Me fascina seguir leyendo novelas de una serie y continuar emocionándome, identificándome y queriendo a los personajes que me han acompañado durante tanto tiempo. Siempre se ha dicho que segundas partes no son buenas, pero cuando queremos contar la vida de alguien, ¿es posible hacerlo solo con una novela, ceñirnos exclusivamente a un lapso temporal, a un espacio concreto, a una acción puntual?
Es posible que muchas veces funcione así, que sea el lector el que debe seguir imaginando los antes y los después de entre los infinitos posibles. Es factible que sea el lector el que deba reconfigurar el universo del escritor para adentrarse en los secretos de sus novelas favoritas que acabaron en un momento determinado y solo le quedaría la relectura como elemento de resatisfacción, con los peligros que esta tiene. Sin embargo, existen escritores profesionales que se centran en la vida y obra de un personaje, que lo hacen crecer, que lo paren, lo reproducen, lo activan y lo traman. Así somos compañeros de viaje del escritor, compartimos con él sus desvelos, sus recursos narrativos, sus manías, sus necesidades.
Brunetti es uno de ellos, es un personaje que ha nacido y se desarrolla, que envejece y que va tomando vida, viviéndola, conforme avanza en su deambular por las páginas de Donna Leon. Cuando ya has hablado en más de una ocasión de una novela, o de un personaje, parece que no podrás seguir diciendo nada interesante, nada que te recuerde esa trama particular. Pero los que somos aficionados a este policía podemos decir muchas cosas en cada nueva entrega: Brunetti sigue amando a su mujer con locura, a su trabajo con devoción, a sus hijos con lealtad. Brunetti sigue despreciando a su jefe y siendo un pilar de una Venecia decadente que se nos presenta como paradigma de la caída de una época. Brunetti es un ser humano, es un personaje pensante, veraz y vivo como tú o como yo. Es por eso que adoro estas novelas, que dejo que me acompañen, que permito que me hagan un poco más feliz.
En esta novela Brunetti se enfrenta a un caso muy desagradable, el de un muerto de una familia eminente de la Alta sociedad veneciana. Las envidias, los intereses creados, el tráfico de material nuclear desde los antiguos países del Este, se van mezclando para volver a hacer una entrega emocionante. No dejéis de fijaros en el desprecio implícito que el personaje tiene a la nobleza de sangre, a los intereses creados, aun así, su humanidad hará que vaya acercándose a su suegro, representante de esta clase. En fin, toda una lección de novela policíaca y de escritura.
La tenemos como siempre en Seix Barral, aquí tenéis todos los datos que os pueden interesar:
Fecha de publicación: 12/02/2002
288 páginas
ISBN: 978-84-322-1989-4
Código: 913186
Formato: 13,7 x 23,3 cm.
Presentación: Rústica sin solapas
Colección: Biblioteca Formentor
«Un misterio apasionante, en el atractivo marco de una Ve-necia aristocrática y corrupta.» Express on Sunday
«Una impresionante nueva entrega de la serie. Donna Leon se supera en cada novela.» Times Literary Supplement
«Lo admirable de este libro es que casi cada detalle de cada página se inserta en una sucesión de indicios, diseñados con meticulosa precisión, para descubrir el misterio de la muerte de Roberto.» Sunday Times
«La serie del comisario Brunetti se ha convertido en la guinda de la novela de intriga actual... una joya.» The Scotsman
Sinopsis
Durante las obras de reforma de una finca abandonada en la campiña veneciana, se desentierra un cadáver parcialmente descompuesto y semidevorado por las alimañas. Cerca del lugar, se encuentra un valioso anillo de sello, pista crucial que permite identificar el macabro descubrimiento: se trata de Roberto Lorenzoni, hijo de una de las familias más poderosas de Venecia, secuestrado dos años atrás y dado por desaparecido.
Encargado de reabrir el caso, el comisario Brunetti necesitará el apoyo de la rama noble de su familia para adentrarse en el palpitante corazón de la aristocracia veneciana, donde los secretos están más que bien guardados. Una vez más, Donna Leon combina con increíble acierto la crudeza de la corrupción italiana, el encanto de sus personajes y el hechizo de la ciudad de Venecia.
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