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martes, 29 de octubre de 2024

Una salida honrosa, Une sortie honorable, Éric Vuillard

 

En mis tertulias literarias de Xàbia, tuvimos un encuentro en que cada cual manifestó qué tipo de libros les gustaba más. Yo había hecho una lista para orientarnos, les comenté cuáles habían sido los criterios y el porqué. Me sorprendió cuando el género predominante fue el histórico. Es un concepto vago. No todas las novelas históricas son historia novelada, hay novelas que usan la historia para hacer, además, literatura. Otras, en cambio, recrean los hechos históricos con mayor o menor fortuna. Todos sabemos que la Edad Media, la antigua Roma o el mundo faraónico han sido la fuente de escritores más o menos talentosos. Nos gusta leer historia que no es historia, no sé si por un ansia oculta de saber o, lo más probable, porque ir al ensayo histórico, profesional, científico, es infinitamente más farragoso. Pero también existe otra novela histórica que no pretende hacer historia, sino a partir de la historia reflexionar sobre las consecuencias o sobre la trascendencia de los protagonistas. En este blog he incluido un poco de todo. Del primer grupo tenéis a Colleen McCullough, Erik Larson,  Adelheid Van Beuningen, Pérez Reverte o Santiago Posteguillo. Del segundo tenemos a Laurent Binet, Imre Kertesz, André Malraux, Joseph Conrad o Éric Vuillard.

sábado, 28 de septiembre de 2024

La tercera mentira, Le Troisième mensonge; Agota Kristof

 


No nos puede sorprender, después de haber leído tanto, que la realidad sea solo una configuración de la psique, una adecuación a lo esperado y conocido. La realidad parece amoldarse a nuestra percepción, se empeña, se esfuerza por congraciarse con lo que esperamos de ella, pero eso no es así. La realidad es un todo intangible que el racionalismo se ha empeñado en objetivar como si la percepción o lo irracional, no tuviera ningún peso en lo percibido. Es posible que sea cierto. Es posible que no lo sea. Hay estudios recientes (argumento falaz) que nos dicen que percibimos programados por el entorno y la genética. No podría haber nada más falso, pues, que lo que creemos observar. Evidentemente, este relativismo no es bueno, saber de él, menos todavía, pone en cuarentena preceptos, seguridades y certezas que no son como deberían ser, como esperaríamos que fuesen. Eso es inquietante. Lo he dicho en alguna ocasión, Cioran fue explícito sobre esto: pensar nos aleja de la felicidad. Sin embargo, el mundo es hermoso.

martes, 24 de septiembre de 2024

La prueba, La Preuve, Agota Kristof

 


La perspectiva es tan fundamental como los hechos. Algo acontece pretendidamente como verdad, es decir, reflejo fiel de la realidad, pero no es exactamente así. Vemos y contamos conforme entendemos el mundo. Si alguien ve lo que no conoce, o bien lo ignora, o bien usa la metáfora para explicarlo, es decir, inventa. Esa característica de lo humano nos sirve para defendernos y saber, es un instrumento evolutivo poderosísimo, porque permite interaccionar con la realidad a pesar de esta. Los hechos acontecen, incluso los podemos grabar, sin problemas, pero habrá una perspectiva e, incluso, cuando dos personas visionen lo mismo, con toda probabilidad, lo expresarán con diversidad. Al fin y al cabo, lo acontecido es una impresión de nuestros sentidos, difícilmente objetivable con certeza absoluta, más bien lo que pasa en una trama, la vida es una trama, se distorsiona a través de nuestra manera peculiar de entender y sentir. Dos personas pueden diferir y comprender de manera muy diferente siendo ciertas ambas perspectivas. O falsas.

miércoles, 18 de septiembre de 2024

El gran cuaderno, Le Grand Cahier, (Claus y Lucas 1) Agota Kristof

 


