martes, 25 de junio de 2013

El ruido de las cosas al caer, Juan Gabriel Vásquez

Portada de El ruido de las cosas al caerEl canon es especialista en eliminar a los autores que no han sido consagrados de alguna manera. Parece que la literatura hispanoamericana quedó agotada con la revolución estilística de los autores del realismo mágico, que han acaparado todos los manuales de literatura y siguen siendo el centro prioritario de estudio fuera del ámbito geográfico que nos interesa. No hace falta que os diga que la nómina de autores hispanoamericanos contemporáneos sigue siendo rica y prolija, pero no dejan de estar en los círculos comerciales más o menos efímeros de la industria: Marcela Serrano,Xavier Velazco, Laura Restrepo,Santiago Rocagliolo, Tomas Eloy Martinez, Alberto Ruy Sanchez, Juan Villoro, Leonardo Da Jandra o nuestro ya comentado Fernando Vallejo. Pero no os dejéis engañar, su literatura sigue siendo magnífica, fresca y maravillosa.
El autor sorprende porque  conscientemente, no sigue los cánones a los que estamos acostumbrados, más bien se instala en una literatura reportaje que, a partir del relato en primera persona, hecho que le da una mayor verosimilitud a la trama, va desgranando una historia terrible y real: la historia del narcotráfico, de sus orígenes, eclosión y extremada crueldad y arbitrariedad, muy bien plasmados en el símbolo inquietante del zoo, de la casa de Escobar que se hunde hacia sí misma, o de los animales de su zoológico que esperan una muerte cierta. 
La trama va entrando poco a poco a través de la escritura y del periplo vital del propio narrador que se erige en protagonista incómodo de su propia historia. Porque el autor nos revela dos dimensiones: la del narrador y la del ser narrado, la de ambos personajes que son muchos más, historia viva de Colombia.
La acción se va desarrollando como en una novela negra, en sucesión de puzzle. Las diferentes tramas van generando la tensión narrativa hasta que el libro explota en las confesiones/descubrimientos de Yammara y Laverde en la hacienda que Ricardo Laverde compró con los primeros frutos del tráfico de la marihuana. Por eso el lector no se extraña cuando descubre lo que en realidad pudo ocurrir, ni se extraña de ese falso reportaje que el autor nos muestra para aclarar todos los puntos que la tensión previa han ido generando. La historia del propio Yammara, su historia como esposo y como padre, interesa menos al lector que se siente atraído por la verdad de la muerte de Ricardo y de la resurrección de Antonio.
Novela interesante, muy bien escrita, que se instala en el dolor del autor y que intenta recrear un fresco de una época que marcó el destino presente de ColombiaEl libro está publicado en Alfaguara, y es su premio de 2011. Aquí os dejo la sinopsis:
Colección: Hispánica
Páginas: 272
Publicación: 04/05/2011
Género: Novela
Precio: 18,00 €
ISBN: 9788420475073

EAN: 9788420475073
El ruido de las cosas al caer se inicia con la exótica fuga y posterior caza de un hipopótamo, último vestigio del imposible zoológico con el que Pablo Escobar exhibía su poder. Ésta es la chispa que arranca los mecanismos de la memoria de Antonio Yammara, protagonista y narrador de El ruido de las cosas al caer, un negro balance de una época de terror y violencia, en una Bogotá descrita como un territorio literario lleno de significaciones.
En 1995, Antonio conoce al intrigante Ricardo Laverde, quien ha pasado veinte años en la cárcel. Laverde, de quien se sabe que fue piloto, forma parte de la parroquia de unos billares donde Yammara, joven profesor universitario de Derecho, consume el ocio de su última juventud. Entre los dos se fraguará una estrecha amistad, y Antonio, que pasa por la vida desdibujado por la duda, creerá ver en la experiencia torturada de su amigo un aviso.

«Este hombre no ha sido siempre este hombre», pensé. «Este hombre era otro hombre antes».
Tan pronto conoce a Ricardo Laverde, el joven Antonio Yammara comprende que en el pasado de su nuevo amigo hay un secreto, o quizá varios. Su atracción por la misteriosa vida de Laverde, nacida al hilo de sus encuentros en un billar, se transforma en verdadera obsesión el día en que éste es asesinado.
Convencido de que resolver el enigma de Laverde le señalará un camino en su encrucijada vital, Yammara emprende una investigación que se remonta a los primeros años setenta, cuando una generación de jóvenes idealistas fue testigo del nacimiento de un negocio que acabaría por llevar a Colombia —y al mundo— al borde del abismo. Años después, la exótica fuga de un hipopótamo, último vestigio del imposible zoológico con el que Pablo Escobar exhibía su poder, es la chispa que lleva a Yammara a contar su historia y la de Ricardo Laverde, tratando de averiguar cómo el negocio del narcotráfico marcó la vida privada de quienes nacieron con él.

