lunes, 21 de mayo de 2012

Suicidio Perfecto, Ο Τσε αυτοκτόνησε Petros Márkaris

Portada de Suicidio perfectoPor fin, esa es la sensación que me queda. Llevo más de un año tras este libro, y ha tenido que esperar a que me llegara el Kindler, ¿se escribe a sí? touch, para poder encontrarlo. Y digo encontrarlo porque es un hallazgo, es el tesoro al que he seguido la pista con paciencia este tiempo.
Petros Markaris me sorprendió con la creación de Jaritos, que como sabéis, configura uno de mis círculos mágicos de personajes familiares, está en la galería de personas entrañables, humanas, contradictorias, que tanto me gustan y me hacen disfrutar.
Porque yo disfruto con Jaritos, igual que con Montalbano o Alonso quijano, o Gregorio Samsa, o Ignatius Reilly. Es un ser vivo que disfruta con sus tomates rellenos, como Montalbano con sus salmonetes, o Sancho con sus embutidos, es una persona que se enfada, que deja de hablar a su mujer, que quiere separarse, que quiere vivir con ella, que odia a su yerno, que adora a su yerno, que es xenófobo, que es adalid de la interculturalidad, que es políticamente incorrecto, que es un dechado de corrección. Eso es Jaritos, un hombre, sí, un hombre que está en la cincuentena, que tiene sus defectos, que es machista en ocasiones,pero que ha aprendido a apreciar a su colaboradora por lo que vale.
La trama genialmente generada: luchadores contra los generales griegos reconvertidos en empresarios, políticos, periodistas de fama. Análisis impecable de la situación griega en tiempo de la Olimpiada: ya anuncia lo que le pasa a esa sociedad enferma: despilfarro, mal uso de las ayudas europeas, corrupción etc, problema de los inmigrantes extracomunitarios, sociedad enferma. Petros Markaris tiene una lucidez extraordinaria, y un talento portentoso. Excelente novela.
Os dejo la sinopsis de Tusquets .


Enero 2014MAXI MAX 014/14
ISBN: 978-84-8383-733-7
País edición: España
400 pág.
9,57 € (IVA no incluido)
El comisario Kostas Jaritos se aburre. Está de baja, recuperándose de una delicada operación después de que, durante la investigación de un caso, le dispararan en el pecho. Por toda distracción, recibe algunas visitas, lee los periódicos y mira la televisión. Precisamente, una noche ve cómo, en un programa de entrevistas, el constructor Iásonas Favieros, que ha amasado una fortuna en los últimos veinte años y ahora está enriqueciéndose como nunca con las obras de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, se suicida ante las cámaras y conmociona a todo el país. Se desata un alud de noticias, hipótesis e incluso de comunicados de extrañas organizaciones, y Kostas, convertido en un ciudadano más, primero reflexiona y luego, todavía convaleciente, decide investigar. En esa Grecia preolímpica que se debate entre un pasado difícil de olvidar y la arrolladora modernidad, origen de muchos de sus futuros problemas, arranca este nuevo caso del comisario Jaritos.

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