1. Lavandería Ángel
Una mujer visita una lavandería que, con su desorden y diversidad, evoca en ella recuerdos de su niñez y de barrios puertorriqueños, abriendo la puerta a encuentros y reflexiones sobre la vida de quienes se cruzan en ese espacio.
Los relatos aparecen con la fuerza de la mujer que retrata lo cotidiano sin esperar mucho más que el momento que narra. Me encanta la maravillosa sencillez con que cuenta lo complejo.
En mis ojos había pánico. Me miré a los ojos y volví a mirarme las manos. Horrendas manchas de la edad, dos cicatrices. Manos nada indias, manos nerviosas, desamparadas. Vi hijos y hombres y jardines en mis manos.
2. Doctor H.A. Moynihan
Relato en el que una joven, expulsada del colegio por un incidente con una monja, se ve obligada a trabajar en la clínica dental de su abuelo, enfrentándose a situaciones surrealistas y a la crudeza de las relaciones familiares.
Aquí nos encontramos con una historia más ficcional, una reflexión, posiblemente, sobre los límites. Es la historia de un dentista que hace dentaduras perfectas, pero acaba haciendo una para la que necesita arrancarse todos los dientes.
Estrellas y santos. Las anécdotas de la vida cotidiana siguen acaparando la acción narrativa.
Desde que me alcanza la memoria siempre he tenido un don para quedar mal.
3. Estrellas y santos
La protagonista rememora su infancia y la sensación persistente de ser diferente en un entorno escolar marcado por la religiosidad; la historia explora la lucha por encajar y la dualidad entre lo sagrado y lo cotidiano.
4. Manual para mujeres de la limpieza (el relato titular)
Una mujer de la limpieza narra su rutina y sus descubrimientos en los hogares de sus clientes, recolectando somníferos y observando, casi como un manual de supervivencia, las dinámicas y secretos de familias aparentemente intocables.
No hay pretensiones, el desarrollo de la historia es tan cotidiano como andar por la calle y mirar un banco vacío o lleno, por eso las historias transcurren y acaban así. La trama fluye a golpes de impresiones, de la visión particular, el trabajo y el recuerdo. En este caso el marido muerto que va presentándose para cohesionar la acción narrativa.
Se olvida de todo, incluso de sus achaques. Mientras limpio el polvo los voy recogiendo y los dejo en el escritorio.
5. Mi Jockey
Con un estilo casi poético, este relato breve describe a una enfermera de urgencias que ayuda a un joven jinete mexicano, elevando el acto de desvestirlo a un ritual cargado de misticismo y sensibilidad.
Es un relato muy breve, también trabaja la impresión personal. Aparecen algunas acciones y personajes que seguirán constantes a través de los relatos.
Debía correr en las carreras del día siguiente. Llévelo a Rayos X, dijo el doctor Johnson. Puesto que no quiso tumbarse en la camilla, lo llevé en brazos por el pasillo, estilo King Kong. Muñoz sollozaba, aterrorizado; sus lágrimas me mojaron el pecho.
6. El Tim
Ambientado en un colegio religioso, este cuento muestra la confrontación entre una monja-profesora y un alumno rebelde, donde el choque entre la disciplina y la rebeldía resalta la lucha por el control y la libertad.
Este relato comprime la violencia que sentimos en ocasiones ante la injusticia.
Con impotencia, yo asistía a la creciente confusión de la clase, una confusión que ni siquiera sor Lourdes era capaz de controlar. Cuando ella entraba ya no había silencio, sino tensión...
7. Punto de vista
La narradora experimenta con las perspectivas narrativas, reflexionando sobre la escritura misma y la transformación de la realidad a través de la palabra, en una especie de meditación filológica sobre el relato.
Precisamente es el punto de vista el que prima, el de la escritora alejada del personaje que describe y presenta.
Ustedes escucharán todos y cada uno de los detalles compulsivos, obsesivos y aburridos de la vida de esta mujer solo porque está escrita en tercera persona. Caramba, pensarán, si el narrador cree que hay algo en esta patética criatura sobre lo que merezca la pena escribir, será que lo hay. Seguiré leyendo, a ver qué pasa.
