había ninguna necesidad de presentar una calidad literaria extraordinaria para que yo sintiera el libro como propio. Pero en realidad no era un libro, era una serie completa, han sido 34 libros y este es el último que nos presenta como novela, ya que mi querido Andrea falleció (prometo que a medio plazo os presentaré la última lectura, que ya he hecho, presentada como relatos breves, La conciencia de Montalbano). Ha sido un placer y un honor, es una despedida cariñosa, él pretendía, simplemente, entretenernos, y lo consiguió. Así se pasa a la eternidad.

20 febrero 2025

Lo que sabe la señorita Kim, 우리가 쓴 것, Cho Nam-joo


Los medios, cuando lanzan una novela, utilizan clichés para enganchar a cierto sector del público lector. Últimamente, utilizan etiquetas como feminista, woke o impactante; en ocasiones, más arriesgados, asaltan conceptos como obra maestra, libertad creativa o el más vendido en el mundo (¡Más de cien mil ejemplares vendidos! ¡Cuarta edición (con mil ejemplares reales cada una)!). El márquetin literario engaña al lector; su finalidad, como toda disciplina de ventas, es colocar un producto; así, la literatura se convierte en mercancía que compite en un mercado con exceso de oferta. ¿Cómo, acaso, un lector no avezado, podría desenvolverse con garantías en el océano inescrutable de las novedades literarias? Pero, claro, eso es un riesgo que no todos quieren aceptar y una guía que muchos quieren tener.

10 febrero 2025

Salir a robar caballos, Ut og stjæle hester, Per Petterson

 


Volver a la memoria es un ejercicio literario invaluable. El recuerdo sustenta la acción narrativa en innumerables novelas, poemas y obras literarias de diversa índole. Es un recurso versátil que facilita la construcción de personajes y su complejidad moral o psicológica. Este recurso es efectivo porque satisface nuestra necesidad de comprender a los personajes: su pasado, sus motivaciones y las razones detrás de sus acciones o decisiones. En la literatura, el recuerdo funciona mejor que en la realidad. La realidad tiende a confundir el recuerdo con el hecho efectivo, sin asociarlo a la reconstrucción que hace nuestro cerebro. La literatura, en cambio, deja plasmada en un registro eterno la realidad del recuerdo. En este sentido, la literatura supera nuestras expectativas.

04 febrero 2025

Vengo de ese miedo, Miguel Ángel Oeste


Las relaciones entre padres e hijos son intrínsecamente complejas, y en muchos casos, algunos padres pueden convertirlas en experiencias imposibles, difíciles o agotadoras. La paternidad, en su esencia, es una institución social, lo que implica que está regida por normas, acciones, consensos y consentimientos. Como ejercicio social, la paternidad está determinada por lo cultural, lo que significa que cada sociedad le otorga un papel distinto según sus valores y creencias. En una Europa y un mundo que avanzan a pasos agigantados en el ámbito de la inteligencia artificial, parece que ciertos comportamientos, como la violencia, el abuso o el desentendimiento, deberían ser inaceptables en la modernidad. Si bien Platón defendía una paternidad estatal, desvinculada del sentimiento de pertenencia familiar y reemplazada por la obediencia al Estado, este modelo ha sido implementado en diversas sociedades a lo largo de la historia. Hoy en día, su influencia persiste de manera difusa y con límites difusos, como parte de la vasta y cambiante obra de la ingeniería social. Sin embargo, lo que me interesa explorar no es este extremo, sino la paternidad como un fenómeno humano, la relación que se establece con el hijo. ¿Cómo se ejerce el poder en esta relación? ¿Cómo se administra la justicia y se apoya en la educación? ¿Qué sacrificios está dispuesto a hacer un padre? ¿Cómo se concilia la vida personal con la de otro ser humano? Y, sobre todo, ¿dónde quedan los espacios de libertad individual en medio de todo esto?

28 enero 2025

El sabor prohibido del jengibre, Hotel on the Corner of Bitter and Sweet, Jamie Ford

 


Dentro de mis contradicciones está la relación que establezco con los best sellers. Es difícil. He escrito mucho sobre el tema, a veces pienso que me puede mi mente cultureta, otras que la soberbia es superior al sentido común. La literatura no deja de nacer como entretenimiento, de verdad que lo pienso, pero desde sus principios hemos caído en la tentación de analizar la vida, al hombre y sus contradicciones, reflejar, en una palabra, las contradicciones y virtudes del hecho de vivir. Pero es entretenimiento. Ha cumplido muy bien su función a lo largo de la historia, claro, pero los medios de comunicación de masas, el cine, la radio, la televisión, han cubierto espacios que antes ocupaban las letras. Así, hoy accedemos a muchos espacios de ocio inmediatos y agradables, que suplen eficientemente el espacio de la narrativa. Yo soy de los que han caído en la trampa, en el engaño infinito del entretenimiento, tal vez por eso, tiendo a buscar una literatura que indague en la vida, más que una literatura que entretenga la vida. Aun así, sigo leyendo, de vez en cuando, libros que cuentan historias, que quieren entretener (cuestión aparte es la intención conseguida o no del escritor, que no siempre está en consonancia al resultado final). Y no hay ningún problema en ello.

