viernes, 23 de mayo de 2014

Venganza, Vengeance Benjamin Black John Banville



Portada de VenganzaHe hablado en varias ocasiones en este blog de los libros que no nacen con una vocación literaria, es decir, libros que no pretenden crear un marco ficcional ni tienen finalidad no es artística, sino que pretenden contar una trama, más o menos acertada, que haga disfrutar al lector. En muchas ocasiones, cada vez más, la intención del autor no está dirigida hacia la creación de la obra de arte, de la interpretación final de la realidad que hace que el lector deba participar, recrear y redimensionar lo dicho, no, lo que pretenden es que esa historia pueda ser llevada a la gran pantalla, o, algo más prosaico, simplemente que se venda mejor. Por eso estas historias, que llamamos best sellers, son las que mejor se venden, claro, porque el lector es mero espectador, en ningún momento participa, simplemente observa. Lo que decía, consciente o inconscientemente, son obras cinematográficas, fílmicas, que pueden ser llevadas a la pantalla y producir beneficios más allá de la miseria literaria.


Esta novela la podemos enmarcar en lo comentado anteriormente: la trama sencilla, dos familias han levantado un imperio, pero las sucesivas generaciones están sometidas a la tensión de los celos, de las envidias, y de la lucha por el poder; jóvenes egoístas y ambiciosos, segundas mujeres jóvenes y pérfidas, tríos, vaya, todo un universo de sexo y traiciones que dan lugar a una novela policiaca en la que aparecen todos y cada uno de los tópicos que podemos esperar de ella.

A mí la novela no me ha disgustado, sabía lo que había. Me gusta el personaje del patólogo, el doctor Quirke, que pretende erigirse en un nuevo Marlowe, sin embargo se aleja de este en la ausencia de canallismo, aunque se encuentra con el personaje en su atracción para las mujeres; de los gemelos por su esquematismo, por la sencillez con que los traza. Es una novela entretenida, con la que podemos pasar un rato muy agradable, pero, eso sí, no podemos esperar ideas brillantes, una estética asombrosa, o la calma del goce de la lectura literaria.

La tenemos en Alfaguara. Aquí os dejo datos de interés.
Traducción:    Nuria Barrios Colección:    Literaturas

Páginas:    304 Publicación:    30/01/2013

Género:   Novela  Formato:    15x24

Encuadernación:    Rústica  Precio:    19,50 €

ISBN:    9788420413532 EAN:    9788420413532
Los Delahaye y los Clancy comparten una historia de alianza y ambición que pasa de padres a hijos. Y ahora, también de muerte y preguntas sin respuesta: ¿Por qué Victor Delahaye iba a necesitar a un testigo para suicidarse?
El doctor Quirke y su amigo el inspector Hackett interrogan a los miembros de ambas familias: Mona Delahaye, la joven y embriagadora viuda; James y Jonas Delahaye, los desconcertantes hijos gemelos; Jack Clancy, el mujeriego socio, y su hijo  Davy. Sin embargo, cuando una nueva muerte —aún más sorprendente que la primera— los golpea a todos, resulta obvio que algún terrible secreto está en juego.

«Un pulso narrativo sin igual en la literatura de detectives… Black ha vuelto a elevar a categoría de clásico una aventura detectivesca.»
El Mundo
«Los libros de Black son hipnóticos y deslumbrantes… Verdaderos placeres irresistibles.»
The New York Times
«Una novela negra provocadora… Una prosa de un nivel superior… Otro éxito de la mano de Black (John Banville).»
Publishers Weekly («lectura recomendada»)
«Black es a la novela negra lo que la Guinness a la cerveza: riqueza, complejidad, satisfacción… Una lectura deliciosa.»
WBUR (Emisora de noticias de la NPR en Boston)
«Tal y como cabría esperar de un ganador del Booker Prize, el estilo es soberbio y elegante; la forma de evocar el Dublín de los años cincuenta, de una gran riqueza, y Quirke resulta cautivador, con un halo verdaderamente irresistible para las mujeres.»
Seattle Times
«Espléndida novela del alter ego de Banville.»
El País
«Con un ritmo cargado de tensión, la última novela de Black (John Banville) es la mejor hasta la fecha. Vuelve el inspector Hackett, con ese encanto rural irlandés que oculta su afilado ingenio, junto a Quirke, un patólogo que siempre se las arregla para volver a empinar el codo y acostarse con una de las principales sospechosas.»
Library Journal
«Black se encuentra en magnífica forma… Es capaz de mantener la elegancia de la trama al tiempo que su deslumbrante prosa surca las páginas tan briosa como los yates de las acaudaladas víctimas de su última novela de asesinatos… Una historia seductora, una crítica social astuta, un relato de privilegios, arrogancia y venganza con un punto de locura.»
Booklist
«Quirke sigue siendo un misterio cautivador, para sí mismo y para los lectores…  Mientras lo desvelamos, disfrutamos de la prosa de Black.»
Kirkus Reviews
«Con Black, el lector con gusto literario y preferencia por una prosa estilizada y unos personajes redondos está en buenas manos.»
The Boston Globe
[«Quirke está atrapado cual personaje de Beckett. El verdadero misterio de las estilizadas novelas de Black es cómo consigue el protagonista escapar a su destino.»
The Cleveland Plain Dealer
«… Frases que te atraen en silencio prometiéndote una cosa justo antes de volverse del revés para finalizar de manera inesperada… En el género de la novela negra, lo que hace una buena obra —y Benjamin Black lo logra— es mostrar cómo la vida se nos escapa entre los dedos, y que no existen los finales perfectos.»
Wall Street Journal
«Una novela que trasciende cualquier limitación de género o categorización, tan buena como cualquiera de las obras de John Banville.»
Irish Times

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