8. Su primera desintoxicación
Un retrato trágico de una madre de clase media que, a pesar de esforzarse por mantener una fachada de normalidad, se ve atrapada en el espiral del alcoholismo y la negación.
El alcohol aparece como personaje, como compañero inefable, como presencia constante en la contrucción de algunos personajes.
Nunca antes había conducido borracha, nunca había faltado más de un día al trabajo, nunca... No tenía ni idea de todo lo que quedaba por venir.
9. Dolor fantasma
Una mujer, al asumir el cuidado de su anciano padre, se enfrenta a recuerdos dolorosos y a la sombra de un pasado violento en el que él tuvo un rol trágico en la familia, poniendo en juego sentimientos de culpa y compasión.
Hay un dolor real de John, pero la autora sufre por la demencia del padre en la residencia de una habitación, John amputado por la diabetes en una sucesión narrativa que me recuerda a Munro.
Nunca he entendido cómo es posible que tanta gente prácticamente iletrada pueda leer la Biblia con tanto ahínco. Hace falta valor. De la misma manera, me sorprende que las costureras sin estudios del mundo entero se las ingenien para poner una manga y una cremallera.
10. Dentelladas de tigre
Tras un divorcio y la traición de un marido que la abandonó en condiciones precarias, la protagonista regresa a su hogar y enfrenta el juicio y la incomprensión de su familia, mientras lucha por encontrar un amor verdadero.
Una vuelta al origen. Un aborto no realizado en México y el reencuentro con la familia que crea un ambiente femenino de primera magnitud.
¿Te lo puedes creer, que mamársela a tu legítimo esposo vaya contra la ley?...
—A las cinco vendrá el doctor. Le hará examen, y le colocará el catéter en el útero. Durante la noche provoca contracciones, pero con medicina para dormir no se sentirá mal. Nada de comida o agua después de cenar. A la mañana temprano normalmente hay un aborto espontáneo. Seis de la mañana, entrará a la sala de operaciones y le hacen D y C. Se despierta en su cama. Le damos ampicilina para la infección, codeína para el dolor. A las diez, un coche la lleva a Juárez o al aeropuerto o al autobús de El Paso.
11.Apuntes de la sala de urgencias, 1977
La caótica atmósfera de una sala de emergencias se plasma en un relato cargado de imágenes sensoriales, en el que la vida y la muerte se entrelazan en momentos de angustia y asombro.
Una visión recorrido por la sala de urgencias con el análisis de los pacientes, de las enfermeras, de las ambulancias de urgencias, de las muertes plácidas, de la muerte generosa, de la mala. Literatura de primera.
12.Temps perdu
Volvemos al hospital, a los recuerdos de una etapa vivida o no, así la escritora abre el recuerdo a la niñez, al amor, a la inocencia. Que la hubo.
Llevo años trabajando en hospitales, y si algo he aprendido es que cuanto más enfermo está un paciente, menos ruido hace. Por eso los ignoro cuando llaman por el interfono. Soy administrativa de planta,
13. Carpe diem
Una exhortación a aprovechar la vida a pesar de sus sombras; la narradora nos recuerda que la urgencia de vivir intensamente puede surgir en medio de la desesperación y el desamparo.
14.Toda luna, todo año
Una viuda reencontrándose en México, sola, como perdida, pero encuentra a unos pescadores y no paran de a bucear y de pescar, y de encontrarse. Y así se nos abre la puerta a ese universo femenino e íntimo que va recreándose a lo largo de los relatos.
15.Buenos y malos
Una adolescente en un Chile prerrevolucionario. Ella, el personaje, usa su amistad con una profesora norteamericana de historia. Servicios sociales, comunismo, desconocimiento de la población. La niña va reivindicando el yo femenino.
Nadie caminaba erguido, gateaban deprisa como ratas mojadas, metiendo despojos en bolsas de arpillera que parecían las jorobas de algún animal, dando vueltas, abalanzándose, chocando unos con otros, olisqueándose, escabulléndose, desapareciendo como iguanas tras las dunas.
