Jaume Tortosa es mi alter ego, soy yo mismo sin serlo. Yo soy director en un instituto, vivo en una casa de 120m2, tengo móvil, ebook, ordenador, microondas, ando, trabajo, sufro y me cabreo como padre, me desilusiono y me alegro como hombre, voy al trabajo, transito el fin de semana entre el monte y la playa. Ocasionalmente me escapo de mi rutina, de mi vida, yo, y me veo a mí mismo en la distancia indómita de mi otro ser, el que no tiene hijos, no se ha casado, es escritor, el que tiene un cerebro que bulle de deseo, de inteligencia, de pasión. Ese otro yo contrasta conmigo, con el que escribe esto, que es fronterizo, a medio camino entre el que pude ser y el que soy. El escritor, que es el que nos interesa hoy, vive en la ilusión de la creación, en la adolescencia perpetua que se columpia sin remedio con la realidad tozuda. El escritor cree en su trabajo, en la escritura, en las historias que, en Desnudando las sombras, se van deslizando como una puzzle inconexo que va adquiriendo cierto sentido conforme nos acercamos al final de la obra. Pero en realidad, ¿quién soy yo? Tampoco importa, esto es un blog de libros.
Se me hace extraño escribir sobre este en particular, en realidad sobre cualquiera, ya que este blog no es más que un depósito de mi memoria, de mis últimas lecturas para que no desaparezcan en el marasmo de los recuerdos, para que quede testimonio de una existencia en el limbo inseguro de la memoria. Como os decía, alejarme de la lectura y adentrarme en la crítica, supone un esfuerzo porque, como os he dicho, el fin es depositar la impresión, no criticar lo leído, pero el rumbo se va marcando conforme avanzamos en esta andadura, conforme me adentro en mi cerebro e intento aunar mis sentimientos de lector y crítico.
En la primera parte una serie de relatos autobiográficos nos van presentando a todos los personajes que irán creando esas otras vidas de las que os he hablado; es fundamental entender los mecanismos que llevan al escritor a optar por esta fórmula extraña: hemos de conocer al personaje desde el personaje para ser verídico para poder entenderlo como personaje de ficción, de ahí que en el segundo libro se opte por la narración, por el desarrollo de las tramas que han ido surgiendo en la primera parte,y, en cierta manera, resolver los enigmas y situaciones planteadas.
Los personajes van desde los entrañables, Pepe, hasta los nauseabundos, Samuel. Pero todos tienen un nexo común, que tienen otra vida, o, al menos, el anhelo de otra vida, la del aventurero poeta, como en la magistral Juegos de la edad tardía de Landero. El ansia de ser les dota de un aliento vital que los hace, a un tiempo, personas contradictorias, y personajes ficcionales.
La obra tiene los problemas y defectos propios del formato: quien se ve abocado a la autoedición debe compaginar su vida, su trabajo, con el hecho de escribir, pero no como el resto de los que editan, él debe ser corrector de estilo, con los increíbles problemas que plantea la imposibilidad de alejarse de la obra - si os cuento las horas que Jaume se ha pasado decidiendo si había de poner una < , > ante conjunción, no os lo vais a creer- , maquetador, con la ausencia de los suficientes conocimientos para hacerlo, diseñador de edición, sin saber encajar una tipografía en el título. Y este es el problema, algún error tipográfico, algún problema de estilo, posibilidad de mejorar la edición etc. Por todo ello Jaume, el que está escribiendo esto, siente indiferencia, lo ve como problemas menores, el escritor siente una fuerte presión en el estómago, se siente indispuesto, jodido, querría haberlo hecho mucho mejor, y el hombre no siente nada, piensa que ya ha hecho bastante con permitir que se publique el sexto libro.
En fin, os dejo la sinopsis de Bubok ( Bubok es una editorial que publica bajo demanda, gestiona el ISBN de editorial, con lo que el libro no parece autoeditado, y saca la versión para formato ebook. La ventaja es que los libros pueden disponerse, trascurrido un tiempo prudencial, en descarga gratuita, si el autor lo permite. Yo, nosotros, solo podemos que estar agradecidos)
A través de varias narraciones, se va construyendo una novela que pretende bucear en los diferentes aspectos del alma humana: la soledad, el amor sin amor, la pasión, el sexo.
Cada narración se concibe como un mundo que implica a otro mundo, si se quiere, una dimensión que lleva a otra dimensión, a otra puerta. Los estilos son diferentes, los personajes van desde un Samuel hipócrita e insufrible que se redime por amor; una Elvira que despierta a la vida adulta asumiendo el peso de sus deseos; Arnau, profesor que se despoja del mundo para morir como Ícaro; Santi, el escritor que se encuentra dentro de sus personajes; Pepe, revolucionario de sí mismo; Didac, sometido al bucle infinito de la vida, o Eva, que abre los ojos a los caminos laberínticos de otra dimensión.
La novela nos muestra que otra realidad es posible, y que no siempre estamos en disposición de verla ya que nuestras sombras se proyectan, magníficas, sobre nuestros cuerpos desnudos.
