lunes, 3 de noviembre de 2014

El ángel más tonto delmundo, The Stupidest Angel: A Heartwarming Tale of Christmas Terror),Christopher Moore

La literatura está llena de grandes obras, de serias, magníficas y trascendentes obras, pero también lo está de obras que solo pretenden reírse del entorno y trasportar al lector al mundo imaginado de la diversión. Las grandes obras satíricas de la humanidad se construyen intentando cargarse sus grandes tópicos, y reflejando lo evidente y tópico con sentido del humor. Pueden ser socarronas, irónicas, salvajes, zafias, sin embargo las obras reseñables contienen algo, que tal y como yo lo veo las caracteriza, y es tener muy mala leche, atacar, de manera directa, lo que para el lector es inamovible o sagrado.
Así se caracteriza esta obra, que se ríe de diferentes tópicos: la madurez, la soledad, los deseos navideños, la juventud, el matrimonio, los super héroes de las películas, la autoridad, para construir una obra hilarante y muy divertida en que el lector  participa como actor, pero que no descuida la intrahistoria que es, siempre, el verdadero motivo literario.

Las amas de casa prescindían por un momento de sus habituales y pútridos polvos de talco para adoptar una putridez más festiva de pino y canela.

 No nos podemos confundir por el hecho de que nos encontremos ante una novela irónica, una sátira, un cuento festivo terrorífico, sobre la Navidad. El escritor es un profesional, sabe a la perfección jugar con los tiempos de la narración y de la trama, juega con el lector como si se tratara de un coautor, de un integrante más de la novela. Busca una complicidad total, con guiños constantes, convirtiendo el relato en un juego de ingenios que saben, con total certeza, que van a ser del agrado del usuario, que va a reírse y a compartir un buen momento con el propio escritor. Le anuncia que va a ejercer su derecho legítimo a manipular, cambiar, trabar, la acción de la trama a su antojo.
Pero este no es uno de esos cuentos,a sí que aquí, en no demasiadas páginas, alguien va a despachar a este miserable hijo de puta con toda la calidez del mundo. Ese es el espíritu navideño que impregnará las siguientes páginas. Ho, ho, ho.
El absurdo parte de lo esperable, de hacer real lo que imaginamos, por ejemplo invitar a cenar a un homicida en el escenario de un crimen mientras se entierra a un muerto, que es el ex marido de la asesina, y el personaje solo puede pensar en la alegría de no pasar las Navidades a solas, mientras que un murciélago de la fruta, que es una mascota que ganó en un litigio de divorcio, le cuelga de la ropa
Tuck se quitó la chaqueta y empezó a cavar en el duro terreno. Se sentía ligero, un poco mareado, emocionado ante la idea de no volver a pasar las Navidades solo con su murciélago.
En su línea de reírse de todo, de jugar con los tópicos más tópicos de las Navidades, de la trivialidad inherente a lo que son en la actualidad esas fiestas,compras, reuniones, juega con los muertos del cementerio que aparecen, en un principio, como personajes pasivos que sirven como conciencia de las acciones del pueblo quejándose de la vida que llevan los habitantes del pueblo y que, más tarde, por la acción irresponsable de Raziel, el ángel, se conviertan en actores activos, como unos zombis torpes y hambrientos de sesos de los vivos que solo quieren almorzar para poderse ir a comprar al IKEA.
cuando nos hayamos sorbido los sesos de todos esos juerguistas tengo ganas de buscar una de esas tiendas de las que tanto he oído hablar en las bodas de la capilla. Primero a comer, y luego al IKEA.
Lo podemos encontrar en la Factoría de las ideas, y aquí os dejo lo que nos cuentan.

ISBN: 9788498002782
REFERENCIA: LFL20007
PÁGINAS: 320  
NÚMERO: 9
PVP (sin IVA): 18,22 €

Falta una semana para Navidad, pero no todo el mundo es feliz en el pueblecito de Pine Cove (California). El pequeño Joshua Barker necesita con urgencia un milagro navideño. Y no es que esté moribundo, ni que su perro se haya escapado de casa: es que Josh ha visto como a Santa Claus le abrían la cabeza con una pala. Ahora solo anhela una cosa: que el viejo barbudo regrese de entre los muertos. Lo que no puede imaginar es que alguien esté escuchando sus plegarias... Aunque no destaque por ser, precisamente, el más listo de los ángeles.

Solo a una mente como la de Christopher Moore se le podría haber ocurrido una historia tan hilarante como esta. Sus novelas se convierten en superventas de The New York Times y se publican en más de una docena de países. El fenómeno de El ángel más tonto del mundo, al que los lectores anglosajones empujaron a las listas de bestsellers de forma progresiva, ha sido comparado con el de El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon.

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