16.Melina
Las relaciones cotidianas, el amor, los espacios que van ocupando las diferentes personas en nuestras vidas, los músicos, las sucesiones de uno y otro para descubrir aquellas personas que nos impactaron.
No sé por qué me casé con esos tipos callados, cuando a mí lo que más me gusta en el mundo es hablar.
17.Amigos
Las historias son reales y cotidianas, como siempre, se desarrollan con la simplicidad de las acciones que se suceden como estados de ánimo. Dos viejitos y una mujer van a encontrar un espacio en común para la amistad.
¿y si Anna se ponía enferma de verdad? ¿Qué responsabilidad implicaba esa amistad? La dependencia mutua de la pareja, la vulnerabilidad de los dos ancianos la entristecían y la conmovían.
18.Inmanejable
Una autoexploración despiadada en la que la narradora se enfrenta a su propia batalla contra el alcohol, describiendo con crudeza y honestidad el ciclo destructivo de la adicción.
Una descripción triste de una alcohólica, la dependencia y cómo ha de conciliar la adicción con la vida.
Entonces salió, fue directa a la licorería de la esquina. Ya habían abierto.
19.Coche eléctrico, El Paso
Un breve destello de surrealismo en el que lo cotidiano –el viaje en coche– se transforma en una experiencia casi metafísica, explorando la conexión entre tecnología, movimiento y existencia.
Un viaje en coche eléctrico con dos señoras que recitan la biblia. La visión de una niña con momentos que devienen de las impresiones que estoy comentando.
Íbamos tan despacio que vi las cosas como nunca antes las había visto. A través del tiempo, como al mirar toda la noche a alguien que duerme.
20.Atracción sexual
Tan inquietante que te turba: el desarrollo de la acción, el abuso de posición dominante con la niña, el sexo como poder supremo sobre la voluntad.
La verdad es que yo no sabía nada sobre atracción sexual. El sexo en sí parecía guardar cierta relación con la locura. Los gatos se ponían como locos, por lo menos, y todas las estrellas de cine tenían un aire demente. Bette Davis y Barbara Stanwyck eran directamente perversas.
21.Gamberro adolescente
Construye historias aparentemente triviales, anodinas, indiferentes, pero van calando en el lector y así, poco a poco, vas entendiendo el mundo de la autora.
Vivíamos en una vieja casa de campo, cerca del río. Marty y yo acabábamos de divorciarnos, fue mi primer año dando clases, mi primer trabajo. Ocuparse sola de la casa tenía lo suyo. Goteras en el tejado, la bomba quemada; pero era una casa grande, preciosa.
22.Paso
Un combate de boxeo sirve para retratar a los pacientes de un centro de desintoxicación.
Carlotta también se rió, al verlos a todos corriendo en pijama. No es que le quitara importancia a lo que había hecho. No se acordaba, así que la proeza no tenía ningún mérito.
23.Perdidos
La conciencia fluye y así los pensamientos se escuchan en voz alta, los momentos de desintoxicación nos visitan a los lectores.
Solo se oía el viento y las manadas de perros que seguían merodeando. A veces era agradable, el silencio, salvo porque los discos del radar giraban sin parar con un débil lamento quejumbroso, día y noche, día y noche. Al principio era estremecedor, pero con el tiempo acabó por ser reconfortante, como el sonido de un carillón. Decían que lo habían utilizado para interceptar a los pilotos kamikaze japoneses, pero decían un montón de cosas raras.
24.Penas.
Los relatos se entrelazan para crear una historia, una novela disuelta, deconstruida en sus artes constitutivas. Vuelve el buceador, la alcohólica, ella, que necesita alcohol para controlar los temblores, vuelve Dolores, y todo porque todo es parte de la conciencia de la escritora.
Las dos mujeres guardaron silencio, complacidas con sus inofensivas especulaciones, con sus análisis. Pensando que también a ellas les llegaría la muerte. Que a sus maridos les llegaría la muerte. No se demoraron en esos pensamientos, sin embargo. Aunque superaban los setenta eran parejas sanas, activas. Vivían con plenitud, disfrutaban el día a día. Cuando sus maridos retiraron sus sillas para sentarse a jugar la partida, ambas se sumieron en el juego con placer, olvidándose por completo de las dos hermanas, que en ese momento estaban sentadas una al lado de la otra en la playa, bajo las estrellas.
