Lo de dentro fuera, espacios que invade la voz interior y que se manifiestan en la vida; la poesía tomando la vida para explicarla, para explicarse. Mientras, Rusia invade Ucrania, nunca sabremos si Ucrania existe, o si lo hace la Rusia, si la nación necesita del espacio vital para su expansión, si Ucrania es el solar sobre el que se asienta el imaginario del imperio, pero las voces salen a la luz, lo de dentro fuera, en este caso la nación como sujeto con conciencia, individuo, ¿no? O, tal vez, ¿sujeto? Se me difuminan los límites de la lengua y de los significados filosóficos, no quiero discutir, en todo caso el espíritu requiere el sacrificio para conseguir donde ser, el canto que no acaba, el anhelo enfermo del hombre que se identifica con lo abstracto, intangible, con ese imaginario que se nos acerca tanto a nuestro ficcional literario. La guerra no es una ficción gramatical, seguro, son muertos, son gente que huye, es ausentarse del bienestar, mientras, pero, nosotros nos preocupamos por el precio demencial de los combustibles muertos, que salen del interior al exterior. La metáfora eterna, morir para vivir. Pero los muertos no son extras de una serie de Netlix.
Libro
hermoso, la voz que fluye hacia el lector con la cadencia de lo poética, voz femenina, hoy deberá ser perseguido el autor, hombre, culpable de dar voz, de
sentir el pulso en el vientre de la personaje, sus vidas en las voces, no
debería, la herejía se persigue desde ambos polos del imperio, si hubiera solo
dos polos, porque uno debe adecuarse al dictado de los mandarines, de los
padres de todo lo visible y deseable, de lo aparente y construido, no, un
hombre no puede hablar como una mujer, ni sentir como una mujer, ni parir como
una mujer. Pero nuestro autor lo hace, lo dicho, herético.
Es
hermoso, pues, me parece hermoso, sin embargo, soy también hombre, hereje, tal vez no
puedo entender la dimensión de sentir como ella; no importa. Libro construido
con la intuición del escritor con oficio, la trama se desliza desde la memoria,
dentro, para aparentar en la escena de la vida, fuera. La forma es notable,
juega con la lengua como artificio y consigue entramar desde una construcción
novedosa que da entrada a diferentes voces.
Con mi padre todo iba bien, pero la
relación se oscurecía cuando yo no lograba darle lástima, o cuando él lograba
mostrarme que no le daba lástima, no sé. Se oscurecía y me sentía sol,
traicionada y traidora, que son una misma cosa para mí. Es imposible hacerlo
bien, dijo el tipo y cogió la taza vacía. La paternidad es una posición imposible.
Yo necesitaba darle lástima y quería complacerlo. Su lástima me aportaba
energía y su complacencia me aportaba tranquilidad. Anhelaba su pena y temía su
insatisfacción. Giraba alrededor de esos dos polos que giraban alrededor de mí,
dentro de mí. Sabía que eso era ser pequeña y no quería crecer.
En
muchas ocasiones el lirismo se cuela sin remedio y la armonía ayuda a que el
lector identifique los tonos y encuentre en la escritura momentos de belleza.
Si me sacan una muela, ¿qué vas a
guardar allí? Un hueco. Mola que la muela no duela. Vas a guardar un hueco. No,
vas a guardar besos. Me gusta. Sergio. Si te sacan una muela, ¿qué voy a guardar ahí? Besos, un abrazo largo y lento
que dure todo un miércoles. Sergio me gusta porque me gusta gustarle. La Tierra
avanza girando en torno al miércoles. Eso se llama traslación.
El
libro desborda inteligencia, capacidad de explicar lo complejo y de desentrañar
la madeja de las relaciones. Es sagaz porque se adentra en el lenguaje y
aprovecha sus recursos para explicar una de entre las posibles realidades.
