miércoles, 2 de mayo de 2012

Hablaré cuando esté muerto, Anna Jansson


Es difícil que cuando me siento a escribir en este blog me entre pereza, pero esta vez me ha pasado. Es una pereza imprecisa que se deriva, probablemente, de la pereza perenne que me ha entrado de acabarme este libro.
La novela policiaca y la nórdica en particular, o bien te engancha a la trama, o bien a la profundidad psicológica de los personajes o de las situaciones sociales. Esta novela no hace nada de esto, intenta incluir algo de novela histórica, al menos de historia, pero lo hace como un añadido sin interés que no hace avanzar la trama para nada y que queda tan postizo que aburre. No entro en los diálogos, fallados, en la acción narrativa, previsible, o en la descriptiva, redundante.
En fin, creo que tengo que aprender a dejar a medias un libro sin interés; así que no me ha gustado en absoluto, así que no os aburro más. Os dejo la sinopsis de la editorial, Debolsillo
Encontrar un cadáver enterrado en el jardín de tu propia casa ya resulta bastante inquietante, pero descubrir que esos huesos pertenecieron a un niño, y que alguien a quien amaste los depositó allí, levanta una nube de sospechas que solo puede disiparse llegando al fondo del asunto. Pese a quien pese. Porque en esta remota y fría isla sueca nadie está libre de pecados, ni de rumores... Ni siquiera los muertos.

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