Revisando el blog he visto que la entrada sobre Saki ha tenido mucho éxito, parece que los lectores os decantáis por el relato,por los cuentos que, en un impacto breve, satisfacen vuestras necesidades más inmediatas: os emocionan, os hacen reír, os producen un efecto emocional. Ya sabéis por mi anterior entrada sobre Saki, Cuentos de humor negro, que su descubrimiento fue una casualidad, una de las sombras que tengo como lector. Porque es imposible conocerlos todos, a todos, saber todas las literaturas o encontrar todos los libros de la biblioteca de Babel, pero ahora esto ha cambiado y me adentro en él de manera consciente, sin titubeos, disfrutando cada cuento de manera individual, única, generosa.
Los
cuentos me llenan de virtud, en el sentido más clásico de la
palabra, de amor por la lectura, de sosiego del alma. El relato breve
es maestría, es pasión, inteligencia, maestría en estado
superlativo. Porque hacer una buena redacción que, además, la
podamos leer en apenas cinco minutos, es un arte al alcance de muy
pocos, de escasos miembros del universo literario. La novela da
renombre, acceso al gran público, a la industria del
entretenimiento. La novela es un hermano mayor narrativo con
atributos del relato. Pero el relato, amigos lectores, el relato
demuestra la capacidad artística sin artificios: quien es capaz de
componer una buena trama en diez páginas, es un maestro, ¿o no?
Por
eso siguiendo mi anterior entrada os dejo los cuentos que nos
presenta la editorial Valdemar, algunos se repiten de
la anterior edición, pero l a mayoría son desconocidos,
disfrutarlos.
La
loba: con su habitual socarronería navega por entre la
inconcebible estupidez de la burguesía. La ociosidad da lugar a
cierta simpleza que les lleva a creer en la posible trasformación de
una mujer en loba.
Laura:
la tenemos en la anterior entrada.
El
cerdo: relato delicioso donde dos mujeres, hija y madre, quieren
colarse en una fiesta a la que no han sido invitadas, pero no cuentan
con Matilda, ese ángel infantil, ocasional invitado de otros
relatos, que lleva en el corazón la semilla del diablo, la maldad
refinada y malvada, que ha sido desterrada por tratar con amor a su
primo Claude.
Me
alojo con mi tía y me dijeron que hoy debía portarme
particularmente bien, pues vienen muchas personas a una fiesta en el
jardín, por lo que me dijeron que imitara a Claude, mi primo
pequeño, que nunca hace nada mal si no es por accidente, e incluso
entonces siempre se excusa.
Brogue.
Ser un buen vendedor es muy complicado, y cuando lo que queremos es
deshacernos de un caballo imposible, inútil, catastrófico, es
imprescindible regalárselo al que será el novio de nuestra hija
para asegurar su matrimonio. Si algún lector quiere saber lo que es
humor inglés solo tiene que leer este cuento sobre los posible e imposible.
-Tengo
una casa llena de hijas -contestó la señora Mullet-. Y he estado
intentando...bueno, desde luego quitármelas de las manos no,
pero uno o dos maridos no estarían de más entre todas ellas; ya
sabe que son seis./-No lo sabía -contestó Clovis-. Nunca las he
contado, pero imagino que tendrá razón en cuanto al número;
generalmente las madres conocen estas cosas.
La
gallina. Las visitas entre las clases acomodadas a finales del
XIX y principios del XX, cuando un amigo o pariente venía a quedarse
en nuestra casa y se quedaba una temporada, parecen ser un problema
cuando una gallina se interpone en una relación.