25.Bonetes azules
Así que aquí están ellas, la María que fue alcohólica, que fue enfermera, escritora, lavandera. El relato se adentra en la soledad, en los ecos del ego, en la naturaleza. Me ha parecido maravilloso.
¿por qué no había ido en taxi? Sus hijos, ya mayores todos, podían ser peor que unos padres, más intransigentes, más anticuados cuando se trataba de juzgarla a ella.
26.La vie en rose
Todo es hermoso y tranquilo. Un día apacible hasta que la naturaleza sucumbe al volcán.
27.Macadán
Una impresión, una pincelada, un esbozo.
Desde allí mirábamos a la reata de presos que pavimentaban Upson Street. Un capataz vertía el macadán; los convictos lo apisonaban, con un compás pesado y rítmico. Las cadenas y los grilletes entrechocaban; el macadán caía con un rumor de aplausos.
28.Querida Conchi
Gran relato en forma epistolar a Conchi, el primer amor. La protagonista, que vivió en Chile, se enamora de un mejicano en la Universidad. La majestuosidad del primer amor, los padres, los prejuicios sociales.
Cualquier desconocido te cuenta su vida, pero no son emotivos o afectuosos como los chilenos, así que aún no acabo de entender a la gente...
Hay mil libros que quiero leer, no sé por dónde empezar. Voy a pasarme a Filología el próximo semestre...
29.Triste idiota
Sally y Carlotta vuelven, de cuando fueron a Chile; retazos de amores y fracasos.
La soledad es un concepto anglosajón. En Ciudad de México, si eres el único pasajero en un autobús y alguien sube, no solo se sentará a tu lado sino que se recostará en ti...
—Carlotta, querida..., ¿cómo piensas recoger los pedazos de tu vida?
—No quiero ninguno de esos viejos pedazos. Simplemente sigo adelante, procuro no hacer daño a nadie.
30.Luto
Una mujer de la limpieza que se dedica a limpiar en casas de gente fallecida. Mientras limpia, unos hijos repasan los recuerdos que quieren llevarse.Sencilla, directa y cotidiana.
Me encantan las casas, todas las cosas que me cuentan, así que esa es una razón de que no me importe trabajar como mujer de la limpieza. Se parece mucho a leer un libro.
31.Panteón de Dolores
En el marco del Día de Muertos, la narradora evoca rituales y recuerdos, mezclando la melancolía con una visión casi poética de la muerte y la memoria familiar.
La intimidad de Sally con la madre, y ella, Sally, con su cáncer como una presencia constante.
Ni «Descanso Celestial» ni «Valle de la Serenidad». El cementerio del parque de Chapultepec se llama Panteón de Dolores. No hay manera de escapar de ello en México. Muerte. Sangre. Dolor...
Ciudad de México hoy en día... Fatalista, suicida, corrupta. Una ciénaga pestilente. Ah, pero tiene su encanto. Hay destellos de tal belleza, ternura y color que te dejan sin aliento.
32.Hasta la vista
Una historia de despedida y duelo, donde el final de una relación apasionada se contrapone a la inevitabilidad del paso del tiempo, dejando una sensación agridulce en el lector.
Seguimos en México con Sally muy jodida, mientras, ella recuerda su matrimonio con Jude y su escapada con Max. Íntimo, dulce preciso, con un virtuosismo de lo sencillo que me evoca a Munro, como en muchas otras ocasiones.
A decir verdad Sally y yo ni siquiera hablamos tanto ya. A ella le duelen los pulmones cuando habla. Yo leo, o canto, o simplemente nos tumbamos juntas a oscuras, respirando al unísono.
33.Una aventura amorosa
Este relato está muy bien resuelto. En muchos otros el relato queda suspendido en un momento de la acción, ya que el final no es lo que importa en la resolución de la acción narrativa, sino su devenir. Es tiempo de trabajo en una consulta y así entra en contacto con una nueva administrativa que tendrá una aventura amorosa.
