viernes, 9 de marzo de 2018

Sangre o amor, Falling in Love, Donna Leon


En el periplo bloguero intento no perderme mucho, auqnque llevo un tiempo dudando qué leer. No es que no haya donde leer, es absurdo, no tengo suficiente vida para leer todos los libros que merecen la pena y que todavía no he leído, para nada, me refiero a la actitud del hablante, es decir,a la voluntad de acercarme a un libro u otro, por eso, imagino, vuelvo a los nombres que me reconfortan como letraherido, aquellos que, independientemente de su literatura, me aportan elementos que otros no me aportan, así tengo pendiente volver a Munro o Faulkner, y siempre me dejo alguno de los libritos de realtos queme quedan pendientes de Bukowski o Miller, son idioteces mías, pero necesito volver a casa por Navidad. (Prometo que algún día buscaré a Marías)


Ya estoy aquí de nuevo con Leon, la verdad queme ha ocupado muchos espacios de los últimos meses, lo cierto es que siento cierto hartazgo, no de Brunetti, no me cansa, es lo suficientemente plano y poco complejo para calmar mi ansia, si no de la estructura repetitiva, que sí, que es cierto que aborda temas nuevos, que se lanza a críticas sociales de actualidad, pero su estructura siempre es muy previsible. También, digo yo, es lo que esperamos. Sí, aquí también están Paola, con su Henry James, (Para una lectora tan empedernida como Paola, leer era una actividad, no un pasatimepo; así que la presencia de otra persona nole aportaba nada,) o la señorita Elettra, ( Entre la signorina Elettra y su compañero hubo una comunicación que él no entendió -Quiero la cabeza del teniente Scarpa- anunció ella.)o Chiara, dudo de que haya crecido; Claudia Griffoni, lado femenino del comisario o Raffi, que parece más crecido que su hermana, pero permanece fiel a lo que esperamos de él, gracias a dios; por su puesto Patta y el alter ego malvado y oscuro, Scarpa; pero también tenemos a Vianello, el compañero inseparable de Brunetti.; al pobre Alvise, o Bocchese, Foa al timón Bambola, el camarero senegalés que ateinde el bar

Volvemos a la Fenice, a sus problemas de programación y de mantenimiento, aparece en otras novelas y a Flavia Petrelli, la gran soprano que reaparece para enfrentarse al mundo de las obsesiones de los fan y del acoso que traspasa todo límite. Es cierto que la autora es deudora de su oficio, es decir, su capacidad también le juega malas pasadas y le hace caer en la reiteración, mal que lleva aquejando a la saga unos cuantos libros, pero es cierto que esa capacidad también le brinda la posibilidad de muy buenos momentos, no os equivoquéis, pienso leerme todos los libros del comisario.

Me ha gustado el contraste entre el glamour de la última escena de Tosca y el backstage, su capacidad de entretener es notable.

Finalmente se hizo un silencio roto sólo por el murmullo y las conversaciones en voz baja del público a mediada que se acercaba a las salidas

Y por supuesto la corrupción infiltrad en la sociedad. Me explico, hay una tendencia a decir, si estos políticos robaran menos, no habría crisis, sin embargo no analizamos el tiempo que no trabajamos y nos pagan, o el material que tomamos de la oficina, por ejemplo, esto es también corrupción, es abuso de posición, porque la política es un reflejo de lo que es la sociedad, no al revés.

-Mientras hablaba con el portiere, entraron tres hombres que ficharon y se marcharon.

-¿Y?- preguntó Brunetti.

-Nada, que me recordó a casa -rememoró con nostalgia.

-¿A Nápoles?¿Y eso?

-Uno de mis tíos era taxista ỵ tenía un amigo en la oficina del teatro de San Carlo -explicó como si lo aclarase todo.

-¿Y?

-Pues que estaba en nómina como tramoyista, pero lo único que hacía era pasar por allí dos veces al día para fichar.




Podemos encontrarlo, como todos, en Seix Barral, y aquí os dejo datos de interés.




Nº de páginas: 312 págs.

Encuadernación: Tapa blanda

Editorial: SEIX BARRAL

Lengua: CASTELLANO

ISBN: 9788432224515




Un admirador de la soprano Flavia Petrelli ha traspasado la línea que separa a un fan inofensivo de un seguidor obsesionado. Conoce todos los pasos de su ídolo, dónde se encuentra en cada momento e intenta llamar su atención colmándola de rosas amarillas y regalos caros. Y lo que es peor: todo apunta a que está detrás de una serie de ataques sufridos por amigos y personas del entorno de la diva. La cantante de ópera se encuentra en Venecia interpretando con éxito Tosca en el emblemático teatro La Fenice, así que será sólo cuestión de tiempo que el comisario Guido Brunetti, viejo amigo de la infancia que ha ayudado a la artista en ocasiones anteriores, ponga a todo su equipo a su servicio. Eso incluye investigar en el pasado de Petrelli y conocer el lado oscuro del mundo del espectáculo, las presiones y la rivalidad que crece detrás del escenario. Como reconoce la artista, «los fans son fans: nunca son amigos».

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