miércoles, 2 de mayo de 2012

1Q84, Libros 1,2,3 Haruki Murakami



¿Os imagináis una obra de ciencia ficción escrita entre 2009 y 2010 y ambientada en 1984? ¿Os imagináis esa ciencai ficción sin teléfonos móviles, naves interestelares, ni rayos láser? ¿Os imagináis una obra que, en boca de su autor,
esté escrita siguiendo  El clave bien temperado de Bach, dos ciclos de preludios y fugas compuestos en todas las tonalidades mayores y menores de la gama cromática. Cada libro de esa obra, como el mío, tiene 24 partes. Alterno la historia de la chica, la del chico, la chica, el chico... de modo absolutamente simétrico. Cada pequeño fragmento puede leerse por sí solo y el conjunto aspira a contener todos los elementos de nuestro mundo actual. Tenía que ser una estructura repetitiva e ir variando la intensidad en cada capítuloBien esa obra es 1Q84 de Haruki Murakami.
En la obra de Haruki Murakami podemos encontrar un repaso sistemático a la gran literatura, con influencias de Balzac, reconocidas por el propio autor, ciertos engranajes quijotescos, las historias que adornan la obra, el no mundo controlado por un gran hermano, tal vez la segunda luna¿? ¿La Little people? de Orwel y referencias explícitas al grandísimo y monumental libro de  Murasaki Shikibu, Genji Monogatari, que establecerá el canon de la novela japonesa y oriental en opinión de H. Bloom. 
La historia es compleja, a la vez que muy sencilla, Aomame baja las escalerillas de emergencia de una autopista para adentrarse en un mundo paralelo 1Q84 del que ella va a tomar conciencia rápidamente, igual que Chihiro, del genial Hayao Miyazaki cuando se adentra por el tunel en el mundo paralelo de los dioses y los demonios. Tengo, el personaje masculino, se adentra involuntariamente en ese mundo onírico y brutal a través de la corrección de la novela La crisálida del aire, de la que luego se nos hará una sinopsis en boca de Aomame, redactada por una ninfa asexuada y bellísima, Fukami. Ese mundo paralelo nos cuenta las andanzas de una secta, Vanguardia, por controlar la voz del bosque, la Little people, voz que cambia el mundo, y modifica lo real en imaginario. Es una gran metáfora de nuestro mundo y de todos los mundos, es la descripción desgarrada de que en nuestro propio universo convivimos los que vemos una sola luna y los que ven dos lunas, los que cuando abren los ojos pueden ver la realidad, y los que perciben que la realidad es una ficción de la propia realidad. 
La crítica es desgarrada, cruel, la otra dimensión, manipulada, irreal, deviene tan real que hace que te duela el estómago. El mundo paralelo es cruel, manipulado. En el tercer libro aparece como voz Ushikawa, una especie de detective grotesco, deforme, que ha tenido una vida en el mundo real, pero que se mueve por este mundo paralelo como un ser señalado; y aquí el autor retoma esta tercera voz para distanciarse de los personajes y observarlos a través del gran ojo de una cámara, por lo que a este mundo paralelo, le suma un tercer mundo que es el de las imágenes, el de la imaginación del detective. ¿Hasta que punto la escritura puede convertirnos en personajes de una novela?
Libro absoluto, literatura en estado puro, casi 1500 páginas de lectura excelente, inteligente y sin concesiones. Respeta nuestra inteligencia mientras que nos alerta de que. en este mundo, probablemente todo sea ficticio como en 1Q84, o real, quién sabe.
Os dejo la sinopsis de la editorial Tusquets
En japonés, la letra q y el número 9 son homófonos, los dos se pronuncian kyu, de manera que 1Q84 es, sin serlo, 1984, una fecha de ecos orwellianos. Esa variación en la grafía refleja la sutil alteración del mundo en que habitan los personajes de esta novela, que es, también sin serlo, el Japón de 1984. En ese mundo en apariencia normal y reconocible se mueven Aomame, una mujer independiente, instructora en un gimnasio, y Tengo, un profesor de matemáticas. Ambos rondan los treinta años, ambos llevan vidas solitarias y ambos perciben a su modo leves desajustes en su entorno, que los conducirán de manera inexorable a un destino común. Y ambos son más de lo que parecen: la bella Aomame es una asesina; el anodino Tengo, un aspirante a novelista al que su editor ha encargado un trabajo relacionado con La crisálida del aire, una enigmática obra dictada por una esquiva adolescente. Y, como telón de fondo de la historia, el universo de las sectas religiosas, el maltrato y la corrupción, un universo enrarecido que el narrador escarba con precisión orwelliana. A las voces de Aomame –la enigmática instructora de gimnasia y asesina– y de Tengo –el profesor de matemáticas y escritor–, se suma, en eltercer volumen de la novela 1Q84, la de un nuevo personaje, un detective llamado Ushikawa. Su última misión, encargada por Vanguardia, el misterioso culto religioso, consistió en comprobar si Aomame era digna de confianza para trabajar para el líder. Ushikawa dio el visto bueno a la joven, pero ésta los traicionó a todos, cometió un nuevo asesinato y luego desapareció. Si el detective no logra encontrarla, la venganza de la secta se abatirá sobre él. Entretanto, Aomame y Tengo, cada uno a su modo, siguen deseándose en la ausencia, buscándose –en el más puro estilo de Murakami– casi sin moverse de su sitio, aislados, quizás a punto de experimentar un giro radical en sus vidas y esperando un reencuentro que los redima... en el mundo de 1984, o en el de 1Q84, ese fantasmagórico universo con dos lunas.
Magnífico y muy recomendable.

2 comentarios:

  1. Yo soy un fan de Murakami y me he leido casi todo lo que hay traducido al español. Construye un universo muy propio en el que hay que adentrarse respetando sus continuos desvaríos -a veces se la va mucho la olla- Para mi su obra cumbre es El fin del mundo y un despiadado pais de la s maravillas., aunque tiene otras deliciosas como Kafka en la orilla, After Dark o Los años de peregrinación del chico sin color. Os recomiendo todas ellas.

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    1. Estoy contigo.
      a mí me parece un autor muy inteligente, disecciona como ninguno las contradicciones existenciales del hombre moderno, desde la anomia a la alucinación ante la ilusión.
      saludos

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