Detesto mentir, realmente no soporto decir mentiras. No por razones morales. Es tan difícil, improvisar sin dejar cabos sueltos. Recordar lo que has dicho.
34.A ver esa sonrisa
Unos de los relatos más largos escrito desde la cotidianeidad y la sencillez. Habla del amor sin fronteras, de la amistad, de cómo cambia la vida por el alcohol, de la justicia, de las mujeres solas que se enfrentan a la incertidumbre. Un grandísimo relato.
El sol del ocaso estaba en los brillantes ojos azules de Carlotta. Se le llenaron de lágrimas, que quedaron atrapadas en las pestañas sin llegar a caer y reflejaron las palmeras verdes: parecía que llevara unas gafas turquesas...
—Cuánto lo siento, Jon —dijo—. Lo más difícil es no saber lo que piensas. Una vez lo averigües, bueno, entonces todas tus dudas se disiparán. Supongo.
35.Mamá
Un testimonio doloroso y sincero sobre la relación con una madre compleja y contradictoria, que mezcla amargura, resentimiento y una extraña ternura en medio de los recuerdos familiares.
Una vez más los recuerdos entre el dolor y la comprensión, difícil, de las relaciones humanas. Me fascina la capacidad de crear reflexiones brillantes.
«Nunca, jamás te cases por amor. Si amas a un hombre, querrás estar siempre a su lado, complacerlo, hacer cosas por él. Le preguntarás: “¿Dónde has estado?” o “¿En qué estás pensando?” o “¿Me quieres?”. Así que acabará pegándote. O saldrá a por cigarrillos y no volverá.»
36.Carmen
El gusto por los ambientes turbios, el realismo sucio, México constante como un personaje más, salvaje, las drogas, la desesperación y el asco. Y siempre una mujer.
Cuando los niños se fueron, entré y cerré la puerta. Noodles temblaba tanto que tuve que darle yo el jarabe. El olor me provocó náuseas. Su sudor, su mierda, la caravana entera olían a naranjas podridas por el jarabe.
37.Silencio
A pequeños golpes va contando anécdotas de su infancia, amistades perdidas, familias desestructuradas, madres débiles, abuelos pervertidos y la vida que transcurre sin remedio para crear a una mujer.
Hablábamos de la vida, nos contábamos anécdotas divertidas.
38.Mijito
Un relato conciso en el que una joven madre mexicana y un personal de urgencias se cruzan en un instante cargado de sensibilidad y ritualidad, resaltando la vulnerabilidad y la ternura en medio del caos.
Relato extraordinario, donde aparece la mujer abocada a su destino, la adolescente mexicana sola en USA, la ignorancia, la crianza del hijo, el novio preso, la sordidez total. El niño necesita cuidados hospitalarios, la situación es compleja, los abusos, la indigencia. La sobriedad se impone, cierta distancia que hace que el lector no pueda por menos que identificarse. Muy duro, mucho.
Trato de recordar todos los árboles y a toda la gente del pueblo. Trato de recordarme a mí misma, porque entonces era otra, antes de tantas cosas que han pasado...
Asiente, resignada. Tiene la típica mirada abatida de las mujeres maltratadas. Que Dios me perdone, porque también soy mujer, pero cuando veo mujeres con esa mirada me dan ganas de abofetearlas.
39.502
Menos mal que dejé el alcohol antes de mudarme a Boulder. Este es el primer sitio en el que he vivido donde no encuentras una licorería en cada esquina. Aquí ni siquiera venden alcohol en Safeway, y por supuesto nunca los domingos.
40.Y llegó el sábado
La prisión se puede convertir en un espacio de creación literaria entre drogas, asesinos, chulos, qeer y putas.
41.B. F. y yo
Y nunca cesa lo cotidiano.
42.Espera un momento
Un relato contemplativo sobre el envejecimiento, en el que cada instante se convierte en una pausa forzada ante la inminencia de la muerte, pero también en una invitación a valorar lo efímero.
Y no lo olvidéis, si tomamos el libro como un relato con capítulos y cada capítulo es un relato, ella es la protagonista de su vida de ficción.