U
na vez más vienen las voces, las diferentes voces a ocupar los espacios de la realidad. Cuando ocurre algo, la vivencia es muy diferente dependiendo de quién es el que vive la experiencia, así, se puede vivir una experiencia traumática desde la distancia personal, o no, vivirla como la tragedia que es, llorarla y quedar traumatizado. Las experiencias vitales se perciben según la psicología y la sociología del individuo; su cultura, su personalidad u otras experiencias similares son capaces de configurar la vivencia y dotarla de un sentido particular que será el propio de cada cual. Sí, una realidad parece una realidad, un hecho contrastable, tridimensionalmente, cierto, pero no es así, está suficientemente demostrado que la interpretación de un hecho es multifactorial y no siempre coincide con la interpretación objetivable.

lunes, 9 de septiembre de 2024

Las benévolas, Les Bienveillantes, Jonathan Littell

 


Como os había dicho, habría un segundo capítulo sobre la huida de los nazis tras la caída de Hitler. El primer libro del que os hablé fue Ruta de escape, libro enfocado desde la investigación y el ensayo, así que ahora os traigo este libro donde se trata el tema desde la literatura. El tema del nazismo fascina, nos fascina, y da lugar a multitud de documentales y literatura histórica y ficcional. ¿Por qué? Esa fascinación deriva de la necesidad de conocer el lado oscuro de las personas, focalizar el mal y entender los mecanismos de la destrucción. Son muchos los personajes que, a lo largo de la historia, han explorado el lado del infierno: Falaris, Calígula, Yang Guang, Iván el terrible, Leopoldo II de Bélgica, Stalin, Bocassa, Mao o el propio Hitler; todos ellos tienen en común que han suscitado un interés que se plasma en los libros. El mal es tan consustancial al ser como el bien y los límites éticos son los únicos que serían capaces de equilibrar la crueldad. ¿Nadie se pregunta por qué desaparece la ética y la filosofía en la enseñanza básica?

jueves, 5 de septiembre de 2024

Fóllame, Baise-moi, Virgnie Despentes

 


Hay una literatura feminista que rompe con los parámetros de lo que ha sido la literatura femenina y alcanza límites que solo se permitían los hombres. Así, el lenguaje, el sexo o las relaciones se transforman para dar paso a las fantasías, miedos y esperanzas. No es una literatura esperable, sino revolucionaria en el sentido de que no tiene reparo en utilizar el realismo sucio o hacer de la visibilizacion y sororidad los núcleos de la misma. La cultura hace difícil su gestión como lectores, las costumbres que hemos adquirido nos hacen tolerable a Bukowski, pero no a esta Despentes, de ahí la hipocresía, de ahí los sistemas educativos canalizadores del pensamiento, la programación. En absoluto digo que no estemos ante un panorama educativo mejor, para nada, la prevalencia de lo woke es peligrosa porque victimiza, oculta y alcanza el objetivo contrario a sus deseos, pero ese es otro tema, lo que me interesa es ver cómo se rompen los esquemas de lo políticamente correcto y se lleva al lector al límite de su tolerancia intelectual. Fijémonos en este extremo, nuestros límites son sociales, es difícil escapar a esto, por eso debemos educarnos para entender y procesar otras literaturas, porque esta, la literatura, nos puede abrir horizontes que no esperábamos. Otra cosa es que sea buena o mala literatura.

lunes, 12 de diciembre de 2022

Las partículas elementales, Les Particules élémentaires, Michel Houellebecq

 


Me interesan mucho las novelas en las que se reflexiona sobe el final de una época. Es importante estar atento a lo que dicen los escritores, su intuición va más allá de otros, son capaces de ver la luz donde los demás solo observamos el ojo del huracán. Cuando una civilización decae, no lo hace de la mañana a la noche, hay signos, pequeños cambios que contribuirán a que haya, en algún momento, una sustitución, un nacimiento de algo nuevo. Siempre hay alago nuevo, por eso los escritores no solo intentan descubrir los elementos que hacen que algo vaya muriendo, sino que son capaces de imaginar qué vendrá después, cómo tendrá lugar el nuevo nacimiento.

sábado, 3 de septiembre de 2022

Aniquilación, Michel Houellebecq

 