El ruido de las cosas al caer es la historia de una amistad frustrada. Pero es también una doble historia de amor en tiempos poco propicios, y también una radiografía de una generación atrapada en el miedo, y también una investigación llena de suspense en el pasado de un hombre y el de un país.

«Una novela poderosa y humana acerca de un hombre que intenta dar sentido a una guerra que él no eligió luchar.»
Kate Saunders, The Times
«Atrapante... Vásquez sostiene su narración con admirable estilo, mostrando al mismo tiempo un mundo que cae a pedazos y el poder del amor y el lenguaje para reconstruirlo.»
Anita Sethi, The Observer
«Una muestra de novela negra en literatura latinoamericana que pone al descubierto el alto precio del narcotráfico... Vásquez regresa al estilo de su excelente thriller Los informantes… Un poderoso testimonio del drama sufrido por una generación.»
Maya Jaggi, The Guardian
«Un relato conmovedor y perturbador acerca de la herencia del miedo en un país que lucha para recuperar su alma.»
The Financial Times
«Una de las voces más originales de la literatura latinoamericana.» 
Mario Vargas Llosa
«Un nuevo opus que confirma todos los talentos de un gran novelista.»
Thierry Clermont, Le Figaro
«Juan Gabriel Vásquez se establece como una voz mayor de la joven literatura sudamericana.»
Jean-Christophe Buisson, Le Figaro magazine
«Un mágnifico escritor. Basta con la lectura de los primeros tres párrafos para saber que el lector ha llegado a una de esas islas floridas que destacan del mar plano de la narrativa convencional.»
Tiziano Gianotti, La Repubblica delle Donne

2 comentarios:

  1. Hoy acaban mis vacaciones cortas, necesitaba una excusa para no bajar a correr ( los corredores somos así de absurdos, vivimos en una constante lucha interna mente/ cuerpo, que le vamos a hacer...) pues eso, encuentro mi excusa, hace tres libros que no pasaba por aquí y como yo también tengo mi propìo diario de lector, toca ponerse al día.
    Los tres libros se han comentado en algún momento en el blog(empiezas a hacerte con todo Jaumelé)
    ¿Realismo mágico?¿Existe, no existe? Leo "La mano del amo" y efectivamente, no sé catalogar pero sí sé que hay un tipo de literatura que me hace viajar a un imaginario determinado que no es otro, a un recuerdo de lector que mi mente es capaz de afinar, precisar, a un momento en el espacio y el tiempo.
    Tomás Eloy Martínez me lleva, ya no a Juan Rulfo y cosas así, a mi me asaltan como si los leyera hoy, los cuentos de Horacio Quiroga y mis años en la facultad, matriculada en lo que llamaban "libre opción" en todas las asignaturas de Filología que me dejaban ¡intrusa!.
    Buen libro. Y......Manolo, que sé que te gustan los gatos tanto como a mi, no te lo pierdas...
    Vuelvo a Paul Auster, yo tampoco sigo un orden con este autor, solo hace un año que lo descubrí, de hecho ya leí su "Diario de Invierno" y he terminado ahora " El país de la últimas cosas" sorprende un Auster que no es el que esperaba(somos prejuiciosos, catalogadores sin remedio) y donde espero ver a un Auster canalla, newyorquino y actual encuentro otra cosa. Una novela sensible, íntima y triste muy triste. A veces cuando acabo un libro evoco una canción y la busco y la pongo como homenaje al libro acabado. Mi Auster acaba con "Both sides Now" de Joni Mitchell. Un libro, mil lectores distintos.
    Estoy terminando "Caligrafía de los sueños" de Juan Marsé y la verdad es que estoy disfrutando muchísimo de un libro bien escrito y de un autor nuevo para mi. Estoy próxima al desenlace y estoy en un quiero, no quiero, me resisto un poco, no quiero llegar al final, me pasa con algunos libros. Ayer tuve que parar de leer, el relato del masaje en manos de la señora Vir me pareció soberbio. Me paro y me digo(claro, me digo, porque a mi vecino de al lado, decirle, decirle, no le digo nada, bastante tiene con interrumpir mi lectura cada vez que se le pasa por los mismísimos....¿Y yo me pregunto...por qué me hace partícipe de las mejores jugadas de este o aquel equipo que presupone me interesan?, pues como decía, me paro y me digo ¿He leído lo que creo que acabo de leer? Y entonces vuelvo de donde me ha llevado el autor, a veces he estado tan lejos que me cuesta entender que la realidad no es la atmósfera asfixiante de la habitación de la señora Mir, que la realidad son los once tíos en pantalón corto que escupen en el cesped.
    Buena lectura, bloguer@s.
    pd. No dejéis de pinchar en el enlace de la Ruta Literaria Denia-Ibiza, os gustará el reportaje.

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  2. Me gusta saber que tengo lectoras fieles, no deja de producirme una enorme ternura. Cuandome dices que lees alguna de mis recomendaciones, siento algo hermoso dentro de mí. Gracias.

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