lunes, 16 de abril de 2018

Las aguas de la eterna juventud, The Waters of Eternal Youth , Donna Leon


Este mes estaré un poco pesado con la autora, pero ya os he comentado que tengo que acabar sus obras para una pequeña conferencia que quiero hacer. Hacer una conferencia siempre me causa estrés, es una responsabilidad que se manifiesta en el pensamiento íntimo de que no voy a estar a la altura, de que voy a hacerla muy pesada o muy ligera para el auditorio o, simplemente, que no va a interesar y la gente no vendrá a escucharla. El miedo es parte de la inseguridad, el descalabro del pobre porque se teme lo que no se controla, sin embargo sí que controlo de lo que voy a hablar, es decir, pacientemente tenemos en el blog todas y cada una de las obras de la autora analizadas, comentadas y escritas, ¿no debería ser suficiente?

El agua de la laguna es un leitmotiv que no para de estar presente de alguna manera en todas las obras, al igual que los personajes que se manifiestan de manera más o menos veraz; ya he comentado que algunos son sombras, es decir, solamente nos muestran aspectos del carácter estereotipados que sirven para su reconocimiento. Esta técnica me parece muy práctica para este tipo de obras. Me explico. El poder reconocer de entre muchos personajes y acciones a algunos de manera concreta, sencilla y eficiente, cumple el principio de economía de las series ayudando al lector a situarse en la trama; al reconocer de manera clara a un personaje, este cumple su papel de nexo con alguna de las acciones que hará el personaje principal, Brunetti, es decir, podríamos establecer que la falta de complejidad en los actores secundarios ayuda a la comprensión y dinamismo del personaje principal. Aquí tenemos una tesis.
Otra es que podemos leer a Brunetti desde la perspectiva del crimen, la culinaria o la del mapa detallado de Venecia, la Laguna y sus islas, cualquier lectura nos daría una dimensión interesante y diferente de la obra.
Era un callejón estrecho que salía de Campo de Sant’Angelo y culminaba en la puerta de un edificio.
La novela habla de un delito cometido hace mucho tiempo, prescrito, pero la autora no se conforma con esta figura jurídica, y Brunmetti, obviamente, obedece a su intuición y a su sentido de la justicia para intentar resolverlo, al menos, para dar satisfacción a la familia. Pero los delitos no pueden quedar sin castigo, por eso la acción debe ir más allá de la reparación moral y adentrarse, la trama, en caminos que puedan permitir castigar al culpable.
En una novela de Donna Leon no podemos dejar pasar las referencias a la situación de la Italia del siglo XXI, desde los problemas ecológicos, pasando por la corrupción y la crítica a la clase dirigente preocupada por medrar personalmente. Una de sus dianas favoritas es la construcción del dique MOSE durante treinta años y lo que conlleva.
Novedades de la semana en torno al gigantesco proyecto de ingeniería, el sistema MOSE, que debería proteger Venecia del riesgo de mareas...el asunto olía muy mal.
O el problema con las rehabilitaciones de edificios y la corruptela del municipio.
Si no robasen tanto, Demetriana, la ciudad podría pagar las restauraciones.
También, es esta ocasión, aborda un tema muy actual y doloroso como es la crisis de los estudios universitarios, la dificultad de acceso al mundo laboral de los egresados y el futuro incierto de los jóvenes.
-Da igual el tiempo que pasemos en la universidad o qué carrera estudiemos: mis amigos y yo jamás conseguiremos trabajo.
El libro lo podemos encontrar en Seix Barral y aquí os dejo datos de interés.

    Nº de páginas: 336 págs.
    Encuadernación: Tapa blanda
    Editorial: SEIX BARRAL
    Lengua: CASTELLANO
    ISBN: 9788432229947



El comisario Brunetti investiga el extraño caso de Manuela, una joven treintañera que, años atrás, a los quince años, estuvo a punto de morir ahogada. Su abuela, la condesa Demetriana Lando-Continui, desconfía de la versión policial, según la cual la joven se arrojó a las aguas de Venecia.
El punto de partida para la investigación de Brunetti es Pietro Cavanis, el único testigo, un borracho desmemoriado. La joven quedó seriamente perjudicada, atrapada en una eterna juventud por una lesión cerebral irreversible. El comisario buscará al verdadero culpable entre los archivos y rincones de una Venecia masifi cada por el turismo, recelosa de la nueva inmigración y sin expectativas para los jóvenes. Pero a veces basta con sacudir la historia para que resplandezca la verdad.
La ignorancia de la ley es la peor condena.



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