Dieciocho
horas. Meses. Días en la enfermedad, observando, cuidando, haciendo
a quien no puede hacer, vigilando. Dieciocho horas. Sin agosto, sin
Navidad, con la extrañeza de que todo ocurre por algo y tú haciendo
lo que necesitas hacer; no tienen por qué entenderte. Dan para
mucho, para pasar horas tirado en un sillón, para no ver el móvil, para leer un libro y otro, este por ejemplo, pensar y no hacerlo.
Dan para no felicitar a nadie, no porque no haya que felicitar, no,
por no tener ganas, ni de un café, vaya, de ver, entonces, quién no
escribe, quién no felicita, no lo necesitarán tampoco, escritor no hagas trampas ellos también pueden querer silencio. Papi dice
que la gente no está a la altura de su amistad, lo respeto, nadie
está a la altura de nuestra amistad, incluidos nosotros mismos, que
no somos mejores, pero sí únicos, nos confunde la lengua, si no
felicita no felicito, pues bien, si no me llama no llamo, mejor,
igual no quiere hacerlo papi, igual que tú no lo has hecho, pues
igual, así que piensas en cuando decidiste que no , que buscarías
la amistad en un partido de futbol, en una bicicleta, en un almuerzo
(sí, pero sigues sin hablar de literatura con nadie, mentira,
escritor, lo haces aquí con todos los que te leen, vaya, hablo de
literatura). Papi son las expectativas, siempre tan elevadas para los
otros, tan condescendientes con nosotros mismos, sabes, lo he dicho,
que dejé de tenerlas, las tendré de alguna manera, supongo, pero no
espero nada de nadie, exageras, exagero, soy otro, de verdad que me
satisface, un poco, hablar de futbol, pero si no te gusta, mas me
mantiene en el mundo, y ¿la literatura, lo elevado? En mi cabeza,
en las dieciocho horas, en saber que volveré a hablar del campo con
quien no me ha felicitado, ni falta que hace, algún día volverá la
vida. Dieciocho horas de alarmas en los aparatos, de habitación
aislada, de enfermeras y antibióticos, de sangradas y de silencio,
de agotamiento. No importa, es lo que he decidido, seguro que lo
entiendes, papi, no lo hago por ti, lo hago por mí.