Las series literarias no siempre funcionan, sin embargo cuando lo hacen, el lector puede ir identificándose paulatinamente con los personajes, sufrir con ellos, ser en ellos, crecer con ellos. Esto pasa con algunos policiacos que se han pasado por aquí, Montalvano, Brunetti, Wallander y, por supuesto, Jaritos.
En este quinto libro del comisario, Jaritos aparece más
maduro, igual de descreído, y gana en socarronería. La acción es más compleja
que en otras ocasiones: su hija acaba de leer la tesis doctoral sobre
terrorismo y es secuestrada en su viaje con su novio en un ferri en el Egeo,
creo que es el Egeo. Paralelamente el comisario ha de resolver un caso complejo
de un asesino en serie que mata a gente relacionada con la publicidad. El
argumento, como siempre, da pie a reflexionar sobre los temas favoritos de
Màrkaris: el despilfarro y la corrupción endémica de Grecia, el desastre de las
obras de la Olimpiada, que quedan abandonadas y tomadas por inmigrantes
albaneses y paquistaníes, la xenofobia y los grupos de extrema derecha, hoy en
día tan de moda en la nueva Grecia rescatada por la Unión europea, el poder de
los mass media y el papel crucial de la publicidad, la poca preparación de
políticos y responsables burocráticos, o la intransigencia como modus vivendi.
Todo ello sabiamente combinado para hacernos ver que todo está más ligado de lo
que nos creemos.
Jaritos gana en madurez, en sentido común, su intuición de
la justicia es cercana al populismo, pero el lector no siente rechazo por sus
formas, en fin, Jaritos es uno de los grandes personajes con los que nos
podemos encontrar en el panorama literario actual.
Como siempre os dejo la sinopsis, en España lo publica
Tusquets:
NARRATIVA (F). Novela
POLICIACOS (F). Otros
Enero 2008
Andanzas CA 650/4
ISBN: 978-84-8383-040-6
País edición: España
376 pág.
19,23 € (IVA no incluido)
NARRATIVA (F). Novela
POLICIACOS (F). Otros
Enero 2008
Andanzas CA 650/4
ISBN: 978-84-8383-040-6
País edición: España
376 pág.
19,23 € (IVA no incluido)
Ese caluroso mes de junio Kostas Jaritos de pronto recibe una terrible noticia: el barco en el que su hija Katerina viajaba a Creta, donde se disponía a disfrutar de unas breves vacaciones con su novio, acaba de ser asaltado por un comando terrorista. La vida de todos los viajeros corre peligro, pero los terroristas callan, ni siquiera han declarado de qué nacionalidad son, qué pretenden hacer con el barco ni qué condiciones piensan exigir a cambio de la vida de los pasajeros. ¿Son islamistas de Al-Qaeda, palestinos, chechenos? En estas, le ordenan investigar el asesinato de un modelo publicitario que trabaja haciendo anuncios para la televisión. El comisario tendrá que mantener toda su sangre fría para lidiar en ambos frentes: el del mundo de la publicidad y el del terrorismo internacional, mientras su vida familiar se ve dramáticamente afectada.
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