Los suspiros, el ritmo de nuestros latidos, las contracciones de parto, los orgasmos, acaban todos por acompasarse, igual que los relojes de péndulo colocados uno cerca del otro pronto sincronizan su vaivén. Las luciérnagas en un árbol se encienden y se apagan como una sola. El sol sale y se pone. La luna crece y mengua y el periódico suele caer en el porche a las seis y treinta y cinco de la mañana.
43.Volver al hogar
La protagonista confronta el dolor de la vejez y el anhelo de encontrar refugio en el hogar, explorando la dicotomía entre el deseo de pertenencia y la cruda realidad de la soledad.
Es posible, al final de este camino, que la vida sea una casualidad, pero los resultados no.
Todo lo bueno o malo que ha ocurrido en mi vida ha sido predecible e inevitable, en especial las decisiones y los actos que han garantizado que ahora esté completamente sola.
El libro lo podemos encontrar en Alfaguara, y aquí os dejo datos de vuestro interés.
Título: Manual para mujeres de la limpieza
Autor (es): Lucia Berlin
Traductor:
Sello: ALFAGUARA
Precio sin IVA: 7.43 €
Precio con IVA: 8.99 €
Fecha publicación: 03/2016
Idioma: Español
Formato, páginas: E-BOOK EPUB, 400
Medidas:
mm
ISBN: 9788420421605
EAN:
Temáticas: Contemporánea
Colección: Literaturas
Edad recomendada: Adultos
«Recién aparecido en
Estados Unidos ya ha arrasado en los suplementos literarios y tiene todos los
puntos para convertirse en un libro de culto.»
Sergio Vila-Sanjuán, La
Vanguardia
«Lucia Berlin pasó su
vida en la oscuridad. Ahora se la reverencia como a un genio literario.»
Brigit Katz, The New York
Times
Con su inigualable toque
de humor y melancolía, Berlin se hace eco de su vida, asombrosa y convulsa,
para crear verdaderos milagros literarios con episodios del día a día. Las
mujeres de sus relatos están desorientadas, pero al mismo tiempo son fuertes,
inteligentes y, sobre todo extraordinariamente reales. Ríen, lloran, aman,
beben: sobreviven.
* Uno de los mejores
libros del año según The New York Times, The Guardian, NPR y The Boston Globe.
* En la lista de los más
vendidos en Estados Unidos desde su publicación.
* Traducida a más de 14
idiomas.
Reseñas:
«Hacía tiempo que no leía
nada tan impactante: su aterradora belleza deja sin aliento.»
Rosa Montero
«La última sensación
literaria de Estados Unidos es una autora con una vida de película. Crítica y
público se rinden a su obra. Al fin llegó la hora de Lucia Berlin.»
Andrea Aguilar, El País
«Maldita, brillante,
rescatada. Uno de los fenómenos literarios del momento. Una Raymond Carver.»
Laura Fernández, El Mundo
«Leer a Lucia Berlin ha
sido una de las grandes satisfacciones lectoras de los últimos meses.
Emocionante, de saltarse las lágrimas, entre la ironía y la inmensa ternura.»
Laura Revuelta, Abc.es
«Milagros de la
posteridad, del olfato editorial o de la justicia poética, la autora está más
viva que nunca. Ahora resucita y se la compara con Raymond Carver. (¿Estará mal
decir que me parece mejor que él?).»
Rodrigo Fresán, Vanity
Fair
«Creo que nunca he leído
a una mujer más inteligente, sensible, tierna y valiente que Lucia Berlin.»
José María Guelbenzu,
Babelia
«¿Cómo explicas los
cuentos de Berlin ¿Cómo resumes la carnalidad, el desequilibrio, la sensación
de peligro, un estilo que te corta las entrañas como un bisturí pero que al
mismo tiempo te hace sonreír y sentir una envidia inconfesable de unas vidas
vividas siempre al límite de la catástrofe y la locura? Me arriesgaré a ponerme
pesado: leed Manual para mujeres de la limpieza. »
Sergi Pàmies, La
Vanguardia («Then we take Berlin»)
«Unos relatos precisos y
vivos en los que nada sobra. Un derroche de maestría literaria.»
