La literatura es el escaparate sorprendente de la realidad. La literatura es la sorpresa asegurada. La literatura es mi universo particular que comparto, curiosamente, con todo el mundo que lee.
La Acabadora
es un libro redondo, extraordinario. No es policiaco, por las
suspicacias, es literatura, es una historia que evoluciona, que vive,
que hace vivir a unos personajes tan reales como tú o como yo. Es un
libro sorprendente, reflexivo, pura literatura en estado puro. Es un
libro instintivo, visceral, doloroso, fiel al espíritu de la autora. Es
un libro. ¡Vaya tela!
La reflexión sobre la vida y la muerte
estremece, la propuesta sobre la eutanasia hace que no deje indiferente a
nadie. Las cosas tienen un nombre, y la muerte no es el final invisible
que nos quieren vender para crear una humanidad carente de sufrimiento y
vacía de contenido, no la muerte es la muerte, es el finiquito, es
dolor, es duelo razonable, es temor, y, es posible, que tengamos que
aprender a nombrarla de nuevo: la muerte nos configura como todo lo
demás, y esconderla es un flaco favor que nos hacemos a nosotros mismos.
Imaginad
la antigua Cerdeña, bueno, no tan antigua, hace 40 o 50 años. Así como
existen parteras, existe también una acabadora para los últimos
momentos, una dama de negro que dulcifica el último suspiro con la
naturalidad del primero. La acabadora es un personaje de una ética
impecable, con las contradicciones necesarias para hacer de ella un
personaje real, en fin, un gran trabajo, una gran novela.
Como siempre os dejo la sinopsis de la editorial SALAMANDRA:
Siguiendo
una costumbre sarda cuyos orígenes se pierden en el tiempo, una anciana
y una niña se unen a través del sagrado vínculo de la «adopción del
alma». Estamos en Soreni, un pequeño pueblo de Cerdeña, en los años
cincuenta. Bonaria Urrai, la modista del lugar, mujer de antigua belleza
y perenne soledad, ha adoptado a Maria, cuarta hija de una familia
humilde que la descuida. Así pues, la vida de la niña, ahora fill’e
anima —«hija de alma»— de la tía Bonaria, se transforma por completo, y a
su fina percepción no escapa el aura de misterio que envuelve a su
nueva madre: los largos silencios, las extrañas salidas nocturnas y la
sombra de temor que enciende los ojos de quienes se cruzan en su camino.
Y aunque Maria crece feliz y amada junto a Bonaria, en realidad ignora
una verdad que todos conocen: además de coser vestidos, su madre de alma
es la mujer que reconforta a quienes se acercan al final del camino.
Galardonada con el Premio Campiello, el de mayor prestigio de Italia, La
acabadora aborda el eterno tema del fin de nuestra existencia desde una
perspectiva única: la de una comunidad que, desde tiempos ancestrales,
ha sabido enfrentar ese último paso de forma colectiva y desprovista de
tabúes y falsos pudores, recreando un universo atávico que, de alguna
manera, se mantiene presente hasta nuestros días.
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