La lectura es un placer indescriptible. Escribir un sufrimiento asumible
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21 febrero 2015
El arrancacorazones, L'Arrache-cœur, Boris Vian
04 mayo 2014
Que se mueran los feos, Et on tuera tous les affreux, Boris Vian, Vernon Sullivan
El divertirse cuando leemos es tan importante para nosotros como el disfrutar del mero hecho lector. Me explico. No toda la literatura se encamina al goce intelectual, a la pasión gramatical, al puro placer estético o moral, no, hay también una literatura encaminada a la diversión, a la risa como antídoto contra tanta estupidez; sin embargo, esta literatura no tiene que renunciar a la reflexión, a la crítica social, o al puro placer estético como placer artístico, y eso, creo, es lo que consigue Boris Vian con su libro, recordarnos que reír es magnífico, que la ironía es fundamental para entender el mundo contemporáneo, y que la necesidad de leer no se acaba en una sucesión de frases más o menos brillantes.
01 enero 2013
Escupiré sobre vuestra tumba, Boris Vian
Boris Vian es uno de los autores más interesantes del siglo XX. Polifacético, fue músico de jazz, novelista, poeta, filósofo. Su vida es desmedida, igual que su literatura, y aunque no me suele interesar la vida de los autores, reconozco que existen ciertos aspectos de lo que me pudiera imaginar que fue la vida de nuestro autor.
En su tiempo, cuando fue publicada, llegó a ser el Best Seller de moda en 1947, fue sacada a las librerías con un seudónimo de un autor de nombre negro: Vernon Sullivan cuya finalidad es denunciar el racismo y las condiciones de esclavitud de los negros en Estados Unidos.
16 septiembre 2012
La espuma de los días, L'Écume des jours, Boris Vian
Vaya, llevo dos libros seguidos que me han dejado noqueado. Dos clásicos extraordinarios, llenos de vitalidad, inteligencia y buena literatura. Miller y Vian, dos personajes que vivieron en París, que conocieron la vanguardia, que quisieron hacer literatura con una finalidad: la transformación de la realidad a partir de la inteligencia del creador, dos autores que se columpian entre el surrealismo, el vitalismo poético y la descripción absurda de una realidad que destruye la inocencia.
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