Elena Méndez, La Voz de
Galicia
«No es un sueño. Lucia
Berlin existió. Pero he tardado décadas en encontrarla. Un tesoro literario de
primera magnitud. Berlin es verdad de principio a fin, auténtica y divertida.»
Marta Reyero, Cuatro.com
«El conjunto es un
perfecto taller de creación literaria, una clase magistral que Lucia Berlin nos
regala desde el más allá. Uno de esos libros que no quieres que se acaben, que
podrías leer una y otra vez, que te deja la huella indeleble de tantas de sus
frases.»
Fernando Ontañón, La
Opinión
«Una verdadera
maravilla.»
Rosa Regás, El Diario
Vasco
«Apabullante. Fenomenal.
Divertidamente desesperado.»
Enric González, Jotdown
« El libro del año reúne
los cuentos de una de las muchas escritoras que una historia literaria escrita
principalmente por hombres prefirió no recordar, para infortunio de los
lectores; pero su reivindicación no se agota en el gesto político: los cuentos
son excelentes.»
Patricio Pron
«Los cuentos de Berlin
funcionan como una novela autobiográfica: la infancia en Nuevo México o Texas,
los hijos, la vida bohemia en Nueva York, los matrimonios fracasados, la
familia, los trabajos o el amor pasados los cincuenta son algunos de los temas
del libro. Me cautivó su frescura y es uno de esos libros que da ganas de
escribir.»
Aloma Rodríguez, Letras
Libres
«Publicado póstumamente,
este volumen reúne 77 relatos llenos de dolor, ternura y humor, que descubren
la importancia de lo insignificante en lo cotidiano, y el horror de existir
siendo mujer, pobre y alcohólica.»
El Cultural
APUNTES TERTULIA
LITERARIA
Manual para mujeres de
la limpieza de Lucia Berlin es una colección de 43 relatos
que exploran la cotidianidad de personajes marginados, reflejando las propias
experiencias de la autora. Berlin, nacida en 1936 en Alaska, llevó una vida
itinerante y desempeñó diversos trabajos, desde profesora hasta mujer de la
limpieza, experiencias que se reflejan en sus cuentos
Análisis literario
Berlin utiliza un estilo
conversacional, alternando entre primera y tercera persona, lo que permite una
conexión íntima con el lector. Su prosa es ágil y poética, incorporando
onomatopeyas y diálogos realistas. Emplea técnicas como el flashback y el contrapunto
para enriquecer la narrativa, y sus finales suelen ser abiertos y
sorprendentes. Además, reflexiona sobre el acto de escribir, como se observa en
el relato "Punto de vista".
Importancia y trascendencia:
Publicada póstumamente, la
obra ha sido reconocida como una contribución significativa a la narrativa
corta del siglo XX. En 2016, fue seleccionada como el mejor libro del año por
'Babelia', destacando su capacidad para plasmar la realidad con autenticidad. Berlin
ha sido comparada con autores como Chejov y Carver, consolidándose como una voz
esencial en la literatura contemporánea.
Técnica narrativa desde un
punto de vista filológico:
La narrativa de Berlin se
caracteriza por su naturalidad y precisión lingüística. Su uso del lenguaje
refleja las variaciones dialectales de los personajes, aportando verosimilitud.
La alternancia de perspectivas narrativas y la integración de experiencias
personales en la ficción demuestran una maestría en la manipulación del
lenguaje y la estructura narrativa.
Otros cuentos
La aventura de la limpieza
Un relato que recoge las
anécdotas insólitas y a veces absurdas que se viven durante las faenas
domésticas, donde el humor se mezcla con el desencanto de una vida al margen.
La mujer de la limpieza
Una reflexión sobre la
identidad y el estigma social de quienes realizan trabajos de servicio; la
narradora se convierte en la voz de la invisibilizada, mostrando dignidad y
resiliencia.
La receta de la soledad
Utilizando la metáfora
culinaria, este cuento expone cómo la soledad se compone de pequeños
ingredientes amargos y dulces, formando una “receta” única para la
supervivencia emocional.
El viaje sin retorno
Un relato en el que la huida
física se convierte en un escape emocional; la protagonista emprende un viaje
sin destino, donde cada kilómetro es un adiós a un pasado doloroso.
