lunes, 18 de agosto de 2014

La pirámide, Pyramiden Henning Mankell

Hennin Mankell habla de su serie de Wallander como novelas sobre el desasosiego sueco, y me parece muy acertado este apunte porque, en realidad, es de lo que se trata, de novelas en las que se intenta buscar las causas y consecuencias de la caída en la modernidad de una sociedad como la sueca. El mismo Mankell nos dice que, lo que intenta explicar es
¿Qué estaba sucediendo con el Estado de derecho sueco durante la década de los noventa? ¿Cómo sobreviría la democracia si los fundamentes de dicho Estado no se mantenían ya intactos? ¿No tendrá la democracia sueca un precio que pueda llegar a parecernos demasiado alto y deje de merecer la pena pagar?
Muchas preguntas

Con estos precedentes llegamos al segundo autor, a Mankell, al segundo personaje, Kurt Wallander, avasallado por la sociedad que le rodea, extrañado ante un mundo que no entiende, ante una sociedad que va degenerando, ante la familia que se deshace, al divorcio, a las relaciones con su padre, a la distancia con algunos compañeros. La conciencia social es mucho más importante aquí, la complejidad del personaje es posible que esté más conseguida. En este caso no nos enfrentamos a una evolución, sino a una involución, os lo explico.
La novela es una novela, por supuesto, pero una novela compuesta, al menos, de dos novelas independientes y de tres relatos. El objetivo es presentarnos a Wallander desde los 18 años hasta los cuarenta, cuando en 1990 empiece la serie que todos conocemos. Es muy discutible que todos sean relatos, como apunta el autor, pero intentaré ir dando soluciones y pistas para que os resulte sencillo leerla.
Cuchillada. Es la primera novela corta, si entendemos por novela una composición de cierta extensión, nunca nos vamos a poner de acuerdo sobre su extensión, claro, con una estructura narrativa concreta; introducción, nudo, desenlace, y que desarrolle de una manera coherente la historia. En fin. Es una novela necesaria para situarnos al primer Wallander. El relato, vaya el subconsciente, comienza con el desenlace, en este caso también el desencadenante, tan habitual en casi toda la novela policíaca: Wallander es acuchillado en el pecho. La acción rememora todo el día, desde que deja a Mona, aparece Mona,
 sí, estaba convencido de que quería casarse con Mona, aquella joven de cabello castaño claro, nariz puntiaguda y barbilla fina que tal vez no fuese la más hermosa de cuantas había conocido, pero que era, sin duda, la mujer a la que él amaba.
 pasando por el suicidio, soledad, decadencia, alejamiento de hombres y mujeres que viven sin relacionarse con nadie. La muerte como escape, pero en la novela policíaca el desencadenante no es necesariamente una acción obvia, sino cualquiera de los hechos que mueven la capacidad del héroe para desentrañar la trama. Nada es lo que parece y un joven Wallander empezará así su carrera en homicidios con ese sexto sentido fundamental para cualquier policíacas. El hecho visto, intuido y no revelado, el sueño premonitorio, la ansiedad ante la resolución inminente del caso son rasgos comunes a mis personajes particulares.
La grieta, la que se abre entre los hombres, entre el padre de Wallander, entre él y Mona, entre él y la sociedad. Es el primer relato, nos cuenta el incidente de un asesinato en una tienda de ultramarinos donde Wallander es tomado como rehén por un refugiado político sudafricano que no tiene nada que perder, que le importa todo una mierda, que no entiende el mundo que estamos construyendo. La muerte, el suicidio, son soluciones a las que están acostumbrados en una sociedad tan civilizada como la sueca.
Pero la grieta en la que él pensaba era de otra naturaleza y se caracterizaba por la violencia creciente, por una brutalidad inexplicable.
Montalbano rechaza la violencia estructural, pero convive con ella, sin embargo Wallander reflexiona sobre su naturaleza, sobre el porqué de una violencia sin fin aparente.
El hombre de la playa. Este sería el segundo relato. ¿Qué ocurriría si la víctima parece que ha muerto de un infarto en la parte trasera de un taxi, pero en realidad se ha suicidado o, lo peor, lo han asesinado?
La novela necesita un hecho excepcional que de paso a las tramas y que haga que el lector necesite una acción que desentrañe el misterio que nos plantea el autor. Es por eso que, poco a poco van mostrándose las tramas asociadas: una mujer que vive en la playa, un hijo asesinado sin motivo aparente, la familia de Wallander que se ha ido de vacaciones sin él, un anciano que cuida a su mujer de un cáncer terminal. En el delito hay muchas veces espacio para la lógica, al menos la lógica del delincuente que intenta resolver el conflicto mediante la violencia. Wallander evoluciona, sin embargo sigue mostrando cierto equematismo, tal vez esta construyéndose.
La muerte del fotógrafo. Un fotógrafo se entretiene deformando la foto de conocidos, las toma del periódico, las trabaja y las reduce hasta dejarlas en caricaturas de carné que pega en un álbum, pero alguien entra en su tienda y lo mata. El relato empieza con el conflicto solucionado, la muerte ya se ha producido, la conclusión está clara: asesinato. Sin embargo la resolución da paso a la construcción de la trama, a la novela en si. Los temas sociales siguen presentes, sigue presente el egoísmo autista del hombre moderno -la hija deforme que no es visitada nunca por el fotógrafo- el adulterio, la soledad dentro del matrimonio. Todos tenemos un lado oscuro que en ocasiones puede llevarnos a situaciones imposibles de controlar. Es una novela muy centrada en los hechos criminales. Aunque Wallander piensa a menudo en su familia, no es el tema, sigue importando presentarnos a un Wallander cada vez más ausente de su realidad, de su padre, de su hija, de su mujer. Este relato va completando la linealidad que nos presenta cronológicamente ese todo que va constituyendo la novela que tiene como finalidad explicarnos el nacimiento del Wallander que conocíamos hasta este momento.
La pirámide. Sería la segunda y última novela, la que le da el título al libro. ¿Qué tienen en común un accidente de avioneta, la ejecución e incendio de una mercería con dos ancianas dentro, o el ajusticiamiento de un camello conocido? Nada es lo que parece, lo sabemos. Recurre una vez más a la técnica de presentarnos uno de los hechos como desencadenante en su conclusión: ese accidente con la muerte de los dos ocupantes de la avioneta, que sirve como principio a la maraña que va formándose. Los hechos vienen poco a poco, van acercándonos a nuestro objetivo final, aparecen los temas: el blanqueo de dinero, las drogas, lo mal pagados que están los funcionarios, la presiónlaboral, la subida de los índices de criminalidad, las relaciones paterno-filiales, la distancia, la incomprensión, los anhelos por rehacer la vida.
Novela importante, no tanto por su estructura, por la calidad de sus más de quinientas páginas, sino por la importancia que tiene para entender el carácter de Wallander. Me interesa: conciencia social, héroe cotidiano, dolor, padre, divorcio, lógica criminalista, intuición.
La tenemos en Tusquets, y os dejo datos muy intersantes.


