No sé las razones por las que
este libro ha caído en mis manos, primero la editorial, rarísima, Oniro, y después mi distancia con los
libros de fantasía: Hobbit, Señor de los
anillos, Juego de Tronos, Crónicas de Narnja, La linterna mágica etc.
larguísimo. Hay legiones de seguidores de este tipo de literatura y yo, cuando
voy al cine, o las llevan a la tele, pues las veo y paso un rato muy agradable.
Es una literatura, una ficción, a medio camino de la literatura, el entretenimiento,
la pasión y la adolescencia. Suelen ser ucronías bien construidas, donde
aparecen personajes de la mitología nórdica: Trolls, Hadas, duendes etc.
Así que cuando empiezo a
leerlo no espero nada nuevo, es decir, espero enco0ntrarme con una historia
canónica. El personaje ha de ser un niño herido por los libros, la lectura es
su fin y principio, es algo autista, no le interesa el entorno real y se
refleja su vida en o que ocurre en los libros. Yo me siento reflejado, recuerdo
mis mañanas de domingo cuando no me levantaba de la cama hasta haber leído un
libro entero, o cuando vagaba por la montaña en los campamentos a que mis
padres me enviaban los veranos, solo, perdido, imaginándome ese mundo que existe
en mi intelecto. Así, David, el
personaje, se adentra en los libros y sufre una especie de esquizofrenia
lectora, los oye, los vive. Las circunstancias lo empujan a su destino: muerte
de su madre, nueva madre, nuevo hermano, nueva casa en la campiña inglesa, la
guerra mundial, un jardín con una puerta secreta, un viaje al mundo imaginario
de los cuentos donde los cuentos son pesadillas, reales, parte de un todo
oscuro. Ni Blanca nieves es Blanca nieves, ni Hansen y Grettel son lo
que parecen. Introduce personajes de otras mitologías, como las Harpías, los
Hombres lobo. Así el personaje tiene que encontrarse a sí mismo en enfrentamiento
constante con su antagonista, el Hombre
Torcido, ser cruel, cercano a los gnomos, sádico, manipulador, traicionero.
La novela no hace
concesiones a la infancia, su crueldad es manifiesta, su dolor también. Es un
libro de niños para adultos, para recordarnos que nosotros también manipulamos
nuestros recuerdos literarios para entender aquello que, presumiblemente, nos
quieren decir.
Yo me lo he paso de
maravilla, ha sido una lectura muy entretenida. Os dejo la breve sinopsis de la
editorial, Oniro.
En su dormitorio del desván, David, un niño de doce años, llora la muerte de su madre. Está enfadado y solo, con la única compañía de los libros de sus estantes. Pero los libros han empezado a susurrarle en la oscuridad, y, mientras se refugia en los mitos y los cuentos que su madre tanto amaba, descubre que el mundo real y el mundo imaginario han empezado a mezclarse. Mientras la guerra se extiende por Europa, David aterriza de golpe en una tierra que es producto de su imaginación, pero aterradoramente real…
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