viernes, 16 de agosto de 2019

Factotum, Charles Bukowski

Factotum: 2 (Compactos)Deambular. Vagar. Viajar. En mi estatismo proverbial alucino imaginando mundos por vivir, aventuras que, con total seguridad, no se van a producir. Así que he de lanzarme en manos de la literatura, de la lectura compulsiva en la cual salto de un libro a otro sin remedio. Mi madre me dice que lleva en dos días cuatro policíacas, mi padre, envenenado por Brunetti, se ha zampado ocho novelas en el espacio de una semana, como si fueran canollis de un bar de Venezia. Es lo que tiene la literatura, cuando no podemos comer pasta paseamos por Camillieri o Donna Leon, y si queremos tomates, nos vamos a por Markaris. Pero si queremos algo diferente podemos volver a Bukowski, a su mala educación en un sentido literal, es decir, a una manifiesta y concienzuda determinación de romper con lo lineal de la conducta burguesa. Profundicemos.

Hablo a menudo de romper con los parámetros burgueses, como si me hicieran sentirme incómodo y mi vida regalada, mejor que la del ochenta por cien de la población mundial, en un espacio privilegiado como es Valencia, en un país como España con una calidad de vida inimaginable para alguien que viva en el otro veinte por cien del mundo, como decía, como si mi vida regalada me hiciera sentirme culpable, nada más lejos de la realidad. No lo olvidemos, la culpa es un virus que se nos inocula de niños para tenernos controlados, para aceptar, sin muchos remilgos, las diferentes fases de la ingeniería social de la que gustan gentes que, ni mucho menos, son los mejores, los más inteligentes ni los más preparados, pero si tenemos culpa de clase es mucho más sencillo aceptar la normalización del control. Por eso, aunque suene rarísimo, vuelvo a Bukowski. Sí, vuelvo porque su ruptura con el sistema es real: yo lo acepto y sueño, participo de lo deseado, él rompe, permanece al margen porque, consciente de qué significa ser privilegiado, de qué significa la culpa y el control, decide mantenerse fuera y así aparece una palabra fantástica,marginado. Porque es un marginal. 
 
Era, sin embargo, muy concienzudo con el papel del water y las cubiertas de las tazas: para mí eran algo comprensible. No hay nada peor que finalizar una buena cagada, ir a mirar y encontrarse con que no queda nada de papel. Hasta el más despreciable ser humano de la tierra necesita limpiarse el culo.

En Factotum vemos cómo deambula por los diferentes trabajos que le ofrecen para poder sobrevivir: almacenes, conductor, repartidor, qué se yo, un montón de trabajos que solo son etapas en su camino, un camino que no le lleva a ninguna parte o que es la etapa iniciática del Bukowski escritor, no lo puedo determinar, pero que, sin ningún género de dudas, es el camino que, como un homo viator, lo he dicho en alguna ocasión, toma el autor para ir perfilándose como escritor. Tal vez sea esta su meta, escribir, pero da lo mismo, su vida es un viaje por el margen, y el margen conlleva un alcohol no clasista, es decir, no es la copa al atardecer del trabajador que se siente satisfecho de haber cumplido son su cometido en la colmena; el sexo no es la plácida sensación del amor en brazos de quien se ama, de una esposa amorosa que nos espera perfumada y perfecta, no, el amor es obsceno y violento, es, como digo, margen, límite, donde ellas se muestran con los mismos perfiles que él, Jan es alcohólica, promiscua, violenta, vulgar e imprecisa, no puede ser de ninguna otra manera en este viaje por los límites de lo correcto; los trabajos no son los que se esperan de alguien que ha estado, al menos, dos años en la universidad estudiando periodismo, no, no es un trabajo digno en el sentido burgués, es un trabajo al margen, un trabajo rechazado socialmente que solo hacen chicanos, negros o Chinasky, porque solo quien permanece fuera del sistema puede ayudar a sustentar el sistema; las amistades no son familiascon hijos que llegan el domingo de barbacoa, no, son individuos hostiles entre ellos, sin aprecio por lo otro, sin empatía. Por eso me estimula nuestro autor, porque me presenta, de una forma grotesca, obscena, patética y cruel, la realidad que subyace al enorme parque de atracciones en que nos hemos instalado, parque donde no hay lugar para la víscera, para la parte irracionalo creativa, donde se ha de medir el pensamiento, la palabra, donde ser iimplica estar sometido a unas reglas que, en muchos casos, son dudosas, dondelas redes sociales escenificanla mayor apuesta pornográfica de la historia de la humanidad, donde lo individual ha de diluirse el lo colectivo-correcto. No me gusta que vomite, no me gusta que intente violar borracho a otra mujer borracha, no me gusta que se mee en el trabajo, pero acepto que es su manera de gritarnos que qué coño estamos haciendo, que quién coño somos, que dónde cojones andamos y, sobre todo, por qué narices vivimos.
Como decía parece un lazarillo, currante de varios amos, buscando perderse en un mundo oscuro, despreciando,en lo básico, otro de los pilares básicos de la moral del trabajo. Me gusta cómo describe a algunos personajes.

Las líneas de su rostro no tenían interés ni mostraban carácter; su cara parecía como si hubiese sido doblada muchas veces y luego desplegada, como un pedazo de cartón.

