jueves, 21 de mayo de 2015

Oxford 7, Pablo Tusset


Hay libros que te vas dejando para el momento adecuado, eso es lo que me ha pasado con Oxford 7 de Pablo Tusset. Había leído
Lo mejor que le puede pasar a un croasán; Shakamura, corrales y los muertos rientes, y me lo había pasado muy bien, sobre todo con el primero, en el que el sarcasmo, la inteligencia y la trama me habían atrapado. Sin embargo el segundo libro me aburrió un poco, por eso, tal vez, no quise leerme este libro de manera inmediata, tenía miedo a que no me gustara lo suficiente: la ciencia ficción es una de mis pasiones.

Por eso lo cogí después de alguna lectura intensa y de manera simultánea a libros de Saki y Dylan Thomas, porque necesitaba alguno que rebajase el tono y la intensidad literaria de Thomas. Y lo consigue.
Me encantan las referencias a Casablanca, Breakfast at Tiffany's o a Blade Runner, a la música que ha pasado, al jazz y a la ilusión de que el hombre cotidiano puede ser feliz. El tributo a ciertos momentos que todos tenemos en la retina y en la mente engrandecen la actitud del lector ante la obra.

I've seen things you people wouldn't belive/Attack ships on fire off the shoulder of Orion/I watched C-beams glitter in the dark near the Tanhauser Gate/all those moments will be lost in time, like tears in rain../Time to die.

No deja de ofrecernos un mundo sobreprotegido, estandarizado, controlado por las corporaciones donde nada se escapa a los tributos, donde todo está controlado y el Gran hermano es una realidad cotidiana. Un mundo donde la universidad es un apéndice de las grandes marcas, donde los humanos llevan un chip que alerta sobre su vida y su muerte.

Diez por ciento sobre el recomendado. Creo que contraté un pack de riesgos cardiovasculares: alcoholemia al 0.3, hipertensión hasta 16-10 y sobrepeso al 10 por ciento.

un incremento del 20% de espacio publicitario en las aulas a las marcas Red Bull y Speedy Ragweed, y se introducen las asignaturas Historia de Coca-cola e Historia de Apple como materias opcionales.


Porque el mundo cambió tras la crisis económica, tras el fracaso de la sociedad tal y como la conocemos y la tierra quedó para los miserables y el hombre, el evolucionado, se marchó a vivir en colonias espaciales, fuera de la atmósfera, controlado sin remisión.

 Llevábamos años oyendo hablar de crisis financiera, luego de crisis sistémica...

Pero eso no da derecho a controlar nuestras vidas y nuestra muerte, ¿o sí? El mundo del futuro ofrece la promesa de la eternidad, de la reposición, de una inmortalidad comprada, tasada.


¿es justo que el sistema abuse de nosotros?, ¿debemos seguir permitiéndolo sin oponer resistencia?

Vivir 150 años no es un derecho natural: tiene un precio: páguelo o muérase.

Porque en un mundo desmatizado, estandarizado, controlado, todo está en manos de los ingenieros, de los controladores emocionales, de los fármacos, del diseño estandarizado. Pero en este mundo extrañado de sí mismo hay quien se preocupa por lo que para nosotros es importante, por las verdaderas emociones, por el cine, por la música, por la literatura, por los verdaderos sentimientos.

¿Cuánto hace que no oye pronunciar la palabra arte?/Ah, el arte... -dice Deckard-.La forma más degradada de trabajo humano... Quizá fuera una buena terapia en su tiempo. Pero quién necesita dedicarse al arte cuando la psiquiatría dispone de los fármacos adecuados..../-Y qué me dice de la palabra amor.../-También dejó de ser útil...

Además de todo esto Tusset no deja de manifestar su amor por Barcelona y Cataluña, con una mala hostia que me encanta, con una retranca y una socarronería que me hicieron morirme de risa leyendo estos fragmentos sobre el poder del fútbol y sobre la cocina de investigación.

oficinas y gobierno del Fútbol Club Barcelona. El último piso aloja el despacho dual de presidente del club y de la Generalitat de Cataluña, dominando la masa imponente del Nou Camp Nou.

Rick el que pide la degustación de butifarras al hidrógeno líquido acompañadas de pa amb tomaquet regurgitado.

Entre dos arcos, queda el cartel de la última ópera programada en el teatro: Els segadors blaugrana, de Coldplay, 17 de noviembre de 2078.

Como toda ciencia ficción que se precie, el libro es intenso, alegórico de un mundo actual perdido en sus estupideces, en sus localismos, en debates erráticos, en la violencia, en las apariencias. La decadencia de la educación, de la cultura, de los sentimientos personales, la imposibilidad del hombre moderno de ser en el otro, de empatizar, hacen de este libro una lectura encantadora.

Lo podemos encontrar en editorial Planeta, y aquí os dejo datos útiles.
Fecha de publicación: 08/05/2012
272 páginas
Idioma: Español
ISBN: 978-84-233-2628-0
Código: 10007667
Formato: 12,5 x 19 cm.
Presentación: Rústica sin solapas
Colección: Novela y Relatos

Primavera de 2089: todo el mundo ha oído hablar de disturbios en las franquicias universitarias exteriores. Manifestaciones en New Berkeley, protestas en Sorbonne Resseau y algaradas estudiantiles por todo el Anillo Académico.

En el campus de Oxford 7, el profesor Sirhan Palaiopoulos y sus más comprometidos alumnos de Cinematografía Precomputacional están tramando algo. La rectora Deckard trata de controlar la situación desde su despacho de la torre Huxley mientras las brigadas de antidisturbios se emplean a fondo, pero los chicos conseguirán salir de la estación espacial con destino a Earth gracias a la ayuda de Rick Blaine, un viejo lobo del espacio que trafica con tabaco Burley germinado en tierra de verdad.

Lo que los chicos no imaginan es qué peligros deberán enfrentar al final de su viaje, llegados al corazón de una apocalíptica Barcelona posterior a la Toma de la Boquería.

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