sábado, 8 de noviembre de 2014

Liquidación,Felszámolás, Imre Kertész

 La literatura es revolución, placer, el único camino a la libertad porque expresa el sentimiento más profundo del hombre, la trasformación de lo que percibimos como real, modelándolo para hacerlo más digerible. La literatura es la verdadera protagonista, el hilo conductor de la trama, el fin y la lectura moral de la obra. Imre Kertész sacraliza el acto literario y lo convierte en un canto a la libertad individual, a la liberación del yo y a la expresión del deseo. Vida y obra fundidas, imperceptiblemente separadas por la percepción o las palabras, no importa, porque la lectura nos lleva de un lado a otro de las realidades, ¿Cómo alejarme de la realidad, de ese concepto del todo inasible e incognoscible del que la imaginación, a Dios gracias, nos mantiene eternamente alejados? Pues eso lectores, pues eso.

El libro es una profunda reflexión sobre los lí´mites de la vida y la dimensión que abre la literatura como si se tratara de una ventana al mundo. La literatura, he defendido en multitud de ocasiones en estos artículos, no es más que una fábrica que crea realidades ficcionales pero verosímiles y tan reales como los recuerdos que cualquier persona pudiera tener. La palabra, esta ficción maravillosa, modela el universo para darnos la oportunidad de conocer verdades que se esconden más allá de nuestra realidad tridimensional.No os engañéis, la realidad no es más que una representación, de entre todas las posibles, de la literatura, porque esta crea espacios trasformados por las impresiones del lector. Toda obra es una plasmación de un universo ficcional que se abre desde la verosimilitud con lo conocido para recrear lo que se olvida.
Llamemos Keseu a nuestro hombre, al héroe de esta historia. Imaginemos a una persona y luego un nombre. O a la inversa: imaginemos un nombre y luego a la persona. Todo ello resulta, sin embargo, prescindible en este caso, porque nuestro hombre, el héroe de esta historia, se llama realmente Keserü...
Él, Keserü, dijo más o menos lo mismo que en la obra de teatro...
De tal modo que, al final, K no sabía si admirar más la cristalina previsión del autor -su difunto amigo- o su propio y casi compungido afán por identificarse con el papel prescrito y cumplir lo que marcaba la historia.

Así pues, el libro va adentrándose en la metaliteratura, en la obra dentro de sí misma, como si la vida no fuera más que un sainete derivado de la obra, como si los personajes no aspiraran a más que a recrear los acontecimientos contados por el autor, B, el enigmático Demiurgo suicidado, muerto, para liberar al hombre de sus pecados, como un nuevo mesías que, en este caso, acerca al resto de personajes hacia la vida, literaria, o no, no importa.
Sobre la cubierta estaban el título, LIQUIDACIÓN, así como la denominación del género: "Comedia en tres actos". Debajo ponía:"La acción transcurre en Budapest, en 1990"
 En la novela quedan ecos del antiguo telón del Este, de la omnipresencia del estado, de la tiranía ideológica y de la ausencia de libertad: la cultura subvencionada, los autores paniguados del establishment, y es ese control ideológico el que liquida la literatura, por lo tanto la realidad, la vida, la ilusión, el color. Los estados policiales, el control sobre las almas, su visión pesimista, porque la identificación entre literatura y vida es absoluta, radical, sin ningún tipo de concesiones. Es así.Vivir es la revolución, la rebelión ante el enemigo que nos intenta anular como seres individuales y difuminarnos en una falsa conciencia colectiva de pueblo, nación o inventos humanos para destruir el yo, la creación, la libertad.
KÜRTI El estado es siempre el mismo. También hasta ahora sólo ha financiado la literatura para liquidarla. El apoyo estatal a la literatura es la forma estatalmente encubierta de la liquidación estatal d ela literatura...
Tuve que tomar conciencia del simple hecho de que el ser humano es, tanto física como moralmente, un ser totalmente entregado; y esto no es fácil de admitir en una sociedad cuya teoría y práctica están determinadas única y exclusivamente por una visión policial del mundo, en una sociedad de la que no hay salida y en la que ninguna explicación resulta satisfactoria...
..aquí aprendí que la rebelión es QUEDAR CON VIDA. La gran desobediencia es vivir nuestra vida hasta el final y es también la gran modestia que nos debemos.
Pero también están las obsesiones, el dolor, la necesidad de renacer de las cenizas que supuso para el autor los campos nazis, el pasado repulsivo e imborrable. Los campos de exterminio son el fondo para justificar un dolor vital eterno manifestado por el indeleble tatuaje que B tiene en el cuerpo, como recuerdo de su nacimiento en uno de esos campos. El Campo como metáfora de la vida, como paradigma del dolor absurdo e incomprensible.
...el número de cuatro cifras por el hecho de que su madre había sido registrada en los archivos del barracón hospital como prisionera política eslovaca.

Pero además de las obsesiones del autor el libro habla de literatura, de la lectura, del placer sin límites del hecho literario, del arte, del poder sin límites de la palabra para liberarnos y darnos nuestra verdadera dimensión como hombres.
No, no, no se llega a editor por error. Sea como fuere, la literatura es la trampa en la que uno cae. O, para ser exactos, la lectura. La lectura como droga que difumina agradablemente los perfiles implacables de la vida que nos domina...
...el mundo está compuesto por fragmentos que se desintegran, en un caos oscuro e inconexo sólo sostenido por la escritura.
Las reflexiones sobre la creación, sobre el verdadero proceso creador. Sobre la trascendencia y la libertad para ser y contar. Liquidación de uno mismo como camino para darnos a los demás.
Me atrevería a afirmar que el talento literario no es más, al menos en parte, que esta mirada impávida, esta extrañeza que luego se puede poner en palabras.
La podemos encontrar en Alfaguara, y aquí os dejo cuestiones de interés.
Colección: Literaturas Páginas:152 Publicación:25/02/2004 Género: Novela Precio:17,75 €
ISBN:9788420401164 EAN:9788420401164
¿Puede resultar la muerte voluntaria el único modo de hacer el bien?
Keserű trabaja en una editorial y ha recogido los papeles póstumos de B., su amigo escritor, que se ha suicidado. Busca entre ellos una novela inédita y se embarca sin esperarlo en la revisión de su propia vida.
Es entonces cuando comienza a desvelarse también la historia detrás del escritor: su pasado en Auschwitz, sus historias de amor, sus obras inacabadas y la influencia que tuvieron sobre él los cambios políticos de finales de los ochenta.
En la nueva novela de Imre Kertész después del Premio Nobel, los personajes, sometidos a las devastadoras consecuencias de los totalitarismos del siglo XX, se enfrentan a un mundo sin lógica en una obra heredera de la mejor tradición literaria centroeuropea.

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