En realidad estamos más bien ante un libro de relatos que ante una novela, pero los estilos y los géneros no funcionan mucho con él. La novela son escenas que empiezan y acaban engarzadas por el nexo común de los hechos que narra siempre en primera persona, ficcionando su realidad, desnudándose literariamente, mostrando sus bajezas morales y su nihilismo. No tiene desperdicio. Hay momentos que te impactan y recuerdan a otras novelas, como el reencuentro con sus padres, su breve estancia en a casa paterna y la violencia que ejerce su padre contra él y él sobre su padre, o sus perlas sobre el arte de escribir. Me gusta su pragmatismo y cómo se caga en toda la ideología bohemia del hambre: el artista necesita comer, necesita estar cómodo, no vomitar o dejar de comer, o perder el alquiler de su casa. Este fragmento es soberbio.

Eso era todo lo que un hombre necesitaba: esperanza. Era la falta de esperanza lo que hundía a un hombre. Recordaba mis días en nueva Orleans, viviendo de dos barritas de caramelo de 5 centavos al día durante semanas con tal de no trabajar y tener tiempo para escribir. Pero el morirse de hambre, desgraciadamente, no ayuda a mejorar el arte. Sólo era un impedimento. El alma de un hombre estaba radicada en su estómago. Un hombre podía escribir mucho mejor después de haberse zampado un buen solomillo de ternera y bebido medio litro de whisky de lo que jamás podría hacerlo después de haber comido una barrita de caramelo de a níquel. El mito del artista hambrineto era una falacia. Una vez que te dabas cuenta de que todo era una falacia, conseguías la sabiduría y empezabas a sangrar y a arder en llamas y a romper tu seer en explosiones. Yo construiría un imperio con los cuerpos fracturados y ls vidas de los hombres sin esperanza, mujeres y niños… Les impulsaría a todos ellos a lo largo de todo el camino. ¡Les enseñaría!

El sexo, como he señalado, está presente en toda su obra con lanaturalidad del alcohol, con la extrañeza que nos produce a las mentes bien pensantes, a los adultos necesitados de pornografía enlatada, eternos ofendidiots de la nada más absoluta.

Se subió más la falda. Era como el comienzo de la vida y de la risa, era el significado verdadero del sol. Me levanté y fui a sentarme enel sofá junto a ellla, la besé, luego volví a levantarme,serví dos bebidas más y puse la radio en la KFAC Cognos el principio de algo de Debussy.

Ya comentaba en la anterior entrada, de una manera arriesgada y a falta de pensar más en ello si tengo ganas, que la mujer, contrariamente a la visión torpe de cierta crítica que referencia el hecho femenino, en el género, a una visión distorsionada de la mujer de las películas de Hollywood, que ve en el autor una actitud misógina, a mí me chirría. Veo a una mujer empoderada, a otra mujer, no a la mujer empoderada contra el heteropatriarcado, no a la mujer empoderada contra lo heteronormativo, no a la militante lesbiana, no a la blanca bienpensante que se siente culpable de sus privilegios de clase y sataniza sus propios privilegios en una expiación histórica memorable, no, veo a otra mujer, a una mujer al margen, como Bukowski está al margen, excesiva, obscena, repito, lujuriosa, promiscua, libre en su sexualidad ostentosa. Esta mujer rompe con el puritanismo de la época del autor y con el puritanismo feminista del siglo XXI, porque ninguno de los dos puede tolerar a una mujer abierta a un mundo underground, a alguien que ha tomado las riendas de su destino y a desistido de ser parte del sistema. En realidad cuenta la derrota del hombre (hombre-mujer, género humano) blanco, chicano o negro dentro del sistema, la falta de perspectiva, la necesidad de sobrevivir. Todos pierden por igual, ellas y él, ellos.

Apagamos las luces y yo me puse encima de ella. Di dos o tres caderazos, entonces me paré.
Por cierto,¿cómo te llamas?
¿Y eso qué coño importa? me contestó.

Si queréis lo podemos encontrar en Anagrama.Pero no me resisto a poneros este fragmento.

Llevé a Henry Miller conmigo y traté de leerlo a lo largo del viaje. Era bueno cuando era bueno, y viceversa.
ISBN 978-84-339-1224-4
EAN 9788433912244
PVP CON IVA 7.2 €
NÚM. DE PÁGINAS 192
COLECCIÓN Contraseñas
CÓDIGO CO 24
TRADUCCIÓN Jorge García Berlanga
En esta novela autobiográfica de sus años de juventud, el autor nos describe la vida de su alter ego Henry Chinaski saltando de un empleo a otro, todos sórdidos, duros, sin sentido, emborrachándose a muerte, con la obsesión de follar, intentando materializar su vida de escritor y nos ofrece una visión brutalmente divertida y melancólicamente horrorizada de la ética del trabajo, de cómo doblega el «alma» de los hombres. Se ha dicho que Bukowski con su prosa lacónica, escueta y contundente como un uppercut es el novelista atroz de la gran selva urbana, de los desheredados, las prostitutas, los borrachos, los desechos humanos del Sueño Americano a nivel del arroyo, y se le ha comparado con Henry Miller, Céline y Hemingway.

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