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viernes, 1 de mayo de 2015

Diario de golondrina, Journal d'Hirondelle, Amélie Nothomb

PN 686Un diario. Vuelvo a leer un diario. Me ha costado decidirme, no me gustan los diarios, sin embargo me gustan cuando son auténticos, personales, cuando demuestran las contradicciones del autor y no se convierten, en exclusiva, en un  monumento al ego descontrolado del fulano. Entonces, igual, me gustan los diarios, vaya lío que me he armado.Vaya. Un diario, lo tomo y veo que es breve, muy breve, sencillo, sin pretensiones, lúdico. Lo hojeo-ojeo, todo, lo tomo, lo vuelvo, lo examino, lo pienso, lo mal leo. Es el momento de decidirme, tipo duro, también de diarios se nutre la literatura, así que aquí me tenéis, comentando este librito que se ha dejado leer a pesar de mis prevenciones injustificadas.

martes, 21 de enero de 2014

Estupor y temblores,Stupeur et tremblements, Amélie Nothomb

PN 459La frescura en literatura es una virtud que agradece el lector que, en ocasiones, se cansa de la explicación intelectual del mundo. La frescura, entiendo, es la característica que da a la novela, a los escritos en general, ese aire juvenil y alegre que contagia las ganas de vivir y de leer. Hay libros que nos marcan por su contenido, por su programario, por sus tesis, por la belleza de su universo, pero también hay libros que nos marcan por su dulzura, su inocencia, su simplicidad, su facilidad para ser leídos. A mí me encantan los libros canallas, lo sabéis queridos lectores, también la poesía, la imaginación como arma contra la indolencia del mundo, pero la dulzura de un personaje, la belleza de lo simple, ¡ay! es sublime.