Es posible que las élites económicas no hayan sido capaces de imponer sus gustos estéticos, o al menos la élite intelectual se ha quedado en eso, un anacronismo indigerible. Parte de esta tesis la defiende Houellebecq en su último libro, donde piensa que se ha impuesto el gusto popular, al menos, desde la muerte de la revolución francesa con el advenimiento del romanticismo. Es posible que esta época de los baby boomers, o al menos donde se impone el gusto mayoritario, sea consecuencia directa de la Segunda Guerra Mundial, no tengo clara la tesis, pero sí he defendido que los gustos burgueses han ido cayendo en una marginalidad hortera frente al aumento imparable de lo popular. Si nos fijamos con atención en los tiempos actuales, donde cualquiera puede acceder al entramado mundial de redes sociales, publicación de contenido e, incluso, de difusión masiva, cualquiera, literalmente, puede ofrecer su talento o su concepción del talento al mundo. Estamos hartos de ver concursos de talentos donde el cantante desafina, no tiene ninguna aptitud o, simplemente, necesita del segundo de gloria para sentirse vivo, el ridículo no forma parte de su universo. Lo sublime es una concepción intelectual de la élite, lo cotidiano es más sencillo de aceptar por cualquier consumidor. La imposición cultural programada por la élite no es tan fácil en un mundo como el actual, de hecho, los agoreros de la imposición de lo anglosajón se han visto superados por la fuerza imparable de lo latino, de lo hindú o de lo kitsch, directamente. Que yo siga disfrutando con Mozart, no significa que no me active con ACDC; que me encante Botticelli, no implica que no me pueda emocionar con El lama blanco. Futilidad y trivialidad, pensamiento líquido, eso me preocupa mucho más. Pero es cierto que el mundo no se explica igual con un vocabulario de mil palabras, ni se transforma, ni se entiende, que con un vocabulario de diez mil; otra cosa es el talento.

miércoles, 6 de abril de 2022

Las gratitudes,Les Gratitudes, Delphine De Vigan

 

Siempre se puede hablar de muchas cosas elegir, pues, un tema es algo relativamente sencillo. Hay desencadenantes internos como el estado de ánimo, la experiencia personal o externos como la lectura, el observar algo o el leer una noticia. La enfermedad es algo espantoso, todas tienen su grado de tremendismo: las enfermedades mentales que anulan a la persona y las aísla de su entorno, las hace vulnerables e incluso violentas; el cáncer que se convierte en un Armagedón contemporáneo que amenaza y atenaza, que asusta y con el que vivimos en nuestro hábitat; las enfermedades neurodegenerativas, crueles, que dejan a la persona con su cascarón y las despoja de dignidad, de recuerdos, de su mismidad; cardíacas, pulmonares, físicas, degenerativas. Todo un muestrario infinito con el que convivimos intentando no preocuparnos más de la cuenta. Ante tanta información, pienso, la hipocondría es casi una consecuencia lógica.

domingo, 20 de diciembre de 2020

La guerra de los pobres, La Guerre des pauvres, Éric Vuillard

 

Vengo a hablaros de mi libro, no dejo de hacerlo en este espacio virtual en que no veo a los invitados, por eso siempre quiero hablaros de mi poesía, de lo excelso de mi escritura, de mi capacidad abrumante de trasformar la realidad y ligar, en buena literatura, personajes y aconteceres varios, porque qué mejor manera de comenzar este encuentro literario, pero cuando empieza el moderador desconcertado pretende dirigir con inteligencia la reunión que ha preparado con tanto mimo, presentar los libros que ha elegido para disfrutar en un goce colectivo en que todos puedan expresar qué les ha movido a llegar a unas conclusiones o a razonar los desacuerdos lectores, pero los participantes están ávidos del disfrute del ego, de la vanidad expuesta del conocimiento, qué mejor manera que con el malabarismo dialéctico, con la diatriba del filósofo rampante, de la inteligencia por descubrir. El recuerdo de mi adolescencia me apabulla, esos cenáculos en el barrio del Carmen donde los escritores solo hablaban de su libro y jamás, con educación, escuchaban hablar al otro del suyo; reconfortante espectáculo que me hizo comprender que la soberbia no es una consecuencia de la estupidez, sino un fin en sí misma, como el poder. Qué penita tiene el rapsoda (nadie habla de su libro) que nadie habla de sus libros, ni de Retrato, ni Decídselo, ni Concierto, ni nada de nada, deberé, más bien me reconfortaré con la autocomplacencia y el victimismo de que nadie me quiere, pobre poeta, mis groupies, que no conozco, me adorarán en silencio y querrán ejercer su poder de madres amantísimas, qué calor Dios, pero mientras, querida lectora, me diré a mí mismo muchas veces mientras venero en su santuario a Umbral como un Calimero postapocalíptico: nadie ha venido a presentar mi libro.(Apunte de bitácora en el año de nuestro señor de 2020, el onanismo es ejercicio magno, más si el fin es escucharse a uno mismo)