La
ventana abierta. Ya os he contado que los adolescentes
especialmente diabólicos participan en algunos de los relatos, en
este el ingenio y la imaginación son capaces de estructurar las
reacciones de los personajes.
basándose
en el engaño tolerablemente bien extendido de que los desconocidos y
las amistades hechas al azar están hambrientos de los menores
detalles acerca de las enfermedades y dolencias de uno, con sus
causas y curaciones
El
barco del tesoro. Los jóvenes ociosos que esperan vivir de las
rentas de sus parientes, pueden ser un problema cuando lo que quieren
sus parientes es aprovecharlos para que trabajen para ellos.
poseía
un sobrino, Vasco Honiton, un joven caballero bendecido por unos
ingresos pequeños y un gran círculo de parientes, lo que le
permitía vivir imparcial y precariamente de ambos.
La
telaraña. En la anterior entrada.
La
tregua. Relato delicioso sobre las armas que posee una joven
delicada e inteligente cuando un candidato a unas elecciones necesita
descansar y no pensar en política en toda la noche.
El
golpe más cruel. En una época de huelgas un gran duque inicia
un divorcio que se convierte en un gran negocio de los medios, pero,
claro, él quiere conseguir un cierto beneficio, pero las cosas son
complicadas, y, ¿qué pasaría si él hiciese huelga de su divorcio?
Los temas sociales pasan por los relatos como motivos superficiales,
pero siempre podemos hacer una lectura menos trivial y ligera de lo
que nos dice el mago del relato.
El
gobierno del presente, que por su tendencia a ir con unas horas de
retraso con respecto al curso de los acontecimientos había sido
apodado el gobierno del futuro.
Los
cuentistas. En la anterior entrada.
El
método Schartz-Metterklume. Lady Carlotta es una burguesa ociosa
irreverente y maleducada que se toma la vida con esa dejadez
artística que tanto me hace reír. Al perder el tren se hace pasar
por una institutriz de unos nuevos ricos. Es ideal, corrosivo,
implacable.
En
esta ocasión tan sólo perdió el tren, el cual, mostrando el primer
signo de impaciencia durante todo el viaje, había partido sin ella.
La
séptima pollita. Es importante fabular como remedio contra la
indiferencia, pero convertirse en un Munchausen, tiene sus
consecuencias. El mundo moderno es el mundo del ego, del yo
hiperinflaccionado, donde la ausencia de humildad y empatía es una
característica corriente.
En
el curso de los días siguientes, Blenkinthorpe descubrió la poca
importancia que tiene la pérdida del respeto hacia uno mismo cuando
se ha obtenido la estima del mundo.
El
punto débil. Como siempre la vacuidad del ser humano esclavo del
deseo, de sus debilidades. Un momento policíaco, una intriga que se
resuelve con una boutade, ese es el carácter de la ligereza aparente
de la literatura de Saki.
—Regresas
ahora del funeral de Adelaide, ¿no es cierto? —preguntó sir
Lulworth a su sobrino—. Supongo que habrá sido parecido a la
mayoría de los funerales.
—Ya
te hablaré de él en el almuerzo —contestó Egbert.
—No
harás nada semejante. No sería respetuoso ni para la memoria de tu
tía abuela ni para el almuerzo. Empezaremos con aceitunas españolas,
después tomaremos una sopa «Borsch», seguida de más aceitunas con
algún ave, con un vino del Rin bastante atractivo que, aunque no ha
resultado tan caro como los vinos de ese país, a su manera sigue
siendo bastante laudable. En ese menú no hay absolutamente nada que
armonice lo más mínimo con el tema de tu tía abuela Adelaide o de
su funeral. Fue una mujer encantadora, inteligente como cualquiera
puede serlo, pero tenía algo que me recordaba siempre la idea que se
hace un cocinero inglés del curry de Madras.
Atardecer,
es un relato perfecto donde las tramas confluyen hacia la apariencia,
pero la historia adquiere vida propia. Es increíble la importancia
que puede tener una pastilla de jabón.
Un
toque de realismo. Una fiesta puede ser una pesadilla cuando los
indolentes ociosos juegan a ser quienes no son.