NARRATIVA (F). Novela
POLICIACOS (F). Otros
Abril 2005
Andanzas CA 572
ISBN: 978-84-8310-302-9
País edición: España
408 pág.
19,23 € (IVA no incluido)


Todo el mundo tiene un pasado. Wallander, como se nos explica en este libro de la serie, se remonta a veinte años atrás, cuando ni siquiera había entrado en Homicidios y era un joven agente despierto, lleno de ambiciones profesionales y con una vida privada que, ya entonces, hacía agua por todas partes. Los cinco relatos incluidos en La pirámide abarcan desde 1969 a 1989, justo antes del comienzo de la primera novela de la serie.

En el primero de los relatos, un inexperto Wallander, con apenas veintiún años, se entromete en un aparente caso de suicidio y termina en el hospital con una cuchillada. En el segundo, es secuestrado por un exiliado sudafricano que acaba de cometer un asesinato. Y en el último tiene que rescatar a su padre de una comisaría de El Cairo, interrumpiendo una investigación doble sobre una misteriosa avioneta que se ha estrellado en la costa y sobre dos hermanas ancianas que han aparecido calcinadas y con disparos en la cabeza. Es éste un Wallander antes de Wallander: el lector de la serie encontrará aquí claves desconocidas hasta ahora del pasado del inspector, y el que no lo conozca está de enhorabuena: no podría tener mejor manera de introducirse en su mundo. En el prefacio a este libro, Mankell propone con su acostumbrada lucidez el subtítulo que le daría a la serie de Wallander: «Novelas sobre el desasosiego sueco». Y cierto es que las intrigas detectivescas del inspector, su inestable vida personal y el trasfondo de desintegración de valores y certidumbres sobre el que se desarrollan las novelas componen una imagen desasosegante; pero, como las grandes obras del género negro, reflejan con precisión fotográfica nuestro tiempo, con sus temores e inseguridades, su violencia y su desconcierto, de ahí que Wallander haya cautivado a millones de lectores.

  1. Asesinos sin rostro (Mördare utan ansikte, 1991)
  2. Los perros de Riga (Hundarna i Riga, 1992)
  3. La leona blanca (Den vita lejoninnan, 1993)
  4. El hombre sonriente (Mannen som log, 1994)
  5. La falsa pista (Villospår, 1995)
  6. La quinta mujer (Den femte kvinnan, 1996)
  7. Pisando los talones (Steget efter, 1997)
  8. Cortafuegos (Brandvägg, 1998)
  9. La pirámide (Pyramiden, 1999). Cronológicamente, este libro de relatos cortos aborda pasajes de la vida de Kurt Wallander anteriores a los del resto de la serie.
  10. Antes de que hiele (Innan frosten, 2002), en donde el personaje principal es Linda Wallander, la hija del inspector.
  11. El hombre inquieto (Den orolige mannen, 2009). Ultima novela de la serie.
  12. Huesos en el jardín (Handen, 2013). Novela corta.

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