El mundo de los relatos es tan complejo como fascinante. Tardé en llegar a él por los prejuicios culturetas que había en mi generación. Es posible que entendiéramos los cuentos como el género pobre de la novela o como un hermano menor a medio hacer, solapado por la fuerza de las grandes obras. No lo sé, pero llegué tarde. Sin embargo, pronto quedé fascinado por la capacidad de síntesis, el oficio que llevaba al escritor a conseguir condensar toda una trama en unas cuantas hojas. Tal vez en ese momento, me aficioné al realismo sucio, a la hermosa sencillez de los enunciados cortos, la ausencia de subordinación, de descripciones interminables; ello nunca ha implicado que no disfrute con lo meramente literario, el arte por el arte, vamos, pero sí que tengo cierta tendencia a ese tipo concreto de narrar. Nuestra autora, pues, cubre mis necesidades, me ha proporcionado un placer infinito; es lo bueno del placer diferido e intelectual. El libro lo leí durante muchos meses, lo simultaneaba con otros muchos, cada vez un relato, luego descanso, así hasta completar su lectura.
La lectura es un placer indescriptible. Escribir un sufrimiento asumible
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19 marzo 2025
Cuentos escogidos, Joy Williams
El mundo de los relatos es tan complejo como fascinante. Tardé en llegar a él por los prejuicios culturetas que había en mi generación. Es posible que entendiéramos los cuentos como el género pobre de la novela o como un hermano menor a medio hacer, solapado por la fuerza de las grandes obras. No lo sé, pero llegué tarde. Sin embargo, pronto quedé fascinado por la capacidad de síntesis, el oficio que llevaba al escritor a conseguir condensar toda una trama en unas cuantas hojas. Tal vez en ese momento, me aficioné al realismo sucio, a la hermosa sencillez de los enunciados cortos, la ausencia de subordinación, de descripciones interminables; ello nunca ha implicado que no disfrute con lo meramente literario, el arte por el arte, vamos, pero sí que tengo cierta tendencia a ese tipo concreto de narrar. Nuestra autora, pues, cubre mis necesidades, me ha proporcionado un placer infinito; es lo bueno del placer diferido e intelectual. El libro lo leí durante muchos meses, lo simultaneaba con otros muchos, cada vez un relato, luego descanso, así hasta completar su lectura.
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