Mostrando entradas con la etiqueta Imre Kertesz. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Imre Kertesz. Mostrar todas las entradas

martes, 26 de enero de 2016

Un relato policíaco, A nyomkereső: Két regény. Detektívtörténet, Imre Kertesz

Resultado de imagen de un relato policiaco imreLa literatura nunca es fútil o trivial, al menos la literatura que pretende algo. ¿Toda la literatura pretende algo? La literatura sí, el entretenimiento, no lo sé. La literatura adopta el género que más le conviene para reescribir la realidad que se agolpa a nuestro alrededor, para domarla y lanzárnosla con toda la fuerza de la palabra. Por eso hay literatura policíaca, de aventuras, política, filosófica, y muchas más, pero lo que las caracteriza es la marca de ser, de buscar más allá del puro convencionalismo genérico y trascender al lector como vehículo de revisión, de reflexión o de contemplación.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Liquidación,Felszámolás, Imre Kertész

 La literatura es revolución, placer, el único camino a la libertad porque expresa el sentimiento más profundo del hombre, la trasformación de lo que percibimos como real, modelándolo para hacerlo más digerible. La literatura es la verdadera protagonista, el hilo conductor de la trama, el fin y la lectura moral de la obra. Imre Kertész sacraliza el acto literario y lo convierte en un canto a la libertad individual, a la liberación del yo y a la expresión del deseo. Vida y obra fundidas, imperceptiblemente separadas por la percepción o las palabras, no importa, porque la lectura nos lleva de un lado a otro de las realidades, ¿Cómo alejarme de la realidad, de ese concepto del todo inasible e incognoscible del que la imaginación, a Dios gracias, nos mantiene eternamente alejados? Pues eso lectores, pues eso.

lunes, 4 de febrero de 2013

Sin destino, Imre Kertesz

Portada Sin destinoSin destino, sin esperanzas, solo pensando en el día a día, en cada paso, en el siguiente, en lo inmediatamente presente. Sin futuro, sin ilusión de un porvenir, dejándose ir en la vorágine de un tiempo que nunca le debió tocar vivir. Sin sentimentalismos, sin apasionamiento, solo contando lo que se ha vivido en el infierno. Esta es nuestra novela, una obra imprescindible del sigo XX.