La verdad que no iba a escribir nada de nada, iba a dejarlo pasar, pero he decidido que es necesario, al menos, explicar algunas cosas.
Los
best sellers tienen una mala fama
ganada a pulso. Me explico. A lo largo de los años se ha ido introduciendo una
literatura de consumo que ha gozado de un gran éxito, y una serie de adeptos que
se contentan con argumentos banales que les ayudan a pasar las tardes de butaca y
TV, hacen que estos triunfen y el grupo de personas que hay detrás de los
mismos se forre. Es cierto que también os he hablado de best sellers muy
dignos, escritos con criterio, y que proporcionan un gran placer intelectual.
Desde luego este libro no pertenece al segundo grupo. A mí este hecho, en
principio, no me importa, en realidad cuando han caído en mis manos libros de
estos, los he leído y, en ocasiones, me he divertido.