martes, 1 de mayo de 2012

Riña de gatos, Eduardo Mendoza

Eduardo Mendoza es un autor que siempre me ha gustado, ya desde La verdad sobre el caso Savolta, demostró un oficio literario impecable. Es cierto que en los últimos tiempos Mendoza ha sido identificado como un escritor que trabaja de forma impecable lo irónico, con novelas memorables como Sin noticias de Gurb o el Asombroso viaje de Pomponio Flato, o las especialísimas novelas policiacas ¿? El Misterio de la Cripta Embrujada o El laberinto de las aceitunas.

Sin embargo la novela que me propongo comentar es diferente, más parecida a La ciudad de los prodigios, pero sin la profundidad y frescura de aquella. Esta novela que se ha llevado el Premio Planeta, Riña de Gatos, creo que podemos inscribirla en la moda de novelar elementos históricos de nuestra más reciente memoria. Desde luego no está a la altura de grandísimas obras como Los girasoles ciegos de Alberto Méndez o La noche de los tiempos de Muñoz Molina, solo por nombrar las más recientes. Es una novela que a partir de la acción, de una trama artificial, intenta hacer un barrido por la España preguerracivilista, a través de la figura rígida y poco verosímil de un experto británico en la obra de Velázquez. Las disquisiciones históricas, los elementos eruditos sobre pintura se hacen pesados, no ayudan al dinamismo, y convierten la novela en algo rígido. No trabaja bien las transiciones psicológicas de los personajes, y las figuras femeninas no dejan de ser esbozos volubles, carentes de un verdadero criterio sobre las cosas. La violencia gratuita, mesiánica, la estupidez con que pinta a José Antonio Primo de Rivera, o cómo se adentra en la rancia aristocracia madrileña del 36, me parecen esquemáticas y fuera de cualquier valor literario.


¿Sabéis lo que siempre me ha encantado de Mendoza? Su sentido del humor, y en esta novela he percibido que quería, pero no ha podido, y ello me entristece.




En fin, siento decir que estoy decepcionado, y lo siento porque respeto mucho a Eduardo Mendoza, ya que me ha hecho pasar ratos memorables, pero, en fin, creo que es un obra prescindible, la verdad.

Lo dicho, la tenemos en Planeta, y aquí os dejo la sinopsis:

Fecha de publicación: 05/11/2010

432 páginas
Idioma: Español
ISBN: 978-84-08-09725-9
Código: 10000414
Formato: 15 x 23 cm.
Presentación: Tapa dura con sobrecubierta
Colección: Autores Españoles e Iberoamericanos
Un inglés llamado Anthony Whitelands llega a bordo de un tren al Madrid convulso de la primavera de 1936. Deberá autenticar un cuadro desconocido, perteneciente a un amigo de José Antonio Primo de Rivera, cuyo valor económico puede resultar determinante para favorecer un cambio político crucial en la historia de España. Turbulentos amores con mujeres de distintas clases sociales distraen al crítico de arte sin darle tiempo a calibrar cómo se van multiplicando sus perseguidores: policías, diplomáticos, políticos y espías, en una atmósfera de conspiración y de algarada. 

Las excepcionales dotes narrativas de Eduardo Mendoza combinan a la perfección la gravedad de los sucesos narrados con la presencia, muy sutil, de su conocido sentido del humor, ya que toda tragedia es también parte de la comedia humana.

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