Siguiendo con la serie del comisario Brunetti, esta cuarta entrega se adentra, como siempre, en los aspectos más escabrosos de la realidad que intenta explicarnos.
Aunque puede ser la novela más plana de las que he leído, no es menos cierto que el estilo sigue siendo inconfundible, y la calidad literaria incuestionable. En esta ocasión la novela se adentra dentro del mundo del tráfico de blancas para la prostitución, y las derivaciones habituales: corrupción judicial y política, avaricia, lujuria.
Es la novela en que Venecia está menos presente, no me he sentido dentro de la ciudad decadente de las otras entregas, la acción puede transcurrir en cualquier otro sitio, en Italia, España o Alemania. Pero esto no es obstáculo para que la autora se adentre en el mundo personal del personaje, en sus miedos, sus pasiones, sus preocupaciones. La familia está presente como subsidiaria de la acción del padre, y la manera de tratar muchas de las acciones sigue siendo única e inconfundible. La corrupción judicial y policial no deja de intrigarnos y dejarnos una extraña sensación de desasosiego.
No rehúsa temas escabrosos como las smooth movies y la violencia morbosa de los poderosos.
No decepciona. La encontraréis en Seix Barral, aquí os dejo la sinopsis:
Fecha de publicación: 13/06/2000
264 páginas
Idioma: Español
ISBN: 978-84-322-2837-7
Código: 913289
Formato: 13,3 x 23 cm.
Presentación: Rústica con solapas
Colección: Biblioteca Formentor
Prolongando la estela de las grandes figuras del género policíaco, Guido Brunetti es el comisario que encarna la percepción de Maigret, la personalidad de Carvalho y el encanto de Montalbano. Su olfato es infalible, su humor es complaciente, su lengua afiladísima, su melancolía es una inspiración, su corazón es manso, y su mente demasiado perspicaz. Sobre todo para los asesinos que quieren borrar su huella con muertos y engaños. En Muerte y juicio, la cuarta entrega de la serie, Donna Leon nos conduce magistralmente, de la mano de Brunetti, desde el cadáver de Carlo Trevisan, influyente abogado, hasta una red que transporta a muchachas de la convulsa ex Yugoslavia hasta los burdeles de Venecia y los platós clandestinos en donde se filman las más escabrosas escenas de violación y asesinato.
«Muerte y juicio... es una buena novela negra precisamente porque no hace del género un mero divertimento de ingenio, sino un marco donde expresar la impotencia de la verdad frente a las cloacas del estado del bienestar», Francisco Solano, ABC.
«Cuando Donna Leon alcanza el núcleo corrupto de su historia, nos muestra con su estilo elegante que ella también puede escribir con furia y frialdad», New York Times.
«Con una técnica absorbente Donna Leon nos va desvelando gradualmente el extenso alcance de un universo de corrupción dirigido por las altas esferas del poder», Publishers Weekly.
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