miércoles, 2 de mayo de 2012

La Acabadora, Accabadora,Michela Murgia


La literatura es el escaparate sorprendente de la realidad. La literatura es la sorpresa asegurada. La literatura es mi universo particular que comparto, curiosamente, con todo el mundo que lee.
La Acabadora es un libro redondo, estraordinario. No es policiaco, por las suspicacias, es literatura, es una historia que evoluciona, que vive, que hace vivir a unos personajes tan reales como tú o como yo. Es un libro sorprendente, reflexivo, pura literatura en estado puro. Es un libro instintivo, visceral, doloroso, fiel al espíritu de la autora. Es un libro. ¡Vaya tela!
La relfexión sobre la vida y la muerte estremece, la propuesta sobre la eutanasia hace que no deje indiferente a nadie. Las cosas tienen un nombre, y la muerte no es el final invisible que nos quieren vender para crear una homanidad carente de sufrimiento y vacía de contenido, no la muerte es la muerte, es el finiquito, es dolor, es duelo razonable, es temor, y, es posible, que tengamos que aprender a nombrarla de nuevo: la muerte nos configura como todo lo demás, y esconderla es un flaco favor que nos hacemos a nosotros mismos.
Imaginad la antigua Cerdeña, bueno, no tan antigua, hace 40 o 50 años. Así como existen parteras, existe también una acabadora para los últimos momentos, una dama de negro que dulcifica el último suspiro con la naturalidad del primero. La acabadora es un personaje de una ética impecable, con las contradicciones necesarias para hacer de ella un personaje real, en fin, un gran trabajo, una gran novela.
Como siempre os dejo la sinopsis de la editorial SALAMANDRA: Siguiendo una costumbre sarda cuyos orígenes se pierden en el tiempo, una anciana y una niña se unen a través del sagrado vínculo de la «adopción del alma». Estamos en Soreni, un pequeño pueblo de Cerdeña, en los años cincuenta. Bonaria Urrai, la modista del lugar, mujer de antigua belleza y perenne soledad, ha adoptado a Maria, cuarta hija de una familia humilde que la descuida. Así pues, la vida de la niña, ahora fill’e anima —«hija de alma»— de la tía Bonaria, se transforma por completo, y a su fina percepción no escapa el aura de misterio que envuelve a su nueva madre: los largos silencios, las extrañas salidas nocturnas y la sombra de temor que enciende los ojos de quienes se cruzan en su camino. Y aunque Maria crece feliz y amada junto a Bonaria, en realidad ignora una verdad que todos conocen: además de coser vestidos, su madre de alma es la mujer que reconforta a quienes se acercan al final del camino. 
Galardonada con el Premio Campiello, el de mayor prestigio de Italia, La acabadora aborda el eterno tema del fin de nuestra existencia desde una perspectiva única: la de una comunidad que, desde tiempos ancestrales, ha sabido enfrentar ese último paso de forma colectiva y desprovista de tabúes y falsos pudores, recreando un universo atávico que, de alguna manera, se mantiene presente hasta nuestros días.

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