19 enero 2025

El fuego purificador, A refiner's fire, Donna Leon

 


La violencia la observamos y padecemos a diario en la calle. Los medios de comunicación han propiciado que esto sea así, pero más que los medios, las redes sociales donde aparecen videos virales en los que vemos cómo esta se ejerce en las calles, en un universo hipercomunicado donde es difícil elegir y distinguir el grano de la paja. Es un fenómeno global, es un fenómeno humano. Es una lucha del individuo contra un Goliat aún, si cabe, más gigantesco. ¿Acaso, creéis que esto no pasaba antes? Error. Ha pasado siempre, entre nosotros, entre ellos, entre cualquiera. Hay muchos factores: drogas, alcohol, frustración, educación. Creo, con sinceridad, que la violencia es consustancial al ser, tal vez, digo tal vez, la educación puede mitigar el efecto, pero tampoco lo tengo claro. De hecho, en períodos de guerra, personas cultas y tranquilas, han desplegado todo su potencial homicida y destructor. Es posible, por lo tanto, que algo sí que esté en nosotros, en mí y en ti, en todos, que sea parte de nosotros, de esa naturaleza que queremos acallar, engañar, soslayar. En cualquier caso, es un tema que me preocupa y sobre el que reflexiono.

14 enero 2025

Querido capullo, Cher connard, Virgine Despentes

 


Dentro de la modernidad asfixiante, de la estupidez imparable y de la idiotez absoluta, hay un término que me encanta: la cancelación. Este concepto es un fenómeno social contemporáneo que se refiere a la retirada de apoyo a individuos, empresas o instituciones debido a comportamientos o declaraciones considerados inaceptables o controvertidos. Se conoce como “cultura de la cancelación”, que se ha popularizado principalmente a través de las redes sociales. Se caracteriza por la exposición y condena pública, basadas en la denuncia y el rechazo de las acciones o palabras de alguien; en la afectación, el impacto en la reputación, y en el uso de las redes sociales, lo que conlleva una difusión rápida que amplifica su alcance y efecto. La cancelación puede ser vista como una forma de justicia social, pero también es un linchamiento mediático que limita la libertad de expresión. Parece que no es posible separar al autor de su obra, al artista, de la persona que ejerce de tal.

08 enero 2025

La particular memoria de Rosa Masur, Das besondere Gedächtnis der Rosa Masur,Vladimir Vertlib

 

Cuando ha pasado un tiempo de la lectura de una novela, es increíble cómo se difumina en la memoria: nos sorprende que los recuerdos no sean consistentes, e incluso si nos gustó, nos llama la atención que se nos pueda haber borrado de la mente. No sé si la realidad emula a la ficción, si los recuerdos que traumatizan y configuran aspectos de nuestra personalidad, no son más que reconstrucciones interesadas que hemos olvidado, como las novelas que leímos hace tiempo. Ni siquiera este blog es fiel reflejo de la realidad. A veces, cuando vuelvo sobre mis anotaciones, no recuerdo muy bien, los aspectos fundamentales de la novela se difuminan entre los miles de páginas que he leído. Tengo impresiones, sensaciones, tal vez por eso, dicen que la verdadera memoria son sensaciones, tener, al menos, la impresión de que se ha vivido.

04 enero 2025

Vicio propio, Inherent Vice, Thomas Pynchon

 


La novela negra es un subgénero del policial que trasciende el misterio para explorar el lado oscuro de la sociedad. Con una atmósfera cargada de fatalismo, retrata crímenes como síntoma de problemas sociales, políticos y morales. Sus protagonistas, a menudo detectives cínicos o antihéroes, navegan en un mundo corrupto donde la justicia rara vez triunfa. Surgida en Estados Unidos con autores como Dashiell Hammett y Raymond Chandler, evolucionó hacia nuevas formas con exponentes como Patricia Highsmith y Henning Mankell. La novela negra no solo resuelve enigmas, sino que desnuda las sombras de nuestra humanidad. El subgénero, al evolucionar, toma nuevas perspectivas y busca alternativas narrativas que le permitan seguir enganchando a los lectores.

02 enero 2025

Lecciones, Lessons, Ian McEwan

 


Los abusos a menores son un tema que ha dejado de ser tabú. Es más normal encontrarnos con una relación de hombre hacia, no de mujer hacia; parece menos posible, más inverosímil. En cualquier caso se produce la pederastia, que, de hecho, ha sido una norma a lo largo de la historia de la humanidad, incluso sacralizada en otras culturas y en otros tiempos. Pero una cosa no quita la otra, aprovecharse de quien no puede valerse por sí mismo, creer que tenemos niños adultos porque acceden de manera ilimitada al porno o a internet, es absurdo, es penalizable y debe ser perseguido, porque tenemos la obligación de preservar a quien no puede hacerlo por sí mismo. Si no es así, ¿qué sentido tiene el Estado de derecho?

