Umberto Eco ha entrado, por méritos propios e indiscutibles, en el mundo de la literatura y de la filología. Es un sabio contemporáneo, un hombre capaz de adentrarse y pensar un mundo complejo, desentrañando los significados de su multitud de signos. Un sabio. Ser un sabio tiene sus inconvenientes, en otras novelas, descartando en muchos sentidos El nombre de la rosa, su intelectualismo y su gran acervo complejizan, de manera notable, las lecturas que podríamos hacer de esas novelas. Se requieren conocimientos previos, un lector avezado y paciente, y un conocimiento muy amplio del mundo, por eso su éxito es siempre mediático: el mundo no es capaz de aceptar que no es capaz de entender a un autor tan complejo.
Sin
embargo en esta novela el autor gira, cambia, se humaniza, no en un sentido
literario del término, sino literal: se hace para el lector medio, para el
lector trivial. Me explico. La novela es de trama sencilla, con guiños, eso sí,
a su vasto conocimiento del mundo, pero sencilla, y desarrolla una trama en
apariencia banal que engancha en su lectura. Pero no os equivoquéis. La
construcción de esa trama obedece a una fuerte concepción metafísica, a un
juego sobre el concepto mismo de noticia, de información y a la importancia que
los signos, las imágenes, los hechos, tienen dentro de la acción periodística.
La
trama es muy inteligente, porque nos ofrece la creación de un periódico que
será capaz de adelantar lo que ocurrirá mañana, acertando, de una manera matemática,
en el desarrollo posterior de lo noticiable. Pero tiene trampa. La trampa
radica en que nunca se publica lo escrito, y que lo escrito se crea a partir de
lo escrito, en un bucle infinito de mentiras y superficialidades. Ahí está el
engaño del autor, el guiño a la metafísica de la información, si la hubiera, a
la deontología profesional, a los estilos, porque las noticias ya han sido
publicadas previamente, pero ese diario de números cero, de ficciones
periodísticas, recrea la posibilidad de saber, de crear, sí de crear no de
recrear, lo que será, pero en realidad fue.
Hablaremos de lo que podría suceder
mañana, con tribunas de reflexión, reportajes de investigación, avances
inesperados.
Obviamente,
la trama es mucha más trama, juega con los elementos básicos de la novela best
seller, con elementos como la conspiranoia masónica universal o la no muerte
del Duce, (- Pero ¿no será esa tendencia
tuya a ver conspiraciones por todos lados la que te hace meterlo todo en el
mismo saco?) si se dice así, de una historia de amor sobrevenida, del asesinato. En muchos
aspectos me ha recordado la redacción de un periódico peliculero de Spiderman o de Superman, con un redactor jefe soberbio, inspirado, faltón, de una
inteligencia sobresaliente, y de un cinismo sin límites, con unos comentarios
cobre la construcción de la noticia y de la información muy críticas con el
sistema y con la ocultación y manipulación sistemática de lo informado. Por eso
sus comentarios son tan divertidos y preocupantes.
No serán lo que se dice grandes
lectores, es más, la mayoría de ellos no tendrá un libro en casa, aunque cuando
sea necesario hablaremos de una gran novela que está vendiendo millones de
ejemplares en todo el mundo. Nuestro lector no lee libros pero le gusta pensar
que hay grandes artistas extravagantes y multimillonarios, tampoco verá jamás
de cerca a la diva de piernas largas pero, aun así, querrá saberlo todo de sus
amores secretos.(…)
¿quién se lee los libros que reseñan los
periódicos? No suele hacerlo ni quien hace la reseña; y demos gracias a Dios si
el autor se ha leído su libro porque, la verdad, ante ciertos libros se diría
que no lo ha hecho.(…)
No son las noticias las que hacen el
periódico sino el periódico el que hace las noticias.(…)
-Exacto. Los periódicos enseñan a la
gente cómo debe pensar.(…)
Tengan en cuenta que hoy en día, para
rebatir una acusación, no es necesario probar lo contrario, basta deslegitimar
al acusador.(…)
El caso es que los periódicos no están
hechos para difundir sino para encubrir noticias.(…)
Y
todo ello con la sombra alargada del Commendatore, el amo de la idea, el
hacedor del periódico, siempre con una presencia alargada, mediatizando el
contenido, la redacción, lo contado, porque el periódico no deja de ser un interés
comercial más, un instrumento de un imperio mediático que obedece a un solo
interés, el de él.