Pero si eres actriz, si no eres nada, si
eres también lo que no eres, si la solidez surge de la fragilidad, entonces te
centras en el otro, y tu placer y el deseo del otro, y tu placer depende del
placer del otro, y tu deseo se orienta al deseo del otro. No sé si les pasa a
todas las mujeres, pero esa es mi manera de ser mujer.
Las
voces dentro a veces se verbalizan y otras no, los pensamientos y el tipo que
dialoga en la conclusión de las escenas configuran un hermoso espectáculo como
en el teatro, donde los personajes actúan e interactúan con el espectador
lector y entre ellos, estableciendo una dinámica inteligente en que se repasa
la inseguridad de la voz protagonista y se va configurando aquello que se
quiere contar.
Tengo catorce años y descubro que mi
hermano ha espiado mi diario. Ha estado leyendo mis intimidades. Espiar un
diario ajeno es una forma de amor y admiración, dijo el tipo y sonrió. Te espía
porque te quiere. Pues me quiere mal. Todos me quieren mal. Pero la reina de
querer mal soy yo.
Tener secretos es la base de ser, dijo el
tipo. Sí se funda un sujeto.
Es
preciso porque describe con inteligencia la construcción de la personalidad,
las inercias, la vida que va viniendo sin darnos cuenta y las decisiones que
vamos tomando sin ser muy conscientes.
Nadie sabe cómo soy. Hay secretos y
mentiras, hay toboganes hermosos y sensibles, pero sobre todo hay túneles y
canales por los que no fluye nada. Soy un personaje que he construido a partir
de decisiones de las que no me sentí consciente ni me siento responsable porque
no fui yo quien decidió, no fueron decisiones, sino una serie de gestos que se
van acumulando, recuerdos que e convierten en costumbres, costumbres propias
que se convierten en una personalidad ajena: una serie de pequeñas comodidades
que sustentan una gigantesca incomodidad.
Es
fascinante cómo a través de cierta historia de lo papal eclesiástico trabaja el
concepto de la actuación, la máscara, la interpretación; cómo se delimitan los
espacios de libertad y se invita a ser en consonancia con la ortodoxia frente a
la heterodoxia; norma frente a expresión; arte frente a rigidez.
Ya sabéis que «herejía» implica elegir
libremente. Lo vimos, ¿os acordáis? Hereje, en principio, es el que puede ser
uno mismo. En otras palabras, la herejía es la esencia del arte, el corazón que
lo alimenta.
En Sexto
piso.
Nº
de páginas: 144
Editorial:
SEXTO
PISO
Idioma:
CASTELLANO
Encuadernación:
Rustica
ISBN:
9788418342486
Año
de edición: 2021
Plaza
de edición: MADRID
Fecha
de lanzamiento: 30/08/2021
«En la sociedad actual, una mujer no
puede ser ella misma», escribió Henrik Ibsen en 1878. Las cosas han
evolucionado, pero no lo suficiente. Casi ciento cincuenta años más tarde, una
joven actriz sabe cambiar de cara y de voz pero siente que ni sabe ni puede ser
ella misma. Quiere que la miren porque le parece que no es nada sin la mirada
ajena, que ser actriz es la única forma de ser mujer que hay a su alcance, que
el mundo la impulsa a vaciar lo de dentro y volcarse hacia fuera, hacia el
placer y el deseo del otro. Cuando entra en una escuela de arte dramático,
conoce a un profesor muy particular cuyas clases de historia del teatro la
ayudan a reinterpretar su propia historia y a entender mejor su identidad. En
su tercera novela, Mariano Peyrou establece un diálogo entre la vida y su
escenificación y muestra lo difícil que es distinguirlas, quizá porque todos
vivimos en un escenario. Lo de
dentro fuera es un libro introspectivo y divertido, ligero y
conmovedor, sencillo y sutil, que revela nuestras propias contradicciones y
confirma a su autor como uno de los narradores más originales y brillantes del
momento.
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