sábado, 20 de enero de 2018

La vida negociable, Luís Landero


Es muy hermoso volver a encontrar a un autor. El novelista profesional debe escribir para vivir, aunque no siempre lo consigue, y eso hace que los compromisos con las editoriales mermen, en algunos casos, la calidad de la obra. La necesidad de la entrega, la necesidad de hacerlo bien, en fin, muchos factores que determinan la obra. Obviamente un buen escritor escribe bien, pero necesariamente no escribe muy bien siempre: argumentos manidos, la escritura como excusa, o la trama como factor nucleador de la creación. Así cuando seguimos toda la obra de un creador notamos sus altibajos, sus miedos, la prisa con que ha escrito algo. Por eso reencontrarnos con alguno de nuestros escritores favoritos es maravilloso, es como cuando nos encontramos con un amigo al que hace una eternidad que no vemos, la sensación de que vuelven los recuerdos más gratos, las sensaciones de bienestar, compensan el tiempo. Bienvenido Landero.

Desde que llevo el blog he escrito religiosamente, hoy abuso de los adverbios en mente, sobre cada libro que ha sacado Landero con desigual fortuna. Es un autor que lo hace muy bien, que escribe con ese estilo cervantino donde la trama importa, pero el goce de la lectura la sobrepasa. Sin embargo es como si siempre estuviéramos esperándole de nuevo, como si estuviéramos en la estación y dijésemos, este viajero es casi Landero, es casi el Landero de Juegos de la Edad tardía, pero no, es un casi. Sin embargo, es algo misterioso, he recuperado sensaciones muy parecidas a cuando lo leí por primera vez, y eso es muy bonito.

Y no obstante pensaba: Si yo me pusiera a estudiar, seguro que sería el número uno del colegio, y lo mismo si me pusiera a tocar el piano o a hacer versos. Pero a mí no me interesaban esas cosas, yo estaba llamado a otro tipo de tareas, de misiones, aún no sabía cuáles, y entretanto lo que me gustaba era abandonarme a mi mundo impreciso, lleno de incitaciones y de vagas promesas.

Cuando salió el libro me lo leí, pero  no había escrito todavía sobre él, me imagino que esperaba el momento. Supe que rápidamente estaría entre los libros recomendados del 2017, y así ha sido, Babelia, La Vanguardia, el gremio de libreros, porque a la gente nos gusta leer, nos gusta reencontrar literatura. Además si la trama acompaña, esa trama imaginativa donde lo ficcional lo acapara todo, donde la verdad proyectada, el recuerdo reconstruido son los elementos que construyen la historia, mejor. Por eso es tan cervantino, además de por la escritura, esos períodos tan largos y hermosos, tan bien construidos, con esa claridad en la exposición, con la sensación de que nunca sobra ni falta una palabra, por supuesto, también por la trama, la construcción de una historia sobre lo verosímil, lo imaginado como real.

Pero a mí no me gustan los negocios, le decía, en un tono de queja, como emborronando con lágrimas mi discurso anterior, y poniendo así una virtud sobre la otra, salvo para ganar lo suficiente con que poder vivir en el campo, o navegar en un velero, o dedicarme a tocar la flauta o a estudiar las estrellas. 

Porque la vida es negociable, como los recuerdos que se reconstruyen cada vez que vienen a nuestra cabeza, como las historias que contamos, es más bien renegociable, un bazar de regateo contra nosotros mismos. La clave de todo héroe, de toda vida, es la quimera que no acaba y la calve de las novelas de Landero es el anhelo de ser extraordinario, de transcender la propia existencia y de superar la incomodidad de una vida lineal.

Es verdad que la vida no me ha dado apenas ocasión de demostrar mi valía, y que mis cualidades innatas todavía no han salido a la luz, y que quizá al final toda mi genialidad se quede en nada, pero yo por ahora me reafirmo en lo mío.

Pero la vida se parece más a un devenir lineal, sin altibajos importantes, una vida vivida hasta agotarla de aburrimiento, para mí el factor clave de las obras de Landero, que deviene sin alegrías, por eso el autor busca con la imaginación la aventura de adentrarse en el universo desconocido de la vida con mayúsculas, y por eso sus personajes anhelan una aventura vital al estilo de héroes anodinos y anónimos.

Y lo que pasó es que el curso de mi vida entró en un ancho remanso donde apenas se notaba el paso del tiempo, una lisa e imperceptible deriva hacia el futuro donde no ocurría nunca nada nuevo, nunca nada, y aquella total ausencia de aconteceres, que yo al principio había interpretado como el advenimiento de una época de paz, encubría sin embargo la guerra sorda, despiadada, inmemorial, del hombre contra el peso intolerable de su propio existir. Era el tedio, el monstruo del tedio, que venía con su cara de ceniza y su lento desfilar al ritmo del tambor, y su lúgubre cortejo de fantasmas, a clausurar oficialmente mi vida con el sello mortal de la monotonía. No hay trabajo más agotador e insufrible que la rutina frustrante de las horas, los días, los meses, todos iguales a sí mismos, el mismo trayecto diario, las mismas calles, la misma plaza, el mismo espejo de una tienda de ropa donde disminuía el paso para revistarme de un reojo, la cara siempre impenetrable, vacía de contenido, la mirada de oveja, de quien sufre miopía en la memoria y vive en el presente como en un espejismo, los mismos rostros, las mismas frases convenidas, el mismo borroso recuerdo de una esperanza cuya promesa ya apenas se recuerda.

Pero la ilusión de los personajes de Landero es la ilusión pertinaz de no ser quien se es, el buscar, al fin, el cambio perpetuo.

pero ahora sabía con total certeza que este era el definitivo, el de verdad, y eso me alegraba el alma y me hacía paladear por adelantado las mieles de la expiación, de la conciencia aligerada al fin de fantasmas y culpas, y de un tiempo nuevo abierto ante mí hacia un porvenir sencillo y luminoso.

Me ha gustado mucho, no solo si eres incondicional de Landero, no, si te gusta leer, disfrutarás. Como siempre os dejo datos de vuestro interés. La tenemos en Tusquets.

  • Nº de páginas: 336 págs.
  • Encuadernación: Tapa blanda
  • Editorial: TUSQUETS EDITORES
  • Lengua: CASTELLANO
  • ISBN: 9788490663714

Hugo Bayo, peluquero de profesión y genio incomprendido, les cuenta a sus clientes la historia de sus muchas andanzas, desde su adolescencia en un barrio de Madrid hasta el momento actual, ya al filo de los cuarenta, en que sigue buscándole un sentido a la vida. Y así, recordará la relación tormentosa y amoral con su madre, el descubrimiento ambiguo de la amistad y del amor, sus varios oficios y proyectos, sus éxitos y sus fracasos, y su inagotable capacidad para reinventarse y para negociar ventajosamente con su pasado, con su conciencia, con su porvenir, en un intento de encontrar un lugar en el mundo que lo reconcilie finalmente consigo mismo y con los demás.

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