viernes, 10 de agosto de 2012

El libro de las cosas perdidas, The Book Of Lost Things John Connolly


No sé las razones por las que este libro ha caído en mis manos, primero la editorial, rarísima, Oniro, y después mi distancia con los libros de fantasía: Hobbit, Señor de los anillos, Juego de Tronos, Crónicas de Narnja, La linterna mágica etc. larguísimo. Hay legiones de seguidores de este tipo de literatura y yo, cuando voy al cine, o las llevan a la tele, pues las veo y paso un rato muy agradable. Es una literatura, una ficción, a medio camino de la literatura, el entretenimiento, la pasión y la adolescencia. Suelen ser ucronías bien construidas, donde aparecen personajes de la mitología nórdica: Trolls, Hadas, duendes etc.
 Así que cuando empiezo a leerlo no espero nada nuevo, es decir, espero enco0ntrarme con una historia canónica. El personaje ha de ser un niño herido por los libros, la lectura es su fin y principio, es algo autista, no le interesa el entorno real y se refleja su vida en o que ocurre en los libros. Yo me siento reflejado, recuerdo mis mañanas de domingo cuando no me levantaba de la cama hasta haber leído un libro entero, o cuando vagaba por la montaña en los campamentos a que mis padres me enviaban los veranos, solo, perdido, imaginándome ese mundo que existe en mi intelecto. Así, David, el personaje, se adentra en los libros y sufre una especie de esquizofrenia lectora, los oye, los vive. Las circunstancias lo empujan a su destino: muerte de su madre, nueva madre, nuevo hermano, nueva casa en la campiña inglesa, la guerra mundial, un jardín con una puerta secreta, un viaje al mundo imaginario de los cuentos donde los cuentos son pesadillas, reales, parte de un todo oscuro. Ni Blanca nieves es Blanca nieves, ni Hansen y Grettel son lo que parecen. Introduce personajes de otras mitologías, como las Harpías, los Hombres lobo. Así el personaje tiene que encontrarse a sí mismo en enfrentamiento constante con su antagonista, el Hombre Torcido, ser cruel, cercano a los gnomos, sádico, manipulador, traicionero.
La novela no hace concesiones a la infancia, su crueldad es manifiesta, su dolor también. Es un libro de niños para adultos, para recordarnos que nosotros también manipulamos nuestros recuerdos literarios para entender aquello que, presumiblemente, nos quieren decir.
Yo me lo he paso de maravilla, ha sido una lectura muy entretenida. Os dejo la breve sinopsis de la editorial, Oniro.
En su dormitorio del desván, David, un niño de doce años, llora la muerte de su madre. Está enfadado y solo, con la única compañía de los libros de sus estantes. Pero los libros han empezado a susurrarle en la oscuridad, y, mientras se refugia en los mitos y los cuentos que su madre tanto amaba, descubre que el mundo real y el mundo imaginario han empezado a mezclarse. Mientras la guerra se extiende por Europa, David aterriza de golpe en una tierra que es producto de su imaginación, pero aterradoramente real…

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