1/19/25

El fuego purificador, A refiner's fire, Donna Leon

 


La violencia la observamos y padecemos a diario en la calle. Los medios de comunicación han propiciado que esto sea así, pero más que los medios, las redes sociales donde aparecen videos virales en los que vemos cómo esta se ejerce en las calles, en un universo hipercomunicado donde es difícil elegir y distinguir el grano de la paja. Es un fenómeno global, es un fenómeno humano. Es una lucha del individuo contra un Goliat aún, si cabe, más gigantesco. ¿Acaso, creéis que esto no pasaba antes? Error. Ha pasado siempre, entre nosotros, entre ellos, entre cualquiera. Hay muchos factores: drogas, alcohol, frustración, educación. Creo, con sinceridad, que la violencia es consustancial al ser, tal vez, digo tal vez, la educación puede mitigar el efecto, pero tampoco lo tengo claro. De hecho, en períodos de guerra, personas cultas y tranquilas, han desplegado todo su potencial homicida y destructor. Es posible, por lo tanto, que algo sí que esté en nosotros, en mí y en ti, en todos, que sea parte de nosotros, de esa naturaleza que queremos acallar, engañar, soslayar. En cualquier caso, es un tema que me preocupa y sobre el que reflexiono.

En esta novela, Donna Leon no solo aborda el ejercicio absurdo y gratuito de la violencia, sino que también explora temas como el sentido de pertenencia en la adolescencia y la necesidad de identificación con los semejantes. Estos elementos se entrelazan con el caso que el comisario Guido Brunetti debe resolver, un caso que, como es habitual en la serie, trasciende lo meramente policial para adentrarse en cuestiones éticas y personales.

El marco de la novela es el ya conocido por los lectores de la serie: la ciudad de Venecia, sus paisajes, sus personajes recurrentes. Después de 33 entregas, es inevitable que exista una identificación entre el lector y el comisario, un vínculo que Donna Leon refuerza al dotar al comisario de conflictos internos y reflexiones profundas que lo hacen humano, cercano.

 

—Y todo un sistema moral —añadió Chiara, quien se dio cuenta de que Raffi se había despistado con la llegada de la tarta de almendras, lo que le dio espacio para jugar con la idea—. Hoy en día pasa lo mismo: todo el mundo tiene influencers a quienes hace caso para no tener que pensar qué le gusta y qué no, porque ya hay alguien que le dice qué elegir.

  

Sin embargo, lo que distingue a Leon de otros autores de novela negra es su capacidad para abordar una amplia diversidad de temas. Cada libro ofrece una nueva perspectiva, un nuevo conflicto, una nueva solución. Aunque Venecia es siempre el escenario y los problemas sociales son una constante, logra evitar la monotonía explorando cuestiones de gran actualidad, como la corrupción, la desigualdad, el medioambiente o, en este caso, la violencia y la adolescencia.

 

—Sé lo de los vuelos desde Irak y lo que se enviaba a Italia y lo de los vuelos a Irak y lo que pasaba con parte de la mercancía. Para algo era el intendente, ¿verdad? Empaquetar, enviar y entregar: era coser y cantar.

Hizo una pausa y esperó a que Campi dijera algo, pero como no decía nada, continuó:

—Sé que el material que llegaba aquí salía sin problemas de Aviano, y supongo que pasaba a manos de marchantes de antigüedades que conocían el mercado. —Ante el silencio continuado de Campi, el commissario agregó:

—También sé lo de la venta de armas.

 

El fuego purificador no es solo una pieza más en el universo literario de Donna Leon; es una invitación a reflexionar sobre la complejidad del ser humano y los retos de nuestra sociedad. La autora no da respuestas fáciles, ni simplifica los problemas. Por el contrario, nos enfrenta a nuestras propias contradicciones, a la posibilidad de que la violencia sea algo más que un fenómeno externo, algo que llevamos dentro y que debemos aprender a gestionar, como individuos y como sociedad.

 

La tenemos en Seix Barral.

 

Temáticas Novela contemporánea; Novelas de detectives; Novela negra

Publicación 5 jun 2024

Colección Biblioteca Formentor

Presentación Rústica con solapas

Traductora Maia Figueroa Evans

Formato 13.3 x 23 cm

Editorial Seix Barral

ISBN 978-84-322-4373-8

Páginas 416

Código 0010347049

Tinta texto interior Blanco y negro

 

En el caso número 33 de la serie Brunetti, Donna Leon aborda la preocupante cuestión de la violencia en las bandas juveniles. ¿Cómo puede ocurrir algo así en pleno corazón de Venecia, y, lo que es peor, llegar incluso al interior de la questura? Brunetti y Griffoni harán todo lo que esté a su alcance para comprender este fenómeno.
La Piazza San Marco aparece cubierta de cristales: dos bandas juveniles se han enfrentado violentamente en la oscuridad. Mientras la commissario Griffoni confía en su intuición para descubrir cómo un adolescente al que ha conocido recientemente puede acabar atrapado en un grupo así, Brunetti recurre a sus contactos al tiempo que intenta desentrañar el oscuro pasado del padre del joven. Tampoco el vicequestore Patta está tranquilo: hará lo que sea necesario para protegerse a sí mismo y a su entorno de esta alarmante amenaza, una situación que se está tornando especialmente desagradable en una ciudad tan turística como Venecia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Debido a algún comentario improcedente que no respeta ni al autor del blog ni a los participantes del mismo, me veo obligado a moderar los comentarios. Disculpa las molestias.