03 abril 2025

Gallo loco, Crazy Cock (originally titled Lovely Lesbians) Henry Miller

A veces me da por las rarezas. Me explico, busco obras o relatos de un autor que me gusta e intento conseguirlos y leerlos. El gusto por Miller me viene de lejos (en el blog encontraréis entradas sobre El coloso de Marusi, El ojo cosmológico y La sonrisa al pie de la escalera), he ido leyendo sus obras principales: los Nexus, Plexus, Sexus, Trópicos a lo largo de los años y siempre me ha gustado cuando se adentra en el surrealismo aderezado de un egocentrismo adolescente e inmaduro que me identifica. Lo que quiero deciros es que la literatura juega con los autores y estos con nosotros, no toda la obra de nuestro autor favorito merece la pena, para nada, pero sí merece la pena descubrir todo lo que ha escrito.

En el relato Gallo loco de Henry Miller, nos encontramos con Tony Bring, un hombre que se encuentra solo, sumido en sus pensamientos sobre la vida y la justicia. La soledad de Tony es interrumpida por la llegada de Vanya, también conocida como Miriam, cuya presencia trae consigo una serie de reflexiones y cambios.

 

Llevó una vida singular al lado de la mujer krupanowa. Drogadas con el ritual de la misa, se tambaleaban hasta el matadero, y de ahí a las vidas de los Papas. Recorrían con sus dedos la piel de los cretinos y de los elefantes, fotografiaban joyas y flores artificiales, y culís desnudos hasta la cintura; exploraban los patológicos monstruos del mundo de los insectos y los aún más patológicos monstruos de Roma. Por las noches soñaban con los ídolos enterrados en la morena de Campeche y con toros embistiendo desde la estacada para venir a morir bajo los sombreros de paja.

 

El escenario del relato es un rincón remoto y desolado de América, con vastas llanuras y un paisaje inhóspito que refleja el estado interno de los personajes. Vanya, influenciada por una mujer Krupanowa, experimenta una transformación profunda, tanto personal como artística. Adopta una nueva identidad y una pasión renovada por su trabajo, lo que añade una capa de complejidad a su relación con Tony.

 

Ahí estaba sentado, el pequeño y repugnante farsante, con sus rizos dorados y sus puntiagudas uñas chinas. Estaba casi en el escaparate, de espaldas a la calle. Su parecido con Juan el Bautista era sorprendente. Cuando se levantó, mostrándose plenamente, se transformó de súbito en un mastín, esa raza inteligente que aprende a caminar sobre sus patas traseras después de arrebatar algunos trozos de carne cruda. Exhibía una expresión habitualmente plácida. O acababa de comer bien, o estaba a punto de hacerlo. Una pasividad oriental. Un lago de cristal que al ondularse se rompería.

 

La relación entre Tony y Vanya es un reflejo de la soledad y la incomprensión que ambos sienten. A través de sus interacciones, el relato explora temas como la identidad, la transformación personal y la búsqueda de un propósito en un mundo caótico. La narrativa de Miller nos lleva a cuestionar nuestra propia existencia y las decisiones que tomamos en la vida.

 

Las perras a cuyos oídos susurraba tartamudeando sus delicadas palabras lo miraban con infatuada incomprensión. Con relación al sexo opuesto, a él solo le preocupaba una cosa –que sus mujeres tuvieran los órganos necesarios para su gratificación. Fuera de eso, poco le importaba si eran morenas o blancas, bizcas o sordas, enfermas o imbéciles. En cuanto a ese pequeño farsante, Willie Hyslop y su pandilla, uno no podría decir nada a menos que le viera de la cintura para abajo, y aun así el problema era complicado.

 

La fuerza primitiva de la escritura de Miller, ese egocentrismo adolescente del que os he hablado, me cautiva. El surrealismo, el automatismo, los paisajes oníricos, la irrealidad de las acciones. Cuando se escribe hay que hacer un gran trabajo sistemático y duro, pero no siempre existe el talento y ese hecho diferencial es el que construye la literatura. Qué hermoso es esto.

 

Súbitamente, sin ningún obstáculo ni advertencia, un dinamo se desató en su interior. Cada partícula de su derretido ser se crispó violentamente con una estremecedora embriaguez... Abigarradas palabras la drogaban con venenosa concupiscencia... Supo que detrás de todas las cosas, sublimes o innobles, se escondía una turbulenta fuerza vital, un significado y una belleza de lo cual el arte, por glorioso que fuera, era tan solo un pálido reflejo. “¡Quiero vivir!”, murmuró salvajemente. “¡Quiero vivir!”

 

En resumen, Gallo loco es una obra que nos invita a reflexionar sobre la vida, la soledad y la constante búsqueda de sentido. La transformación de Vanya y la relación con Tony nos muestran que, a pesar de las dificultades, siempre hay espacio para el cambio y la redención.

 

Se puede encontrar en internet. Os pongo la sinopsis que he sacado de Grove/Atlantic (traducido con Google)

 

Escrita entre 1928 y 1930, pero nunca antes publicada, la novela autobiográfica de Miller que describe su ira por la amante lesbiana de su segunda esposa es una actuación incómoda. El aspirante a escritor Tony Bring, representado como un alma sensible en un mundo podrido, es un matón misógino. La hechicera morbosa Hildred, inspirada en la desequilibrada esposa de Miller, June Mansfield Smith, se presenta como una pseudobohemia. Su amante, la pintora y poeta Vanya (basada en Jean Kronski), con un pasado inventado como princesa bastarda de Romanoff, tiene una figura patética. El trío vive en un apartamento en el sótano con frescos en Brooklyn y retoza en Greenwich Village. Los viciosos comentarios y referencias antisemitas reflejan la obsesión que preocupó a Miller (Trópico de Capricornio) hasta después de la Segunda Guerra Mundial; su homofobia también es ofensiva. A pesar del poder verbal de muchos pasajes, esta novela sigue siendo sensiblera, su sobrecalentado surrealismo heredado, su prosa púrpura y su decadencia consciente prefiguran la egomanía adolescente de gran parte del trabajo posterior de Miller.

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