lunes, 24 de junio de 2013

El temblor del héroe, Álvaro Pombo


Existen multitud de libros, de tipos de libros, quiero decir. Libros grandes, pequeños, divertidos, aburridos. También existen libros que pueden ser leídos a pesar de su dificultad y libros que, deliberadamente o no, son difíciles de leer. El hecho de que un libro sea difícil de leer no siempre obedece a las mismas causas: puede ser un libro denso, complejo estructuralmente, filosófico, oscuro, o cualquier otra variante de lo que os digo. Los libros difíciles no siempre han de ser aburridos, de hecho he leído libros complejos con los que me lo he pasado muy bien: Ulises o Tiempo de Silencio. Pero hay otros libros que en su deliberación encierran su propia dificultad, y, en ocasiones, el autor falla el objetivo.
Y esto me pasa con este libro. Álvaro Pombo es un autor que me gusta, con el que disfruto de sus construcciones, de su lenguaje ingenioso e inteligente, de sus temas filosóficos que hacen que el lector deba emplearse sin trampas para llegar a descifrar todas las dimensiones de la obra. de hecho aquí encontramos temas recurrentes e imprescindibles en su trayectoria: la culpa, el pecado, el arrepentimiento, la acción, la hipocresía, la fidelidad, las relaciones entre los hombres, el sentido real de una existencia auténtica. En El metro de platino iridiado, mi favorita, El héroe de las mansardas de Mansard o La Fortuna de Matilda Turpin, estupenda, el autor despliega una profesionalidad y genio creativos notables. Ese es el Álvaro Pombo que me gusta, con el que me siento identificado, con el que disfruto cuando lo tengo entre mis manos. Pero con esta novela me pasa exactamente lo mismo que con El amante Lesbiano de mi adorado Sampedro, que me aburro, que me siento decepcionado, que no encuentro el sentido a los diálogos, forzados la mayoría de veces,a los párrafos, a los latinismos injustificados. El intelectualismo me pesa, me aburre, me deja al margen de la acción que abandono, porque la encuentro forzada, reiterativa, insulsa. Le falta naturalidad, le falta ingenio, y le sobra experiencia, profesionalidad y maestría. No todo es escribir bien, diría, incluso, que muy bien, extraordinariamente bien, la literatura es mucho más. Pombo derrocha compromiso con la vida, con el arte y con la trama, pero se ausenta como autor porque no recrea la realidad.

Tengo la sensación de libro de encargo, es un premio Nadal, un libro escrito sin entusiasmo, o, al contrario, un libro escrito para el autor, para él mismo, quiero decir, para intentar enfrentarse a sus fantasmas, a sus miedos, a la culpa, al pecado. Creo, sinceramente, que consigue que el lector se ausente, y, debo confesarlo, si no hubiera sido él, no hubiera acabado el libro. En este caso la trama no justifica a la literatura, o viceversa, como queráis leerlo.

El libro está publicado por Destino, y aquí os dejo la sinopsis:Fecha de publicación: 05/02/2013
224 páginas
Idioma: Español
ISBN: 978-84-233-4596-0
Código: 10014384
Formato: 12,5 x 19 cm.
Presentación: Rústica sin solapas
Colección: Novela y Relatos
Román es un profesor universitario jubilado al que invade la nostalgia de los días luminosos de la pedagogía en que fascinaba a sus alumnos despertándoles el amor por el saber y ayudándoles a alcanzar una vida más noble y más alta.
Entre sus antiguos alumnos están Elena y Eugenio, una pareja de médicos a los que todavía trata y con los que ha establecido complejas relaciones en lo intelectual y en lo sentimental.
Por otra parte, halagado por el interés hacia su persona que demuestra un joven periodista, Héctor, permite que éste entre en su vida sin sospechar que el pasado torturado del nuevo personaje le atrapará en una situación en la que es incapaz de tomar decisiones, de comprometerse con el drama al que asiste.
Con una escritura tensa, vibrante, que deslumbra tanto por los hallazgos plásticos como por la indagación filosófica, El temblor del héroe es a la vez un acto de fe en la literatura como territorio donde plantear los grandes asuntos: la confianza y la traición, la posibilidad de arrepentimiento, la culpa, la cobardía, el valor, el sentido de la existencia.


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