31 diciembre 2024

Mientras agonizo, As I Lay Dying. William Faulkner

 


No hay nada más complejo que las relaciones familiares. Dicho así, lleva a que alguien diga, «oye, que nos llevamos fenomenal». O no.  La familia es un microuniverso, estamos cansados de leer sobre el cuñado, el hermano de turno en las reuniones donde se nos hace difícil de soportar sus comentarios, su histrionismo, su desidia o su soberbia; también nos cuesta entender el pasotismo, las ausencias o el ignorarnos como si fuésemos un cero a la izquierda. El problema es que ese microcosmos refleja el cosmos universal de lo humano. No se nos hace raro tener mal ambiente en el trabajo o relaciones difíciles con amigos, chocar en una reunión social; porque somos universos particulares, independientes, incluso únicos; porque nuestro ego nos invita a diferenciarnos, a significarnos y a tolerar solo cuando nos vemos forzados a hacerlo. Las obligaciones en las relaciones son eso, compromisos consentidos. No puede existir una buena relación sin libertad y consentimiento, y lo de la sangre, da lo mismo.

29 diciembre 2024

Los escorpiones, Sara Barquinero

 


Las teorías conspiranoicas invaden multitud de espacios públicos, como una marea, facilitadas por la influencia de las redes sociales, el acceso ilimitado a la información y los canales multimedia. Hay postcast, programas de radio, de televisión, amén de las reseñas de multitud de opinadores, que quieren desentrañar la superestructura del poder; para ello, intentan ver lo que subyace a lo aparente, observan, atentos, cualquier desvío imperceptible que rompe con la normalidad. Ese es el fin. Ver lo que no vemos, denunciar lo que nos parecen meras anécdotas de la vida. Vivimos en un mundo interconectado, con tanta información que no tenemos, materialmente, la capacidad para absorberla y procesarla con corrección. Así se abren paso las teorías de la conspiración mundial, del gobierno mundial, de la manipulación sistemática de nuestros cerebros, de los programas goebbelianos de control manipulativo. Haberlas, haylas, no tengo ninguna duda. Soy consciente de que ser mil millonarios no es un fin, es el medio para, cuando se tiene todo, intentar amoldar el mundo a tu imagen y semejanza, demasiado atractiva la idea, golosa.

23 diciembre 2024

Hijos de la fábula, Fernando Aramburu

 


La realidad supera a muchas personas, de ahí que conviertan su vida en una proyección de sus deseos y anhelos, dejando lo crudo del invierno agazapado, como un depredador que, de cuando en cuando, hiere con una crueldad inusitada. Hay quienes han decidido creer que la realidad es otra de la que es, siempre entendiendo que esta nunca es lo que creemos percibir, por eso, viven en la ficción que ellos han creado; es entonces cuando se produce un fenómeno interesante, los demás actúan de tal manera que parece que todo es real. Fenómeno curioso; no obstante, la capacidad para aceptar qué somos, quiénes somos y dónde nos hemos de ubicar, sigue siendo una factura que mucha gente no está dispuesta a pagar. Es complejo aceptar que nuestro entorno es otro del que hemos inventado.

19 diciembre 2024

Recuerdos del provenir, Elena Garro

 

Vivimos tiempos confusos, los cambios de ciclo tienen estas cosas, que la vorágine es difícilmente detectable hasta que los cambios vienen en cascada. Hoy en día, el acceso a la información a través de los medios, facilita el hecho de poder encontrarnos con innumerables fuentes y, en muchos casos, con el contraste de las comunidades que pueden hacer comentarios o marcar las informaciones como falsedades. Dentro de esta barbaridad de noticias, el acceso o caída de dictadores modernos, es un síntoma de los tiempos. Siempre los ha habido, pero ahora asistimos en directo a la obscenidad inherente a estos: sus desmanes, excesos y acciones nos son presentados sin filtros. Vivimos una época

16 diciembre 2024

Una historia ridícula, Luis Landero

 


Partir de cero cuando alguien se hace mayor es todo un reto. Hay cosas que nos cuesta dejar, otras, simplemente, desaparecen y otras, bueno, otras hay que empezarlas de nuevo. En el ámbito profesional, todo cuesta, te acostumbras a rutinas, a lugares comunes y estableces un espacio de confort que, difícilmente, quieres abandonar: no te marean, no te molestan y lo dominas. Sin embargo, esto no es tan fácil como parece, la mayoría de la gente prefiere descansar en la inacción de lo conocido, temerosa, supongo, de lo que está por venir. En ocasiones, lo que acontece es tan conocido como lo antiguo y, entonces, el cambio no invita al optimismo, da pereza, no engancha. Pero sí que hay cambios, sí que hay valor para lanzarse al vacío apenas antes de jubilarse y eso, eso es difícil, estimulante y vital. Sentir que uno está vivo es más que un objetivo; es la única razón para no morir.