La
prima Teresa. ¿No es la vacuidad el arte de lo superficial? Como
el mérito y el talento no son reconocidos, dejan paso a la
arbitrariedad, a la vulgaridad y a los gustos prosaicos frente a los
grandes esfuerzos y trabajos.
Por
eso damos la bienvenida a una producción comprensible como «Prima
Teresa», que tiene un mensaje auténtico para cada uno.
Evidentemente, no es posible entender ese mensaje de inmediato, pero
desde el principio se siente que está ahí. Yo la he visto dieciocho
veces, y voy a volver mañana y el jueves. Nunca resulta demasiado.
La
tortilla bizantina. Los intereses de cada uno son diferentes, y una
buena solución puede ser un gran problema. Contratar a un esquirol
puede ser una solución idónea ante un compromiso, pero los
sindicatos pueden entrar en conflicto. Delicioso y políticamente
inadecuado. Me encanta.
Sophie
Chattel-Monkheim era socialista por convicción y Chattel-Monkheim
por matrimonio. El miembro de esa acomodada familia con el que se
había casado era rico incluso en la medida en que sus parientes
contaban la riqueza. Sophie tenía opiniones muy avanzadas y
decididas con respecto a la distribución del dinero: era una
circunstancia agradable y afortunada el que también tuviera el
dinero. Cuando condenaba elocuentemente los males del capitalismo en
reuniones de salón y en conferencias fabianas, era consciente del
cómodo sentimiento de que el sistema, pese a todas sus desigualdades
e iniquidades, probablemente la sobreviviría. Uno de los consuelos
de los reformistas de mediana edad es que el bien que inculcan, si
llega a producirse, se hará realidad después de su muerte.
La
fiesta de Nemesis. ¿Las fiestas son realmente importantes?¿A
quién debemos felicitar?¿Qué otra celebración sería conveniente
hacer?
El
soñador. Un día cualquiera Adela decide ir de compras con su
sobrino, el consumo como leitmotiv, pero la resolución de la trama
es sorprendente, cotidiana.
Era
la temporada de las rebajas. El augusto establecimiento de Walpurgis
and Nettlepink había rebajado los precios durante toda una semana
como concesión a las costumbres comerciales, de manera muy semejante
a como una archiduquesa podría contraer, entre protestas, una gripe
por el insatisfactorio motivo de que abundara esa enfermedad.
El
membrillo. Los relatos son también fruto de su tiempo, como en
este en que los cotilleos, el hablar del ausente se asocia a las
mujeres ociosas que solo piensan en frivolidades.
Las
ratoneras prohibidas. Clovis, uno de los personajes recurrentes
de Saki, aparece en este divertido relato sobre el cortejo y la
protección de una águilas, ¿por qué eran águilas, no?
Clovis
era de los que opinaba que cuando merecía la pena contar una
mentira, había que contarla bien.
La
apuesta. La necesidad de apostar es inherente a muchas personas,
es superior a sus fuerzas, es una necesidad tan vital como el comer.
Cuando un jugador muere por apostar, puede llegar muy lejos.
Clovis
y las responsabilidades de los padres. Es curioso, no os
imagináis la de veces que he hablado con amigos y conocidos de los
niños y cómo, sistemáticamente, me encuentro con superdotados
académica y emocionalmente, tantos que debemos vivir en el país de
mayor índice de intelectuales por metro cuadrado. El problema es
cuando tengo el placer de conocer a los pequeños genios tantas veces
malcriados e insoportables, mediocres como sus padres. Ególatras
egoístas. En el fondo me reconforta saber que mis hijos son
absolutamente normales.
Marión
Eggelby estaba sentada junto a Clovis hablando del único tema del
que le gustaba conversar: sus hijos y sus diversas perfecciones y
logros. El estado de ánimo en el que se encontraba Clovis no podría
describirse como receptivo; la generación juvenil de Eggelby,
representada con los improbables colores brillantes del impresionismo
maternal, no despertaba en él entusiasmo alguno. Pero la señora
Eggelby tenía entusiasmo suficiente para los dos.
