La lectura es un placer indescriptible. Escribir un sufrimiento asumible
12 mayo 2025
Tres enigmas para la organización, Eduardo Mendoza
13 enero 2022
Transbordo en Moscú, Eduardo Mendoza
En fin, debió decir él cuando se miró al espejo, ya está aquí. Esta manera tan prosaica de comenzar un relato es como quiero empezar esta entrada. Tengo el COVID, vaya, me he puesto tres dosis de vacunas (veo mi cara en el espejo) y estoy alucinado de la magnitud de esta enfermedad. Veo la televisión, muy, muy poco; escucho la radio, menos; algún post, pero no consigo salir fuera del circo de miedo que nos atenaza desde hace dos años, sí, ahora que la padezco es como si la peste me hubiera absorbido a mí también, como si no hubiera podido permanecer en silencio en estos momentos tan especiales de nuestra historia. La enfermedad nos acompaña, pero el miedo amigos, el miedo es otra circunstancia, es la herramienta que nos hace débiles, que nos deja quietos, nos paraliza, es el cáncer que nos devora. No tengo miedo, la verdad, simplemente estoy enfermo, algo de fiebre, dolor de garganta, taponamiento nasal, cierto malestar, mantengo bastante aceptable el gusto y el olfato, la cabeza no me estalla ni las articulaciones me machacan, siento que me estoy perdiendo algo, que el mundo debe estar perdiéndose algo y, claro, vuelvo a mi bucle de que en tiempos convulsos si estás en el ojo del huracán te lo pierdes todo, pero si están en él, también.
07 noviembre 2021
El negociado del Yin y el Yang, Eduardo Mendoza
La memoria de lo vivido es un abismo incontrolable en que se mezcla la realidad, la verosimilitud y la imaginación. Por eso rememorar en la historia, aun a través d elo vivido, no deja de ser una aventura de conquista sobre lo acontecido real, porque es muy complejo desligar lo percibido, lo leído y lo revisado con el tiempo. Todos recordamos episodios que acontecieron en nuestras edades, incluso alguno vivió épocas interesantes, mas es complejo saber qué acontecimientos han configurado, en realidad, la historia o cuáles son simplemente un interés personal sin trascendencia en absoluto. Dicen los chinos, creo, cuando a alguien le desean mala suerte, es posible que esto lo haya dicho en alguna ocasión, que ojalá vivas en una época interesante, porque en el justo medio está la virtud, supongo, y en la vorágine la alucinación ante lo vivido. Creo que vivimos en una época interesante.
09 agosto 2021
El rey recibe, (Las tres leyes del movimiento I) Eduardo Mendoza
El verano es una época de contrastes, por una parte dejamos el trabajo para disfrutar de las vacaciones, y por otra, anhelamos lo que no tenemos, nunca nos conformamos, nunca tenemos bastante con lo que el día a día nos sorprende. Sin embargo he descubierto que no añoro la actividad frenética de mi día a día, para nada, la molicie se ha instalado en mí y no siento la culpabilidad luterana de perder el tiempo, al contrario, siento que tendré tiempo para redimirme y pedirme perdón, si procediese, porque el cuerpo y la mente también necesitan desconectar de la gran farsa. Es curioso, pues, que esté escribiendo esto cuando, al ir a comenzar, tenía el firme propósito de excusarme por no haber hecho las entradas que había prometido, mas conforme escribía, escuchando las sonatas para chelo de Bach interpretadas por Mischa Maisky, he descubierto que me importa un pito, que este blog que disfrutáis, o que ignoráis, es mi particular cápsula del tiempo, el reducto al que vuelvo cuando me lo pide el cuerpo para satisfacer la vanidad de quien no es capaz de escribir como un escribidor de verdad. (Anotación: me encanta cuando comparto impresiones con alguno de vosotros sobre lo que os ha parecido tal o cual lectura, ¿Vanidad?)
19 julio 2016
El secreto de la modelo extraviada, Eduardo Mendoza
¿No os pasa que al encontraros con ciertos libros os sentís especialmente bien? Siempre os hablo de encuentros, de ese momento especial de proximidad entre el lector y la obra, entre lo que quiso decir el escritor y lo que finalmente se atrevió o supo decir. Esa es la literatura, esa es la grandeza de las palabras imaginadas y ficcionadas por el autor, por el creador de la obra artística que rehace la vida y nos la acerca para satisfacernos, o no. Los libros son así, un ente vivo que nos ayuda en las dimensiones inexploradas de nuestro ser, pero que nos construye de una manera determinante, os lo digo yo.