jueves, 5 de julio de 2012

Cincuenta sombras de Grey, E.L.James

Cuando me paro a pensar sobre lo que quiero escribir de este libro me asaltan, exactamente, cincuenta sombras.

Es cierto que vivimos en una época en que todo es políticamente correcto, en que el respeto al prójimo llega a tales extremos que ya no podemos utilizar ningún tipo de expresión susceptible de ser interpretada, todo debe ser un estándar lingüístico preciso, que si no se utiliza, sorprende y desagrada. En conclusión la vida se vuelve light, como la comida, sin sabor, absurda, como una especie de Mundo Feliz en que todos debemos ser el engranaje perfecto en este estado del miedo en que vivimos: si hacemos lo inconveniente, moriremos por enfermedades terribles, si no cumplimos las normas, iremos a la cárcel, si no trabajamos como esclavos, nos hundiremos como el Titánic, y claro, el sexo no puede escapar a esto.
En fin, los Best Seller tienen estas cosas, que se escriben para una gran mayoría, claro, sin duda, por eso el sexo duro, el sado, la relación entre el Amo y la Sumisa, debe establecerse en términos de Nueve semanas y media, o de un videocliop de algún hortera cantante Pop. Eso es lo que pasa en y con este libro, que la profundización en el lado oscuro del ser, se queda en una peli erótica de Play Boy. Desde el nombre de las cosas, vamos, la polla, el coño, hasta los actos sexuales realizados, se convierten en ejercicios de un romanticismo ramplón y un erotismo para preadolescentes. Vamos, que mi hijo de doce años se lee la novela y se queda tan ancho.
No es que no me haya gustado, que no me ha gustado, sino que me parece que se pierde una gran oportunidad de pensar sobre el sexo. Hubo una época de mi vida en que me leí todo lo que publicó La Sonrisa vertical, y, con todos sus defectos, me deparó momentos de extrema lucidez, o las lecturas de Miller o de Bukowski, o incluso de Burroughs. Después ha decaído este tipo de literatura, parece que lo sexual siga siendo un tabú cuando todo el mundo parece follar sin descanso, y eso nos lo tendríamos que hacer mirar.
Respecto al argumento es endeble, y endemoniadamente superficial: una chica virgen, vaya con los tópicos y la liberación feminista, me imagino que es como una patada en el estómago, y una consagración de la nada, en fin, una virgen inexperta se introducirá en el sexo con un sádico al que le  mola la sumisión; todo muy bonito, principesco, él millonario, ella cenicienta, ella sometiéndose, pero queriendo cambiar a un tío que es el único sincero en este juego, le ofrece un contrato con, exactaemnte, todo lo que quiere que haga. Joder, si el tío es tan sincero, ella, ¿por qué se empeña en cambiarlo? Patético ese yo creo que él quiere decir, quiere hacer, en el fondo, gilipolleces de novela hortera, si el tío establece un contrato, será porque quiere que se cumpla, vamos, digo yo.
Bien, si lo que queréis es pasar un ratito erótico festivo y poneros húmedas, pienso que es un erotismo muy femenino, si eso existe y el erotismo no es universal, como creo que es, pues, nada, a por ella, que ha vendido millones de ejemplares en todo el orbe, como siempre os dejo la sinopsis de GrijalboLa romántica, sensual, erótica y totalmente adictiva historia de la apasionada relación entre una estudiante universitaria y un joven multimillonario
Cuando la estudiante de Literatura Anastasia Steele recibe el encargo de entrevistar al exitoso y joven empresario Christian Grey, queda impresionada al encontrarse ante un hombre atractivo, seductor y también muy intimidante. La inexperta e inocente Ana intenta olvidarle, pero pronto comprende cuánto le desea. Cuando la pareja por fin inicia una apasionada relación, Ana se sorprende por las peculiares prácticas eróticas de Grey, al tiempo que descubre los límites de sus propios y más oscuros deseos..

"Cincuenta sombras: la exitosa combinación de historia romántica y juego erótico de alto voltaje que ha tocado la fibra de muchas mujeres." Daily News

Cincuenta sombras de Grey es la primera parte de la trilogía Cincuenta sombras, que continúa con Cincuenta sombras más oscuras y Cincuenta sombras liberadas

5 comentarios:

  1. Ya estoy en la casa de campo.Recuento: nueve adultos y cinco niños, se puede decir que a estas alturas de verano estamos a un nivel de ocupación medio, soportable, vamos, según se mire.
    Llevo preparándome para el trance unos meses, claro, es necesario para sobrevivir entre marcianos.Ya tengo hamaca nueva, la he estrenado hoy, la del verano pasado no aguantaría mis horas de lectura, duermevelas y ensoñaciones bajo los pinos y yo no aguantaría una hostia como la que me di a dos metros de altura otra vez.
    Mi cuñada uno ( la que espera que muera Manolo Escobar para llegar a la fama con la exclusiva) recibe en su móvil el siguiente sms (trascribo literal):

    "Chicos, Duncan, el perro de mi familia ha muerto.El pobre casi ciego y casi sordo estaba asomado al balcón, se ha dado un susto con un ruido y ha caído por el balcón...Pobrecito, estamos muy afectados todos, especialmente mis padres que estaban en casa cuando ha ocurrido....Qué penita...."