Una
tarea de vacaciones. Cuando una dama no sabe quién es, tal vez
una metáfora inocente sobre el dolce far niente, la búsqueda
de la identidad puede ser un entretenimiento divertido.
El
buey en el establo. En la otra entrada.
El
contador de historias. En la otra entrada.
Una
dura defensa. Absolutamente genial. Treddleford se dispone a leer
y disfrutar de la lectura en su club, pero Amblecope es un pelma, a
cada intento de darle el coñazo T le responde con una historia
inverosímil e insoportable. Desde luego podemos sacar conclusiones
sobre las relaciones y las personas que solo hablan del yo obviando
el tú: son unos pelmas insoportables. Hay que darles con su
medicina.
Es
vicepresidenta local de la Asociación Cristiana de Mujeres jóvenes
(obviamente tiene 72 AÑOS)
Cuando
Treddleford iba a salir del salón, se encontró con Amblecope, que
también salía para dirigirse a la sala de billar, donde quizás
algún pobre hombre se encontraría preso y obligado a escuchar las
veces que había asistido al Grand Prix, con las posteriores
observaciones acerca de Newmarket y Cambridgeshire. Amblecope iba a
pasar el primero por la puerta, pero un orgullo reciente se agitó en
el pecho de Treddleford, que con un gesto retuvo al otro.
—Creo que tengo preferencia —anunció fríamente—. Usted es tan sólo el Pelmazo del club; yo soy el Mentiroso.
—Creo que tengo preferencia —anunció fríamente—. Usted es tan sólo el Pelmazo del club; yo soy el Mentiroso.
El
alce. En la otra entrada.
Huelga
de plumas. La arraigada costumbre de agradecer regalos navideños que
no necesitamos y que nos vemos obligados a hacer, crea una divertida
discusión en un matrimonio. Incisivo, corrosivo y políticamente
incorrecto.
Pero
toda esa devastadora y abultada correspondencia relacionada con la
estación festiva deberá ser abolida para dar a estos días la
posibilidad de ser un tiempo realmente festivo, sin problemas, con
paz y buena voluntad continuas.
El
día del santo. Nuestro personaje va en tren cruzando Europa para ver
a su amada, pero en mitad de una nevada su vagón de tren queda
desenganchado de la máquina principal en mitad del bosque, y claro,
tendrá que negociar con una campesina y unos lobos para
sobrevivir. No hay nadie más estúpido que el que vive encerrado en
su mundo y no mira lo que pasa alrededor. Muy divertido.
El
trastero. ¿Hay algo más maravilloso par aun niño que descubrir lo
que oculta un trastero? Los niños siguen siendo esos seres malvados,
y, claro, mantiene intacto su sentido del humor.
Aquella
misma mañana se había negado a tomar la leche con pan integral por
el motivo, evidentemente frívolo, de que dentro había una rana.
Personas de más edad, más sabias y mejores le habían dicho que no
podía haber una rana en su leche con pan, y que no debía decir
tonterías. Sin embargo él siguió diciendo las mayores tonterías y
describió con gran detalle el color y las manchas de la supuesta
rana. Lo dramático del incidente fue que realmente había una rana
en el cuenco de leche y pan de Nicholas: él mismo la había puesto
allí
Piel.
Es maravilloso ser amigo de alguien, sobre todo cuando no hay
obligación de reciprocidad, entonces el egoísmo y la estupidez
pueden hacer que tus peores pesadillas se hagan realidad contra ti.
Delicioso, perverso y cínico.
Es
una especie de primo distante de mi madre, pero tan rico que nunca
hemos permitido que la relación desapareciera....
Cuando alguien se enriquece, poco a poco sus necesidades y nivel de vida se amplían proporcionalmente, mientras su instinto para los regalos suele permanecer en la condición subdesarrollada de los tiempos anteriores. Su única idea del regalo ideal es algo vistoso y que no resulte demasiado caro. Ése es el motivo de que incluso en los establecimientos muy buenos amontonen en sus mostradores y escaparates objetos de unos cuatro chelines que parecen costar setenta y seis, pero que los venden a diez y los etiquetan como «regalos de temporada».