viernes, 27 de noviembre de 2020

Vernon subutex 3, Virgine Despentes

 

Leo el blog de Cornelivs reflexionando sobre la amistad, recuerdo a Cicerón y rememoro el pensamiento fascinante del jurista, como que el parentesco lo impone la sangre, pero el amigo nos lo impone la naturaleza de nuestro corazón, primera clave, primera emoción, esa predisposición del ánimo que nos hace quererlo. El amigo verdadero está más preocupado por la salud, bienestar y buen nombre de su amigo que por el suyo propio. Por ejemplo se pregunta: ¿Qué cosa más dulce que tener con quien te atrevas a hablar de todo igualmente que contigo? ¿Cómo disfrutarías tanto en las prosperidades si no tuvieras quien de ellas se alegrase igual que tú mismo? También comunicando las adversidades al amigo se hacen estas más llevaderas, porque la amistad concluye donde termina el interés, porque el primer precepto del amigo es pedir al amigo solo lo honesto y hacer por él solo lo honesto. Y creo imprescindible recordarme estas cosas, decirme que el corazón siempre debe estar abierto a recibirlo, ponerlas ante mí para no olvidar el tremendo privilegio de quien cuenta con uno, de quien sabe que alguien se alegra por él, por su felicidad, por que sea él mismo en todas las dimensiones que le acompañan. Que difícil, que falto de yoismo, que alejado de la posmodernidad blandita y triste, del pensamiento etéreo y líquido, de las aguas cristalinas de las imposturas de las redes; importa tanto tenerlo que perderlo duele como una muerte sin cadáver.

sábado, 24 de octubre de 2020

Suite francesa, Suite française, Irène Némirovsky

 

Una persona que trabaja conmigo ha decidido vivir la adolescencia líquida contemporánea a sus cincuenta en un carpe diem con condón de sabores y una ortodoxia kitsch. La horterada no pasaría a mayores, ni sería significativa, si no viviéramos tiempos de futilidad absolutos, alucinados y entretenidos con este nuevo puritanismo guay que lo impregna todo y propicia el tremendismo de la ofensa, la lengua con eufemismos y la estupidez permeable que lo fía todo al consumo desbocado. Es risible, aunque trivial, si no fuera paradigmático de unos tiempos que parecen un tsunami distópico y que pretenden borrarlo todo: la memoria, la dignidad, la inteligencia, el decoro. Estas nuevas víctimas de la guerra no sucumben con sangre, si no que mueren de inanición y estupidez dentro de un marco que se han creado para no mirar fuera con ojos críticos. La pandemia lo cambia todo porque estábamos preparándonos para cambiar, la pandemia pone en primera línea la dificultad para acercarnos a conceptos complejos como la muerte o enfrentar la hipocresía suicida de no saber qué somos como humanidad cayendo en el buenismo fetén de la armonía universal, el equilibrio y la solidaridad para el otro. Gilipolleces sin límites: la muerte es nuestro fin y los cadáveres son lo que seremos, en ellos nos convertiremos para revertir a la tierra que nos creó. Es más sencillo vestir, comportarse con ese ademán adolescente casual, cool, que nos permite alejarnos del olor que hace en la calle. Esa persona debe pensar que así será aceptado entre la juventud eterna que nunca va a desaparecer, entre las mareas juveniles que perpetúan la aceptación de todos los marcos que se nos proponen. Solo tiene miedo, es un cobarde.

