martes, 7 de abril de 2015

Trenes rigurosamente vigilados, Ostře sledované vlaky Bohumil Hrabal

Trenes rigurosamente vigiladosHoy vuelvo con un clásico. Que ¿qué es un clásico? Un libro que es apreciado por más de una crítica, por más de un mundo literario, un libro en el que apreciamos aspectos que configuran la literatura aportando algo al universo de las palabras. Capacidad técnica, aportaciones estilísticas o de otro género, capacidad artística, voluntad de estilo. Y todo esto se aprecia en la obra de Hrabal, porque en un centenar de páginas nos expone las pasiones humanas, el valor, la cobardía, el heroísmo, el amor, el valor de la mujer, la profundidad del alma.
La acción trascurre en una estación de ferrocarril durante la segunda guerra mundial, donde una serie de nazis, factores, jefes de estación, interactúan y ven cómo van pasando los trenes rigurosamente vigilados, es decir, los trenes que trasportan armamento para el frente del Este. Los trenes pasan como lo hace la vida, transportan pasajeros, transportan presos judíos, transportan refugiados de ciudades destruidas por los bombardeos. Los trenes son como la existencia, a veces conocemos su contenido y otras no, otras simplemente los vemos pasar con desgana e indiferencia. Pero con los trenes también pasa su supervisora amante, Masa, con quien no ha podido consumar el sexo y que le ha llevado a un intento de suicidio, los recuerdos de la guerra, los trenes el devenir mismo.
Pero la actitud vital del héroe va más allá, porque no puede quedarse en la mera sucesión de tramas. Nuestro aprendiz suicida, héroe y hombre sencillo e ingenuo, es resultado del aprendizaje, de la familia, de lo que fueron los suyos y de sus propios impulsos. Su sencillez a la hora de contarse, el libro trabaja con la primera persona, es honesta e irónica, natural y entrañable,
Su familia masculina ha sido de armas tomar, unos caraduras de primer orden, pero ninguno como su bisabuelo que, cobrando una pensión, iba a descojonarse de los trabajadores haciendo mofa del ron y tabaco que compraba con esta. O su abuelo hipnotizador que intentó parar con la mente el avance de los tanques alemanes hacia el frente del Este. Pura mala leche sobre el poderío militar y cómo hacerle frente, el miedo, la falta real de resistencia.

cuando los alemanes cruzaron en marzo nuestra frontera para ocupar todo el país y avanzaban en dirección a Praga, el único que fue hacia ellos fue nuestro abuelo, únicamente nuestro abuelo fue a hacerles frente a los alemanes como hipnotizador, a detener los tanques que avanzaban con la fuerza del pensamiento.

Porque los alemanes son el enemigo, los invasores imprevisibles, canallas que abusan de los ciudadanos, que carecen de respeto y que deben ser combatidos de alguna manera.

porque los alemanes, ahora había tenido mi propia experiencia, uno nunca sabía lo que iban a hacer.

Por ello a pesar de su experiencia sexual con un enlace guerrillero, o su amor por la supervisora, decidirá tomar el camino del héroe, la tragedia de su propio sacrificio, la catarsis final que da sentido a una existencia que pasa como los trenes rigurosamente vigilados, en sucesión, monótonos, iguales.

¿Os habéis enterado? Esta noche los guerrilleros volaron un convoy rigurosamente vigilado.

El libro está en el Aleph, y aquí os dejo lo que os interesa del mismo. 


EditorialEl Aleph Editores 
MateriaFicción moderna y contemporanea 
ColecciónModernos y Clásicos
EncuadernaciónTapa blanda o Bolsillo
Nº páginas128
ISBN978-84-15325-56-7EAN9788415325567
Dimensiones211 x 143 mm.
Fecha publicación04-10-2012 
Precio 15.55€ (14.95€ sin IVA)

Trenes rigurosamente vigilados, la novela más conocida de Bohumil Hrabal, es una divertida y entrañable historia sobre la resistencia frente al invasor alemán durante la Segunda Guerra Mundial, protagonizada por los empleados de la estación de tren de un pequeño pueblo checoslovaco. El descubrimiento del amor y del deseo están presentes en la narración del despertar al mundo adulto del aprendiz y verdadero héroe de la novela, que sigue los pasos del hedonista factor de la estación tras la atractiva telegrafista. La ingenua humanidad que transmiten estos personajes se convierte en solemne cuando su forma de entender la vida, de entender lo que es un hombre, los lleva a rebelarse ante el invasor no ya con la palabra y la ironía, sino arriesgando su vida. Una imprescindible y sabia reflexión sobre lo que significa ser humano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Debido a algún comentario improcedente que no respeta ni al autor del blog ni a los participantes del mismo, me veo obligado a moderar los comentarios. Disculpa las molestias.