Mario
Vargas Llosa es un escritor total. Esta afirmación puede parecer exagerada, o tal
vez podáis pensar que es una concesión del profesor de literatura ante la
emoción de sentir cómo un compatriota recibe el premio Nobel. Pero no os
alarméis, soy un tipo duro, chulo, poco dado a las concesiones
melodramáticas.
Con
El sueño del celta me pasa algo parecido a lo que sentí cuando leí El general en
su laberinto, de Márquez, o a Sangre Fría de Capote, es el intento de literatura
objetiva que lleva a cabo el escritor para desbrozar la realidad y
contarla como debió ocurrir. El problema siempre es el mismo: Capote se enamoró
de Rick, creo que fue de él, Márquez es un bolivariano de pro, y Vargas Llosa,
tal vez el más objetivo, también es el más político. Tiene concomitancias con
Cercas, ver crítica, sin embargo la riqueza de su prosa, la maestría absoluta de
los tiempos,el conocimiento sin fin del arte poético, hacen de este libro un
excelente amigo para cualquier época del año.
El
argumento es complejo, ya que de una manera coral, trabaja e investiga en los
abusos de los caucheros en la Amazonia peruana y en el Congo europeo. La injusticia es una lacra sin límites de
tiempo, eterna e inmemorial, que produce el mismo rechazo en el hombre culto,
que entiende que el progreso no lo es a cualquier precio, como en el hombre sin aspiraciones, que siente pavor ante la miseria que puede alcanzar la explotación del hombre por el hombre. Y es aquí donde enlaza
con la modernidad, en el sentido que nuestro progreso se sustenta en lo
insostenible, en la esquilmación de los recursos y en el sometimiento esclavista
de los asiáticos y sudamericanos.
Roger
Casament es un héroe postmoderno, contradictorio, homosexual, brillante. Es el testigo
elegido para hacernos reflexionar sobre nosotros mismos.
Páginas: 464
Publicación: 03/11/2010
Género: Novela
Publicación: 03/11/2010
Género: Novela
Precio: 22,00 €
ISBN: 9788420406824
ISBN: 9788420406824
La aventura que narra esta novela empieza en el Congo en 1903 y termina en una cárcel de Londres, una mañana de 1916.
Aquí se cuenta la peripecia vital de un hombre de leyenda: el irlandés Roger Casement. Héroe y villano, traidor y libertario, moral e inmoral, su figura múltiple se apaga y renace tras su muerte.
Casement fue uno de los primeros europeos en denunciar los horrores del colonialismo. De sus viajes al Congo Belga y a la Amazonía sudamericana quedaron dos informes memorables que conmocionaron a la sociedad de su tiempo. Estos dos viajes y lo que allí vio cambiarían a Casement para siempre, haciéndole emprender otra travesía, en este caso intelectual y cívica, tanto o más devastadora. La que lo llevó a enfrentarse a una Inglaterra a la que admiraba y a militar activamente en la causa del nacionalismo irlandés.
También en la intimidad, Roger Casement fue un personaje múltiple: la publicación de fragmentos de unos diarios, de veracidad dudosa, en los últimos días de su vida, airearon unas escabrosas aventuras sexuales que le valieron el desprecio de muchos compatriotas.
El sueño del celta describe una aventura existencial, en la que la oscuridad del alma humana aparece en su estado más puro y, por tanto, más enfangado.
Una novela mayor de Mario Vargas Llosa.
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