jueves, 21 de noviembre de 2019

El amor dura tres años, L'amour dure trois ans, Fréderic Beigbeder

El amor son tres años, o cuatro, o cinco, o ninguno. ¿Amor o deseo? ¿Pasión, compromiso? No lo sé, no conozco los tiempos, no me interesan, pero sí me interesa pensar en ello, especular, buscar argumentos, un día, sobre el amor eterno, otros sobre la futilidad inconsistente. ¿Amor o deseo, o pasión? ¿Es lo mismo darse que desear? Puede que sea cierto que el deseo y la pasión duran tres años, o dos o cuatro, pero el amor, no sé, parece que el amor es más duradero, ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo, o deseo, o pasión? Igual es el sexo el que dura tres años a duras penas, en otras ocasiones es más efímero y no pasa de una noche triste, o gloriosa. Pero igual el amor se agota cuando se quiere poseer al otro, cuando no se deja ser. No importa, seguiré especulando, seguirás especulando, seguiremos convenciéndonos de lo que necesitemos convencernos.

miércoles, 1 de mayo de 2019

Serotonina, Sérotonine, Michel Houellebecq

Resultado de imagen de houellebecq serotoninaQuería haber escrito tres entradas, al menos al mes, pero la desidia me lo impide, una descorazonadora desidia que me invade y me lleva a una inacción preocupante. Me sigo excitando con cada lectura, lo reconozco, y mi ritmo es adecuado, pero ponerme a escribiros, escribir, sobre lo que pienso o siento con cada una de ellas cada vez me resulta más complejo, diría, si no fuera porque lo considero muy cursi, insoportable. Pero muchas cosas me resultan insoportables, para qué engañarme: moverme, entrenar, escribir, dirigir, enseñar, disfrutar, amar, odiar, ser, no ser. La vida es difícil siendo muy fácil, por eso, a veces, el vacío.

miércoles, 30 de enero de 2019

El orden del día, L'Ordre du jour, Eric Vuillard

Resultado de imagen de el orden del diaEstoy dando una clase de literatura en un bachiller científico. Buena gente, buenos alumnos, parece que escuchan, parece que se interesan, pero sé que no van a leer, sé que he de dar una clase de literatura sin que hayan leído un solo libro. Es algo paradójico, a mí me parece absurdo, me parece ridículo hablar del realismo mágico y que no hayan leído a Carpentier ni a Márquez, pero es el mal de nuestro tiempo, porque tendría que hacer preguntas aún más complejas como si todos los profesores que dan literatura realmente se han leído los libros canónicos que marca el currículo, tú lo sabes, lo sé yo: muchos no.

miércoles, 2 de enero de 2019

Vernon subutex 2, Virginie Despentes

Vernon Subutex 2 (ebook) - Despentes VirginieLlega el fin de año, o el nuevo, no importa, y parece necesario hacer balance de lo que hemos hecho, de si la vida ha ofrecido las recompensas esperadas. Es un ejercicio absurdo, obviamente, porque la vida no se mide en los años que van y vienen, para nada, se mide en los hechos, en lo que hacemos, en el presente, en la posibilidad de seguir creciendo y respirando, en sentirse uno mismo independientemente de los tiempos que han ido pasando. Pero se impone el balance, es una enfermedad humana, una necesidad incontrolable que afecta, claro está, al ego ( Los egos funcionan como las pollas: no hay conciencia que pueda evitar que se empalmen) que nos domina en esta dimensión alocada de lo inmediato, es como ser capaces de parar y darnos cuenta de que hay cosas que han sido o que han acontecido, esclavos, vaya, de la vorágine enfermiza de los tiempos.

