Hace tiempo que espero una novedad editorial escrita en español que me golpee, que me haga sentir esa sensación maravillosa de que mi tiempo ha estado bien invertido. Hace tiempo que añoro una literatura con mayúsculas, una historia creíble, una trama bien estructurada e impactante. Así que me voy al Premio Nadal de 2010, nada más y nada menos: Carmen Laforet, Miguel Delibes, Sánchez Ferlosio, Martín Gaite, Ana María Matute, Ramiro Pinilla, entre los premiados, y me pongo a leer la novela.
Existe una tendencia editorial a publicar libros adolescentes para adultos, me explico, libros que podrían haber sido diseñados para personas de dieciséis años, pero que se amplían, y se convierten en libros para adultos. Sí, es cierto que los temas se eligen con cuidado, que, incluso, pueden ser muy atractivos, en nuestro caso, la búsqueda de antiguos asesinos nazis en Alicante, pero la literatura no radica exclusivamente en la trama, como ya he defendido en innumerables artículos, sino que necesita una buena construcción lingüística, una construcción atractiva que haga que el lector disfrute de los elementos estéticos.
Con esto no quiero decir que no leáis el libro, para nada, simplemente os quiero transmitir mi desencanto, mi anhelo por otro tipo de literatura.
El libro comienza de manera titubeante, exceso del conector "y", abuso de períodos largos, inseguridad en la construcción sintáctica. Esto hace que la trama se resienta, y que el lector pueda aburrirse del esfuerzo de construir en su cerebro un relato coherente. Sin embargo la virtud del texto radica en que, poco a poco, la autora se hace con la acción que cuenta, utilizando la técnica polifónica de dos personajes que cuentan su visión particular de los hechos de manera alterna, con lo que el lector va interesándose por una acción que tiene suficientes elementos atractivos. La búsqueda de asesinos nazis en Dianium, mal disimulado el nombre de Denia, sitio que aprecio especialmente y con el que llevo ligado más de 25 años; mala elección del nombre de la urbanización donde se esconden los asesinos nazis, mala, digo, o desafortunada, porque existe en realidad y en ella viven colonias de jubilados alemanes y/o noruegos, que es el caso, y que no debemos identificar con los refugiados nazis del franquismo, es injusto y arbitrario, hubiera preferido otra elección.
La acción, además, suele caer en tópicos, y la reacción del personaje femenino es, en muchos casos, absurda, previsible, y carente de lógica literaria. Julián, el caza nazis octogenario, me ha parecido más conseguido, mejor estructurado, sus flash backs de Mauthausen, no están mal, pero son algo tópicos e ingenuos.
En fin, es una novela que se deja leer, pero de la que esperaba una resolución más literaria que fuese pareja al esfuerzo editorial. Tal vez, y digo tal vez, es posible que los esfuerzos editoriales no vayan, necesariamente, dirigidos a promocionar la gran literatura, al fin y al cabo, el mundo editorial es una industria que da trabajo a muchas personas, y eso es también un valor a tener en cuenta. También, no es menos cierto, que las necesidades del lector no son las mismas. Los jóvenes prefieren leer una novela diseñada para ellos que la Metamorfosis, esos jóvenes se hacen adultos, ¿lo entendéis?
La tenéis en Destino, o sea, Plantea, y aquí os dejo la sinopsis de la editorial:
Sandra ha decidido retirarse a un pueblo de la costa levantina: ha dejado el trabajo y, embarazada, pasa los días intentando aplazar la decisión de qué hacer con su vida. En la playa conoce a un matrimonio de octogenarios noruegos que parecen la solución a los problemas de Sandra.
Julián, un anciano que acaba de llegar de Argentina, superviviente del campo de exterminio de Mauthausen, sigue paso a paso las idas y venidas de los noruegos. Un día Julián aborda a Sandra y le revela detalles de un pasado que a Sandra sólo le suenan por alguna película o algún documental: horrores en blanco y negro que no tienen nada que ver con ella. Aunque el relato de Julián le parece a Sandra descabellado, empezará a mirar de una forma nueva a los amigos, las palabras y los silencios de la pareja de ancianos, sin darse cuenta de que el fin de su inocencia está poniendo su vida en peligro.
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