    La palabra y los medios para comunicarla, es algo que no deja de entusiasmarme, claro, esto leído en un comedor con nueve adultos, es un descojono.Querida amiga elegiste mal el medio para comunicarnos la muerte de tu perro, si ya sé que no soy una amante de los animales y eso no ayuda mucho pero, sin darte cuenta has convertido tu drama en comedia privándonos del momento de duelo que merecía tu perro.

    Mi cuñada dos, médico, marisabidilla y number one de su promoción nos habla del llamado "Síndrome I phone" que en resumen y llanamente habla de la plasticidad de las neuronas y su respuestas y activación por el uso que hacemos de nuestros dedos pulgares con los smart Phones.

    Claro, que igual soy yo la que no me adapto, la próxima vez os mando un what app y os lo cuento Ja¡. Ni de coña renuncio a la pausa, la ausencia de inmediatez, la opción de que cada una elija lo que quiere, cuándo quiere y cómo quiere saber.

    Javier Marías lo explicaba muy bien en su novela "Mañana en la batalla piensa en mi"
    No podemos soportar ponernos enfermos, que nos roben la cartera o quedarnos sin gasolina en medio de un páramo y que dos o tres personas que suponemos importantes en nuestras vidas sigan sin saber, ignorantes de nuestra desgracia.

    Bienvenido verano, en cierto modo me defiendo de ti con un libro que me cubra bien toda la cara.

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  2. Joder, Jaumeleitor,qué burra soy....¡¡¡¡¡UN AÑO DE BLOG¡¡¡de currada, de ilusión, de compartir, de reir, de querer saber, de leer, de,de,de.....Yo lo siento tan tuyo como mío, ja ho saps....
    no te digo nada porque no hace falta.
    ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡MUCHAS FELICIDADES¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡desde los mismos pinos de mi primera entrada.

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  3. Jajajaja, sí hace un año. Primero pedir perdón, quería haber contestado antes, pero esta entrada fue lo último que me dejó hacer el ordenador y hoy recobro la libertad de entrar en la nube.
    Mi verano es lineal, como siempre, con mucho trabajo combinado con lecturas, reflexiones y sinsabores. La familia se deshace, parece querer difuminarse y dejarme solo, pero lo acepto aunque me duele, es posible que no sea la familia, que sea yo mismo, ¿quién sabe? pero la lectura sigue siendo mi aliada, los libros no me decepcionan, se preocupan por mí, me alientan en las batallas que dirimo contra mí mismo.
    Siempre busco un lugar para la lectura, y en ocasiones, también es bajo el olor de los pinos.

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  4. Fin de semana en la casa de campo.Recuento: siete niños, adultos ya no los cuento. Estamos todos. Intento leer a Wiliam Faulkner, su última novela The Reivers y claro, me cuesta acostumbrarme a esos párrrafos largos, página y media sin respiración, sin punto y final, qué digo,¡¡¡¡ sin punto y aparte!!!!.Las primeras cien páginas las tengo que leer párrafo de arriba a abajo y después de abajo a arriba para entenderlo y cuando le cojo el truco y empiezo a disfrutarlo llegan mis sobrinos a interrumpirme cada dos minutos con sus mocos colgando, en fin, cosas del verano. Lo de memorizar el número de página ya lo aprendí el verano pasado, niño que pasa, niño que me quita el marcapáginas.

    Hace tiempo que no rescato un párrafo para vosotros, os dejo uno estupendo, habla de muerte, de verdad que no lo hago adrede pero......bueno:

    "No son los hombres quienes llegan a un entendimiento con la muerte; los hombres se resisten, tratan de defenderse y en consecuencia logran que se les machaque la cabeza; mientras que las mujeres la rodean, la envuelven en una blanda complicidad instantánea de no resistencia, como algodón en rama o telarañas, sin aguijón ya, inofensiva, no sólo manejable y utilizable, sino incluso inútil, como uno de esos parientes pobres, solterones y solteronas, siempre disponibles para ocupar un sitio vacío o acompañar a un invitado impar hasta el comedor"

    Sigo disfrutando de Faulkner, entre moco y moco, claro.

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  5. Mi verano es interno, como casi todo en mi vida, imaginación, soledad y aire puro. La crisis me lleva a soluciones extremas, vaya, me digo, dos carreras y acabo bajo un puente, ¡ja! pero acompañado de mis autores, de todos ellos que me hacen feliz en mi mundo sin hombres.
    Por eso veo la muerte de manera más femenina, la acepto, la contemplo y la hago mía, porque es mía y vuestra.

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