martes, 7 de junio de 2022

La policía de la memoria, 密やかな結晶, Yoko Ogawa

 

La memoria es la madame de nuestra vida: nos aturde, nos somete, nos engaña y se permite cualquier lujo a su alcance para conseguir el control. La memoria se ancla en nuestra vida para ayudarnos a no caer en los mismos errores o para aprender. En un mundo en que se intenta erradicar, en que la historia ya no es la historia, en que el pasado se manipula y se presenta al antojo del idiota de turno, casi me atrevo a reivindicar la memoria. Por ejemplo, reivindico la parcialidad histórica en la memoria viviente y sangrante de guerra,hambre y muerte de mi abuela; reivindico los conocimientos acumulados inservibles que me ayudan a comprender con rapidez muchas cosas que pasan a mi alrededor; reivindico mis recuerdos, aun sabiendo que son ficciones, porque me han configurado en todas mis dimensiones; reivindico el amor que no encontré en la niñez, pero que creo ver en ecos rememorados; reivindico el viaje a Brasil que jamás hice, pero que siempre creí haber hecho (somos así los lunáticos); reivindico todos y cada uno de los momentos que me han dolido, que me han machacado, que me han construido; reivindico la historia y la filosofía. La memoria es un ente manipulado, claro, reconstruido, por supuesto, pero fundamental para ser. Reivindico, sí la memoria, jamás la añoranza. Bendito Orwell. 

Libro interesante, doloroso, inquietante. La memoria de lo presente, curioso, es decir, la memoria que ayuda a saber utilizar una cafetera, leer un libro, escribir. Esa memoria desaparece por imposición de los mandarines, cada cierto tiempo un momento. Desaparece utilizar una cuchara, desaparece saber leer, desaparece todo el mundo, entonces el universo se desdibuja, porque lo que no conocemos no lo vemos, no lo asimilamos, nos parece un fantasma que está lejos de nuestro alcance. Pero es duro.

Los personajes van viviendo en esta inquietante isla, perdiendo los objetos y sus recuerdos, sometidos al control omnipresente, fascista, del poder. La policía se encarga de eliminar los disidentes, los que rememoran, aquellos que pueden decir, no, lo siento, eso no fue así, pero no, alguien dicta lo que se ha de pensar y sentir, hacer o recordar, es una alegoría de nuestro tiempo, de la manipulación de las imágenes, de la manipulación de la historia, de la manipulación de la sociedad, de la ciudadanía: esto fue así, no asá y punto; el rescate de la evidencia tampoco sirve, se dirá que no es, por lo tanto, no existe.

La novela explica desde el comienzo la trama y ayuda al lector a construir un marco de expectativas para poder jugar con las emociones. Lo hace de una manera pausada, sin estridencias narrativas, consiguiendo una lectura muy cómoda.


Mucho antes de que vinieras a este mundo— me decía mi madre cuando yo no era más que una niña— , la isla estaba repleta de cosas que han desaparecido paulatinamente y que ya no se encuentran entre nosotros. Se trataba de objetos, conceptos e incluso seres vivos de lo más variado y con las más diversas características: transparentes , aromáticos, zigzagueantes como culebrillas o brillantes como diamantes… Cosas maravillosas que ni siquiera tú, mi niña, eres capaz de imaginar.


La trama va desarrollándose sin sobresaltos, las cosas desaparecen y la carencia de un objeto alcanza a la delimitación del lenguaje que no precisa sus límites y provoca el olvido. Hay un doble mecanismo en las desapariciones; la propia desaparición y la acción de los ciudadanos que contribuyen al olvido de cualquier sensación asociada. Hay, por lo tanto, una colaboración necesaria, un seguidismo que los hace partícipes de la política de cancelación.


Tuve la impresión de que el viento solo se llevaba los pétalos de las rosas, dejando intactas las demás flores. ¿Cómo es posible? —Inquirí mientras desprendía con el dedo pulgar cáscaras de óxido adheridas a la barandilla de la cubierta.

¿Acaso hay que buscar alguna razón para ello? No creo que la haya. En cualquier caso, lo único cierto es que las rosas han desaparecido.


La novela se encuentra con resultados felices, sin embargo su corrección hace que el lector pueda sentirse frustrado, porque se esperaba más de una trama tan buena que no llega a analizar con total profundidad la importancia de la historia que ha encontrado, y no lleva lo lejos ciertos momentos de la novela que sugieren, tal vez, una técnica consciente para conseguir el clímax final.


Sin embargo, ocurrió lo que la anciana aquejada de dolor de rodillas predijo. La primavera nunca llegó. Los calendarios quedaron reducidos a cenizas y nosotros encerrados en un eterno invierno nevado.


El olvido es dejar en el desván recuerdos que desaparecen. Todos vivimos con la pérdida de cosas que fueron y ya no están, asumiendo que la pérdida es parte inherente de la existencia.


Ante la expansión del vacío de la memoria, poco más podemos hacer aparte de encogernos de hombros, resignarnos y apañarnos con lo que nos queda. Así viene siendo desde hace muchos años.


En Tusquets


Nº de páginas: 400

Editorial: TUSQUETS EDITORES

Idioma: CASTELLANO

ISBN: 9788411071116

Año de edición: 2022

Plaza de edición: BARCELONA

Traductor: JUAN FRANCISCO GONZÁLEZ SÁNCHEZ

Fecha de lanzamiento: 04/05/2022

Alto: 19,00 cm

Ancho: 12,50 cm

Colección: MAXI TUSQUETS

En una pequeña isla se produce un misterioso fenómeno. Un día desaparecen los pájaros, al siguiente podría desaparecer cualquier cosa: los peces, los árboles... Peor aún, también se desvanecerá su memoria, al igual que las emociones y sensaciones asociadas a ellos. Nadie sabrá ni recordará entonces qué eran. Hay incluso una policía dedicada a perseguir a los que conservan la capacidad de recordar lo que ya no existe. En esa isla vive una joven escritora que, tras la muerte de su madre, intenta escribir una novela mientras trata de ayudar a su editor, que está en peligro porque forma parte de los pocos que recuerdan.



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