Hace tiempo que me dedico a vivir la vida sin preocuparme por este blog, por ser fiel a mi compromiso con todas vosotras, con todos los que habéis seguido enganchados este tiempo. Es curioso, entro en las estadísticas de visitas y, sin haber publicado nada en 30 días, triplico las de un mes normal con tres o cuatro entradas, cosas de los robots y de internet, de los indexadores y de los posicionamientos de Google, quiero pensar, pues, que los fantasmas se acercan a los restos de mis pensamientos de una manera ordenada, como en una procesión de cualquier pueblo mediterráneo, con la precisión americana de las nuevas tecnologías, emoción, pero fraude, porque lo a lo que yo me comprometí, es lo que hay, es a traeros mis libros, sí, no aquellos que han configurado mi pasión lectora (os participo que, aunque no he hecho ninguna entrada, he leído unos seis libros), sino los que han ido presentándose en mi vida estos últimos años.
La
vida se interconecta como nunca, todos tenemos acceso a la existencia de los
demás, todos podemos creer que tenemos participación en lo que está ocurriendo
a nuestro alrededor: somos copartícipes del cambio climático, de las sequías
globales, de la extinción de especies, del hambre en el mundo, del racismo, del
machismo, del etnicismo, de la intolerancia, de la discriminación, de las
guerras, de la sobreexplotación de la tierra, del asesinato masivo de animales,
de la deforestación, de, no sé, de lo que se os ocurra, y sin ningún espíritu
crítico, hemos de creer a pies juntillas a los mandarines de turno, nos
abalanzamos sobre la siguiente idea y abrazamos el nuevo feminismo o el
pensamiento woke, que total, lo mismo
da, debemos dotarnos de un identidad que, claramente, se adecue a una identidad
eufemística, solidaria y aceptada por los voceros que, en cada esquina, gritan
hasta desgañitarse que eres culpable de lo que sea, de todo, por abreviar,
porque el pensamiento líquido, vacuo, se debe imponer a una sociedad
anestesiada por la gilipollez mental. No a la crítica. No al discurso. No a la
discusión. Totalitarismo de identidades. Coñazo.
Pues
es lo que hay compañeros de viaje. El libro se mueve en el happy way of live, en la necesidad de la creación de una nueva
identidad solidaria, ambientalista, ecologista, okupa, si hace falta, crítica
con el statu quo, violenta, por
supuesto, si hace falta contra el otro, el ogro, el enemigo que se ha señalado
porque, es lo hermoso de estas nuevas identidades, la violencia solo se puede
ejercer contra el disidente voraz y capitalista, contra el ogro que destruye la
tierra, contra las multinacionales que conspiran para llevarnos a una nueva
edad media en que seamos meros consumistas, qué hermosa contradicción, porque,
claro, eso de alimentarnos seis mil millones de personas que, oh pecado mortal,
la mayoría no viven en occidente, como que no, como que otro día, como que si
comen una vez al día, pues como que mejor, más sanos estarán porque esto de
comer tres veces al día, no morirte de diarrea, no perder toda la cosecha por
un hongo, etc., como que ya es cosa del pasado, todos nuestro huerto y la cabra
para la leche, en el mejor de los casos un par de gallinas para el huevo, sin
pasarse por lo del maltrato animal, y too esto en megalópolis de más de cinco
millones de seres, sencillo, oye, porque todo ha de venir de la madre tierra
que eso de los ingenieros agrónomos como que deben ser proscritos y todos con
energía solar, perfecto. El mundo hostil, esta arcadia que se desarrolla en la Hacienda, este nuevo Edén que recrea
elementos bíblicos: la historia de Abraham, Caín y Abel, Adán y Eva; estos
nuevos argonautas de la modernidad avanzada recrean una novela rosa con esos
tintes tan al uso del melodrama emocional aderezado con muertes, asesinatos e
intriga, poca, y la búsqueda de conmover al lector con un final de esos que te
tocan el corazón. Pues si es lo que os apetece, a muerte, lectura del verano, pero
a mí no me van las telenovelas, tantas páginas para contar algo tan simple,
pues como que me da pereza.
Tan
al gusto de sentimientos almibarados y erotismo hortera, en este fragmento se
reproduce la imagen mental del sexo romántico de príncipe princesa, aunque
vivan en una comuna que no es una comuna, aunque parece una comuna. Es el elemento
imprescindible para el comienzo de la historia entre adolescentes que se
refugian en lo que debería ser el amor, ideal para esta nueva novela de consumo
que engancha a miles de lectoras.
Empecé a restregarme de abajo arriba,
desde las piernas hasta el vientre, una y otra vez, primero despacio y luego
subiendo el ritmo poco a poco, hasta que sentí algo formándose justo en el
punto donde nos tocábamos, una especie de calor que se elevó velozmente hacia
mi garganta. Era la primera vez que me ocurría.
Claramente
espectacular. En Salamandra.
Colección NARRATIVA
Páginas 400
Target de Edad Adultos
Tipo de encuadernación Tapa blanda
Idioma ES
Fecha de publicación 2021-02-01
Autor Paolo Giordano
Editorial SALAMANDRA
Referencia 9788498389647
Los veranos de Teresa transcurren
tediosamente en casa de su abuela (situada en Speziale, un pequeño pueblo de
Apulia, en el sur de Italia) hasta que conoce a Nicola, Tommaso y Bern, tres
chicos que viven en una finca vecina. Se sospecha que son hermanos, pero lo
único cierto es que son inseparables y que Teresa se siente atraída por ellos
como por un imán, sobre todo por Bern, el más indómito de los tres. Por
supuesto, no sabe que ese encuentro los marcará de forma indeleble y acabará
trenzando el destino de sus vidas para siempre.
Conquistar el cielo habla del amor y el afecto, del
conflicto entre la realidad y el deseo, y del descubrimiento de los demás y el
poder que éstos pueden tener sobre nosotros, en un plano no sólo afectivo sino
también ético y político. Una historia provocadora y vibrante, impregnada a
menudo de un matiz trágico, que no deja de ser una evocación emotiva y
desgarradora de las ansias de vivir.
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