¿Algún día entraré aquí para hablar de literatura? Me prometí a mí mismo que no volvería a aparecer por aquí vestido así: me caigo gordo por mi indefinición. No sé si soy un veinteañero o un hombre que ronda la cincuentena. Y la verdad es que no tengo ni idea de mi personalidad porque surgí como reacción a otro personaje que me cayó bien (me cae bien) espontáneamente. Y esto es importante porque contestaba sin tener ni idea, aunque me roía la curiosidad ¿Quién será esta persona? La expresión era la adecuada, pero todo el mundo deja un rastro cuando escribe y con esa forma de expresión tan intensa y precipitada, tan sólo era cuestión de tiempo para que todo encajase. Supongo que también lo tenías previsto.
ResponderEliminarQuiero decirte que me gusta la noticia del nuevo libro y, por supuesto, la nueva imagen de este blog. Más profesional, aunque echo de menos las otras voces. No volvía por aquí en serio desde Semana Santa cuando quería descargarme los textos. En realidad, fue un vagabundeo con sorpresa porque, como casi siempre me ocurre, no cumplí con mi objetivo: me lié a leer-y a leer- y a leer lo que decían los otros, y acabé concluyendo (no hay que ser un Sherlock) que éstos resultaban imprescindibles para entender el todo y que desde luego eran mucho más interesantes que la parte visible. No sé por qué tampoco me sorprendió. Creo que era la misma sensación que tuve cuando te conocí.
Ay, Laura, no se nota cuando escribo. Como a todo el mundo le ocurre, es entonces cuando ofrezco la mejor parte de mí. No espero que lo entiendas, pero te digo que llego al verano muerto, exhausto, tan cansado como jamás he estado. Que necesito el verano para recuperarme (sí-sí para tumbarme en una hamaca) pero para rebozarme en tiritas y vendas. Paradójicamente, también me siento más feliz que nunca. Creéme si te digo que no sabía que las murallas de Ávila se iban a derrumbar. Y que, desde luego, no es el mejor momento para quedar. Igual si que puedes intuir de qué se trata; pero todo no. Todo es imposible.
Supongo que te acabaré enviando un correo porque quiero que entiendas qué ha ocurrido. Lo que debo contarte no lo expreso en un blog. En este espacio, entre que los hombres sentimos pero no expresamos (ale, toma topicazo), y que tengo que andarme por las ramas metafóricas y simbólicas, creo que al final, acabo arrojando más confusión que claridad, ¿cierto? ¡Cierto! Qué importante es decir las cosas. Qué importante es mostrarse tal y como uno es. Qué importante es asumir la dirección de la vida. Laura, todavía no he entendido qué ha cambiado.
Jajajajaja, no hace falta que hables de literatura, querido Manolo, tu comentario ES literatura, como casi todo en ti.
ResponderEliminarMe intriga tu relación con Laura. Tanto encuentro digital me turba. Pero, ¿qué haríamos sin tanto encuentro digital?
Odio el teléfono, odio el ruido, me encantan las palabras, los comentarios, leer, las cartas. No quiero intervenir en vuestra historia de amor, pero si queréis utilizar este espacio, que es vuestro, yo me rindo ante vosotros.
Yo también vagabundeo por mí mismo, cosas que pasan
Esta entrada lleva aquí congelada diez días, muchos días para la velocidad vertiginosa de este blog, probablemente por nada o porque el dueño de estos dominios anda ocupado leyendo alguno de sus complejos novelones tamaño enciclopedia Espasa o porque anda demasiado ocupado en su otra vida, si, la de padre, esposo, trabajador etc... o igual es una estrategia para publicitar lo propio¡ ja¡.Sea como fuere se me aparece cuando abro la puerta del blog y no sé por qué hoy necesito romper la pausa, el peso del tiempo congelado que se me presenta como una especie de sueño al modo Bella Durmiente que llevó a todo el Reino a dormir durante años presa de su propio maleficio.
ResponderEliminarY no quiero decir nada porque este comentario no ha nacido aún porque Desnudando las Sombras no ha madurado en mi verano por escribir de lecturas digitales que me acompañarán donde los bolsillos de mis maletas no llegan.
Y esta es una entrada abierta al futuro, al de los lectores que te recogerán aqui o allá y te dejarán sus comentarios, la mayoría de ellos en forma de palabra hablada, qué pena, se la llevará el viento o tú pero no nosotros. Usa esta entrada y traenos algo de todo lo que te va a llegar en forma de adulada alabanza o crítica constructiva(que eufemismo tan fantástico) a mi me gustará.
Manolo, rompo el maleficio definitivamente porque sentirse aludida y no contestar es de muy mala educación y me sientía incómoda, ya ves, pero mira, una que es limitada, a veces me hago un nudo en lo complejo de las redes humanas, me quedo atada en lo limitado de mi entendimiento y no doy más de mi. Ya paró la noria y tu silencio me trae malos augurios. Solo espero que estés bien.
Me dice un lector que ha encontrado una falta de ortografía, o de interpretación ortográfica, sutil la diferencia, yo le digo que qué suerte tiene, yo estoy seguro de que hay muchas más, ya lo avisé.
ResponderEliminarHabla de revelar y rebelar, y recuerdo de memoria el fragmento, es posible que cuando lo reescribí cambiara el sentido y haya quedado la forma primitiva con v, prometo buscarlo y , si es pertinente, subsanarlo. Por lo demás em dice que le gusta, que entiende mi desánimo cuando escribo y se pierde en ningún sitio. Ya no me duele no ser leído, podría ser peor, no haberlo escrito.