martes, 19 de junio de 2018

Vernon Subutex I, Virgine Despentes

Resultado de imagen de vernon subutexQué difícil es sentarse a escribir a final de curso académico, difícil, difícil, pero no he podido resistirme a volver a este espacio que me llena, que hace que la frustración sea más llevadera y la memoria más sistemática. Cuando lees tanto, ahora algo menos, siempre estás con el miedo de no volver a encontrar libros que te estimulen, que te hagan feliz de esa manera tan peculiar en que lo hace la literatura, es como si sufrieras el temido síndrome del impostor o del tonto del haba que piensa y teme cosas ficcionales. Pero siempre tenemos espacios nuevos para ilusionarnos, para hacernos creer que existen lugares inexplorados maravillosos que están ahí afuera, al alcance de nuestro ojos y elaborables con nuestra imaginación.

jueves, 26 de octubre de 2017

Balzac y la joven costurera, Balzac et la petite tailleuse chinoise Dai Sijie

Resultado de imagen de balzac y la joven costureraHace tiempo que no leía un best seller y no me acordaba de los pequeños placeres que te proporciona, a saber, te permite leer sin comprometerte, con identificaciones viscerales con los personajes y las situaciones. La verdad que me acerqué al libro pensando en la tiranía de la revolución cultural y cómo todo totalitarismo lo  que pretende es la disolución del yo en la masa; me conocéis de sobra y sabéis que algunas de mis lecturas van en ese sentido, en comprender los extraños mecanismos con que el totalitarismo abusa, diluye, y anula la personalidad y convierte la tribu, el clan, en lo identitario. Siempre me he preguntado cómo dentro de esa identidad ficcional, del pueblo, se determina lo justo, cuáles son los valores revolucionarios, es decir, quiénes establecen las líneas que ha de seguir esa palabra tan manida: pueblo.

domingo, 13 de septiembre de 2015

Sumisión, Soumission,Michel Houellebecq

PN 893Una de las normas absurdas que sigo a la hora de elegir lecturas es no saber nada ni de la lectura ni del escritor. Bueno, esto es una verdad a medias: prefiero no saber nada del escritor. En más de una ocasión he comentado que me interesa muy poco la vida, obra y milagros de los autores, soy de los que piensan que la mayoría de las obras que se escriben obedecen a principios oscuros, es decir, irracionales, difícilmente controlables por el autor. Cuidado bloggero, esto no significa que el autor no controle su obra, o no escriba la obra que quiere escribir, más o menos, no, significa que el autor sufre procesos subconscientes, inconscientes e incluso conscientes que se escapan de la creación. Obligatoriamente los elementos irracionales hacen acto de presencia en una u otra ocasión; esto no significa que la obra obedezca en exclusiva a un acto artístico, para nada, esto significa que controlamos menos de lo que queríamos, y ahí está la emocion, lo literario, lo sublime de esta dimensión que nos lleva a otra vida.

domingo, 9 de agosto de 2015

Nada se opone a la noche, Rien ne s'oppose à la nuit, Delphine De Vigan



PN 812La biografía es un género extremadamente anodino y prescindible. Siempre ha habido un gusto por saber los secretos más recónditos de los grandes hombres y mujeres, todas y cada una de sus ocultaciones más íntimas, desentrañar, sin pudor, sus miserias para convertirlos en seres humanos como nosotros, idénticos, para desmitificar el genio que pudiera haberse escondido tras las acciones sobresalientes que los llevaron a la fama. Ahí radica el interés, en la fama, en sus obras, en sus inventos, literaturas o artes, sin embargo no podemos perdonarles su condición de hombres o mujeres, necesitamos saber de sus miserias. Hoy en día es difícil que prospere la biografía, claro, hay cientos de programas que desnudan, a diario, a esos personajes que antes podíamos observar con un cierto misterio, rodeados de un aura divina que los hacía intocables. No hay nadie intocable ya, todos somos víctimas de la pornografía obscena de lo público, de las redes sociales, de los programas de cotilleo que vienen a ser, más o menos, un género reestablecido de biografías no literarias.