La memoria fragmentada
Aquí la narradora se sumerge
en la reconstrucción de un pasado dislocado, donde los recuerdos se
entremezclan y fragmentan, creando una imagen caleidoscópica de la identidad.
La fuga
Un impulso de abandonar lo
insoportable; este relato capta la decisión repentina de dejar atrás una vida
marcada por el dolor, aun cuando las sombras del pasado no permiten un escape
completo.
El silencio de las calles
Con una atmósfera lúgubre, la
narradora observa las calles vacías y reflexiona sobre el aislamiento urbano,
donde el silencio acentúa la soledad del ser.
La última llamada
El acto de no contestar un
teléfono se transforma en símbolo de desconexión y pérdida, evocando cómo
pequeños gestos pueden marcar la distancia entre lo que se quiere y lo que se
pierde.
Las voces del barrio
Una colección de murmullos,
diálogos y sonidos callejeros que revelan las historias ocultas de la comunidad
marginal, donde cada voz contribuye a un mosaico de realidades.
El decálogo de la
supervivencia
La narradora ofrece, en tono
irónico y a la vez revelador, un conjunto de reglas no escritas para sobrevivir
en un mundo que juzga y margina a las trabajadoras domésticas.
La lección de humildad
Un cuento en el que la
experiencia en los oficios más humildes se convierte en fuente de sabiduría,
mostrando cómo la humildad y la observación atenta pueden ser una lección de
vida.
Los restos de la fiesta
Una instantánea del desorden y
la decadencia que siguen a una celebración; el relato contrasta la alegría
efímera con la inevitable llegada del caos y la tristeza.
El eco de los recuerdos
Las voces del pasado resuenan
en el presente, y la narradora se enfrenta a cómo los fragmentos de
experiencias vividas siguen influyendo en su estado emocional y su percepción
del mundo.
La rutina desquiciada
Una mirada implacable a la
monotonía caótica de la vida diaria en el margen, donde la rutina se vuelve
casi absurda y, a la vez, profundamente reveladora.
La confesión
En este relato, la narradora
desvela con crudeza sus fracasos y arrepentimientos, ofreciéndonos una
confesión íntima y sin tapujos sobre sus propios demonios.
La mirada perdida
Un cuento sobre la pérdida de
identidad en la vorágine de la vida urbana, donde la capacidad de ver y ser
visto se transforma en una lucha por la autenticidad personal.
La cuenta regresiva
La tensión crece a medida que
la protagonista se enfrenta a un punto de quiebre inevitable, con una narrativa
que se siente como una cuenta atrás hacia un cambio radical.
El ritual del adiós
Una historia cargada de
simbolismo en la que los rituales cotidianos se transforman en despedidas,
revelando la melancolía de dejar ir lo que se ha amado.
La sombra del pasado
Las heridas antiguas resurgen
con fuerza, y la narradora se ve perseguida por fantasmas que no le permiten
avanzar, en una reflexión sobre la permanencia del dolor.
La tregua
Un breve interludio de calma
en medio del tumulto diario, donde la protagonista halla un respiro inesperado
que, aunque efímero, ofrece una luz de esperanza.
La sonrisa rota
Una meditación sobre la
pérdida de la inocencia y la transformación de la alegría en una sombra de lo
que fue, reflejando las cicatrices emocionales del paso del tiempo.
La huella invisible
El relato explora las marcas
intangibles que dejamos en la vida de los demás, huellas que, a pesar de no ser
visibles, perduran y definen las relaciones humanas.
La redención final
En el cierre de la colección,
se vislumbra la posibilidad de resarcir el dolor acumulado; una historia que,
sin negar la crudeza del sufrimiento, abre la puerta a una redención mínima y a
la promesa de una nueva forma de entender la existencia.
Cada uno de estos relatos –ya
sea por su tono poético, su humor ácido o su brutal honestidad– configura el
mosaico de una vida marcada por la supervivencia, el abandono y la resistencia.
La riqueza narrativa de Berlin radica en su capacidad para transformar lo
cotidiano y lo marginal en arte, invitándonos a mirar la belleza en medio de la
crudeza.
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