Cuando alguien se enriquece, poco a poco sus necesidades y nivel de vida se amplían proporcionalmente, mientras su instinto para los regalos suele permanecer en la condición subdesarrollada de los tiempos anteriores. Su única idea del regalo ideal es algo vistoso y que no resulte demasiado caro. Ése es el motivo de que incluso en los establecimientos muy buenos amontonen en sus mostradores y escaparates objetos de unos cuatro chelines que parecen costar setenta y seis, pero que los venden a diez y los etiquetan como «regalos de temporada».
La
filántropa y el gato feliz. La historia de Jocantha Bessbury
podemos leerla en la otra entrada.
A
prueba. El arte moderno y el márquetin dan sorpresas. El relato
nos lleva por cómo se compra, cómo se triunfa, por qué se compra,
qué motiva el triunfo de un artista. La estupidez, una vez más, es
la gran aliada del artista.
—Pero,
¿y su obra? ¿Su carrera como pintor?
—Ah, no importa. Se pasa hambre. Hasta hoy no había vendido ninguno de mis esbozos. Esta noche han comprado algunos, porque me voy, pero en las otras ocasiones no vendí ni uno solo.
—¿Pero es que no hay un americano que...?
—Ah, el americano rico —dijo reprimiendo una risa el artista—
—Ah, no importa. Se pasa hambre. Hasta hoy no había vendido ninguno de mis esbozos. Esta noche han comprado algunos, porque me voy, pero en las otras ocasiones no vendí ni uno solo.
—¿Pero es que no hay un americano que...?
—Ah, el americano rico —dijo reprimiendo una risa el artista—
La
manera de Yarkanda. Ácido, con una mala leche sobre el
periodismo y la suplantación, sobre la veracidad de las fuentes, que
lo hacen genial. Su actualidad es total
Lo
podemos encontrar en la editorial Valdemar, y aquí os
dejo datos que os pueden parecer muy interesantes:
Traducción
de Rafael Lassaletta
Colección:
El Club Diógenes / CD-091
año: 2010
ISBN: 97884-7702-687-7
págs: 300
NUEVA EDICIÓN FORMATO 19x12
precio: 10,50EUR
año: 2010
ISBN: 97884-7702-687-7
págs: 300
NUEVA EDICIÓN FORMATO 19x12
precio: 10,50EUR
Saki, seudónimo de H.H. Munro, es para Graham Greene el mayor humorista inglés del siglo XX. Macabro, ácido y divertido, Saki cultivó la sátira social, revelándose como un maestro del estilo, y anticipándose a eso que se valora tanto en nuestros días: «la economía de medios». Todos sus cuentos, ya sean de humor o terror, son un ejemplo de brevedad y eficacia; un cuchillo lanzado al intelecto del lector, ya sea para provocar su risa o moverle al espanto. No es de extrañar que dos de sus más ilustres discípulos sean Tom Sharpe y Roald Dahl. Tom Sharpe decía: «Si empiezas un relato de Saki, lo terminarás. Cuando lo hayas terminado, querrás empezar otro; y cuando los hayas leído todos, jamás los olvidarás.»Borges, gran lector de Saki, decía: «Con una suerte de pudor, Saki da un tono de trivialidad a relatos cuya íntima trama es amarga y cruel. Esa delicadeza, esa levedad, esa ausencia de énfasis puede recordar las deliciosas comedias de Wilde.» No abrumaremos más al lector: quien ya conozca a Saki, gozará sin duda con la publicación por primera vez en castellano de una de sus más destacadas colecciones originales de cuentos: Animales y más que animales. Quien no conozca su obra, tiene ahora una nueva oportunidad de hacerlo.
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