Si hablamos de la muerte de Falcone,
tenemos que hablar de la mafia, quejarnos de la insuficiencia de las fuerzas
del orden, y cosas por el estilo. Nos enemistamos de un golpe con la policía,
con los carabineros, con la Cosa Nostra. No sé si todo eso puede gustarle al
Commendatore. (…)
Su
sentido del humor y de la ironía son frescos y con una mala leche que me
encanta.
Los perdedores, como los autodidactas,
tienen siempre conocimientos más vastos que los ganadores.(…)
Si se difundiera la idea de que, al
contaminar el mundo, no solo se perjudica a las ballenas sino también (perdonen
el tecnicismo) a la polla, creo que
asistiríamos a repentinas conversiones al ecologismo.
Algunas
referencias a los iconos de nuestra cultura son encantadoras, acertadas.
-Y los que entonces todavía no eran
mayores de edad los han visto en las películas de Fellini –recordé, porque,
cuando no tienes recuerdos en la memoria, los tomas del arte.
La
trama confluye con esa paranoia conspiranoica de la que os he hablado, resumida
magistralmente en este fragmento de Braggadocio, desencadenando la resolución
de la novela en un juego de casualidades.
La sombra de Mussolini, dado por muerto,
domina todos los acontecimientos italianos yo diría que desde 1945 hasta hoy, y
su muerte real desencadena el periodo más terrible de la historia de este país,
implicando al stay-behind, a la logia P2, a la mafia, a los servicios secretos,
a los altos mandos militares, a ministros como Andreotti y a presidentes como
Cossiga, y naturalmente a buena parte de las organizaciones terroristas de
extrema izquierda, debidamente infiltradas y manipuladas.
Libro
muy interesante que conjuga diferentes aspectos: elementos del best seller
sacralizando la conspiración universal como trama secundaria, pero confluyente
con la principal; una historia de amor que surge de la soledad de los
contrayentes; y una profunda reflexión sobre la construcción de la noticia en
el mundo actual, donde podemos acceder a multitud de fuentes y donde los
intereses reconstruyen la realidad esperada. Lo podemos encontrar en Lumen,
y aquí os dejo datos de interés.
- Título: Número
Cero
- Autor (es): Umberto
Eco
- Traductor: HELENA
LOZANO MIRALLES
- Sello: LUMEN
- Precio sin IVA: 20.10 €
- Precio con IVA: 20.90 €
- Fecha publicación: 04/2015
- Idioma: Español
- Formato, páginas: TAPA
DURA CON SOBRECUBIERTA, 224
- Medidas: 161
X 238 mm
- ISBN: 9788426402042
- EAN: 9788426402042
- Temáticas: Contemporánea
- Colección: Lumen
- Edad recomendada: Adultos
«Los
perdedores y los autodidactas siempre saben mucho más que los ganadores. Si
quieres ganar, tienes que concentrarte en un solo objetivo, y más te vale no
perder el tiempo en saber más: el placer de la erudición está reservado a los
perdedores.»
Con
estas credenciales se nos presenta Colonna, el protagonista de Número
Cero, que en abril de 1992, a sus cincuenta años, recibe una extraña
propuesta de un tal Simei: va a convertirse en redactor jefe de Domani,
un diario que se adelantará a los acontecimientos a base de suposiciones y
mucha imaginación, sin reparar casi en el límite que separa la verdad de la
mentira, y chantajeando de paso a las altas esferas del poder.
El
hombre, que hasta la fecha ha malvivido como documentalista y en palabras de su
ex mujer es un perdedor compulsivo, acepta el reto a cambio de una cantidad
considerable de dinero, y arranca la aventura. Reunidos en un despacho
confortable, Colonna y otros seis colegas preparan el Número Cero,
la edición anticipada del nuevo periódico, indagando en archivos que esconden
los secretos ocultos de la CIA, del Vaticano y de la vida de Mussolini.
Todo
parece ir sobre ruedas hasta que un cadáver tendido en una callejuela de Milán
y un amor discreto cambian el destino de nuestro héroe y el modo en que sus
lectores vamos a mirar la realidad, o lo que queda de ella.
La
crítica ha dicho...
«Umberto
Eco ha escrito una novela que es el manual de comunicación de nuestro tiempo.»
Roberto
Saviano
«En Número
Cero, Umberto Eco escribe una parodia feroz sobre el periodismo y la
política.»
Jesús
Ceberio, Babelia
«Eco
ha liberado su lado más irreverente y disparatado y ha escrito una novela
chispeante que nos muestra las tripas de los tabloides, con sus chismes e
infundios.»
Rafael
Narbona, El Cultural de El Mundo
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