domingo, 26 de febrero de 2017

Una madre, Alejandro Palomas

una madre-alejandro palomas-9788416120437Vuelvo como si no me hubiera ido, con las ganas e ilusión de siempre, esperando traeros algún libro que merezca la pena ser leído. Es difícil y fácil, muy fácil, aún me quedan un montón de libros que nunca  he leído, o que leí y no recuerdo con nitidez. Son más de 35 años de lector ávido e impenitente, y por el camino van quedando lecturas y recuerdos de momentos, será verdad que recordamos momentos más que lecturas, que anécdotas, las sensaciones que nos llenaron cuando leímos tal o cual libro, cuando lloramos o cuando fuimos, de alguna manera, felices al adentrarnos en las palabras que otro buscó por nosotros. 

La lectura es un placer inmenso, pero haber leído tanto es un problema, un problema porque no todo me parece leíble, digerible, correcto. Busco el placer que no me ofrece el cine, o la música, o las series de televisión. Con la lectura me busco a mí mismo a través de otros ojos, busco la estética admirable de la creación artística y la inteligencia, compleja, o densa, o simple, o o, de la escritura. Ahora hay una tendencia a lo trivial, a pensar que mover a la lágrima fácil, a la ironía perceptible o al dibujo esbozado del personaje es cosa de hilvanar y coser, y claro, no es así. No todos podemos escribir, bueno, escribir sí, pero no todos podemos escribir y ser capaces de captar la dimensión estética que configura la verdadera obra literaria, aquella que dota de literacidad, belleza y angustia a los devenires de los personajes, es difícil, mucho, por eso ciertas obras se quedan en divertimentos donde la trama parece alcanzar cotas de inteligencia notable, pero no son más que obras, puede que honradas, en que la historia es una búsqueda barroca que pretende hacer literatura, no me interesan, ya no, ni como divertimento.
Nuestra obra tiene angustia, ironía y personajes dibujados, sin embargo no le encuentro el valor estético, la esencia que hace que se me ericen los pelos que no tengo en la espalda, que me emocione, no mi nivel raquídeo, sino mi yo interior, mi yo descontrolado y literaturizado. La madre es un personaje plano aunque pretende ser poliédrico, la hija lesbiana es tópica, tópica, previsible, igual que su amante compañera, o la hija herterosexual separada, su angustia, esta obra tiene angustia, es ficcional y poco veraz, previsible. Y el narrador. El narrador es un constructo, una marioneta del destino que se configura a golpe de acción. Todo lo veo previsible, me encuentro cuando ya he vuelto, y no me gusta. ¿Os acordáis del bolígrafo de gel verde? Pues eso, 
Hay algún pasaje en el que apunté en el margen, "para petardeo con talento, Terenci Moix".

como soy tan cabrón, prefiero regalarte un perro y dejarte acompañado cuando me largue.Stop.

La podemos encontrar en Siruela  . Aquí os dejo datos de vuestro interés.

Nº de páginas: 248 págs.
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: SIRUELA
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 9788416120437
El retrato de una ciudad acogedora y esquiva a partes iguales, de una familia unida por los frágiles lazos de la necesidad y del amor y la mirada única de una mujer maravillosa en un momento extraordinario.Faltan unas horas para la medianoche. Por fin, después de varias tentativas, Amalia ha logrado a sus 65 años ver cumplido su sueño: reunir a toda la familia para cenar en Nochevieja. Una madre cuenta la historia de cómo Amalia entreteje con su humor y su entrega particular una red de hilos invisibles con la que une y protege a los suyos, zurciendo los silencios de unos y encauzando el futuro de los otros. Sabe que va a ser una noche intensa, llena de secretos y mentiras, de mucha risa y de confesiones largo tiempo contenidas que por fin estallan para descubrir lo que queda por vivir. Sabe que es el momento de actuar y no está dispuesta a que nada la aparte de su cometido.Un cartel luminoso que emite mensajes desde una azotea junto al puerto, una silla en la que desde hace años jamás se sienta nadie, una Barcelona de cielos añiles que conspira para que vuelva una luz que parecía apagada, unos ojos como bosques alemanes y una libreta que aclara los porqués de una vida entera; Una madre no es solo el retrato de una mujer valiente y entrañable, y de los miembros de su familia que dependen de ella y de su peculiar energía para afrontar sus vidas, sino también un atisbo de lo que la condición humana es capaz de demostrarse y mostrar cuando ahonda en su mejor versión.

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