Es hermosa la música de Bach: apasionada, perfecta, sublime, con una profundidad religiosa fuera de lo normal. Durante años llevé en el coche las Suites para cello y el clave bien temperado; las suites las oía con asiduidad, el clave menos, pero descubrí en la profundidad de su música un mundo que era capaz de reflejar toda la pasión del hombre.
La lectura es un placer indescriptible. Escribir un sufrimiento asumible
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02 mayo 2012
Pequeña crónica de Ana Magdalena Bach, Esther Meynell
Es hermosa la música de Bach: apasionada, perfecta, sublime, con una profundidad religiosa fuera de lo normal. Durante años llevé en el coche las Suites para cello y el clave bien temperado; las suites las oía con asiduidad, el clave menos, pero descubrí en la profundidad de su música un mundo que era capaz de reflejar toda la pasión del hombre.
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